14
días
han pasado desde el robo de nuestras instalaciones. No nos rendimos, seguimos comprometidos con informarte.
SUSCRIBITE PARA QUE PODAMOS SEGUIR INFORMANDO.
Douglas Carcache

Viviendo del que se va

Daniel Ortega, afanado por mostrar que en su gobierno la economía del país crece, puso entre sus metas del año 2011 el aumento de las remesas familiares que mandan los nicaragüenses en el exterior.

De ninguna manera eso puede ser un logro político o económico de ningún gobierno. Es lo contrario, porque la gente se va de su país por falta de oportunidades y la percepción de que será difícil un cambio que les permita vivir en condiciones mejores.

Sin embargo, el Presidente de Nicaragua, que en la campaña electoral de 2006 prometió “desempleo cero”, hace cuentas con el dinero de los migrantes que, según él, aumentará este año en 50 millones de dólares.

Ortega se lo dijo a los grandes empresarios privados, con quienes se reunió hace una semana para revisar las perspectivas de inversión y crecimiento de la economía. “¿Cuáles son las metas que nos planteamos para el 2011?”, dijo Ortega, y enseguida recitó cifras de exportación, inversión extranjera, inversión pública, préstamos y el aumento de “las remesas familiares de 800 millones a 850 millones” de dólares.

Si Ortega hizo cuentas con el supuesto de que los nicaragüenses en el exterior tendrán mejores ingresos, se equivoca, porque las economías de los principales países de destino de estos migrantes (Estados Unidos, Costa Rica y España) aún tienen problemas y los trabajadores extranjeros son más afectados por el desempleo y los salarios bajos. Es poco probable, por tanto, que aumente el monto de la remesa por inmigrante.

Quizás Ortega hace cálculos en base a cantidades de nicaragüenses que se van cada día del país, lo que se percibe en las filas enormes en las oficinas de Migración y Extranjería de gente pobre adquiriendo pasaportes, un hecho congruente con el dato constante mostrado por las encuestas de M&R Consultores, desde hace más de cuatro años, de que al menos el 50 por ciento de los ciudadanos desea emigrar.

Ortega, quien ha sido favorecido por la tendencia creciente de los precios del oro, el café y el azúcar, parece estar emocionado también con el aumento de otro “producto” de exportación de Nicaragua: los trabajadores. Y pudo haber hecho algunas cuentas simples, considerando que el monto promedio de las remesas que mandan los nicaragüenses en Costa Rica es de 50 dólares por mes, como indican estudios de organismos internacionales.

Por tanto, para conseguir 50 millones de dólares más en remesas, este año, sólo hace falta que 84 mil nicaragüenses más trabajen en Costa Rica u otro país centroamericano, si logran empleos estables.

Las remesas desde Estados Unidos son más voluminosas, 150 dólares promedio por mes por inmigrante, pero llegar a territorio estadounidense es más difícil ahora, porque los indocumentados son asediados por bandas criminales cuando cruzan Guatemala y México.

Es más fácil proyectar el aumento de las remesas suponiendo que más nicaragüenses van a trabajar a Costa Rica, El Salvador o Panamá. Recordemos que Nicaragua ya logró la distinción de “principal proveedor de migrantes intrarregionales”, según la investigación del Sistema de la Integración Centroamericana (SICA) divulgada en septiembre pasado.

Entre más gente se vaya del país, más bajará el desempleo en Nicaragua, como prometió el presidente Ortega.

Columna del día Opinión
×

El contenido de LA PRENSA es el resultado de mucho esfuerzo. Te invitamos a compartirlo y así contribuís a mantener vivo el periodismo independiente en Nicaragua.

Comparte nuestro enlace:

Si aún no sos suscriptor, te invitamos a suscribirte aquí