CORRESPONSAL/ CHINANDEGA
Luis Emilio Solís, padre de María Mercedes Solís Castillo, de 22 años, quien denunció la semana pasada una supuesta agresión a puntapiés de parte de dos policías que le provocó el aborto de su criatura de 4 meses de gestación, demandó el castigo a los dos agentes involucrados.
El progenitor señaló que tiene muchas esperanzas que los agentes policiales conocidos en Chichigalpa como “Betarrito” y Leonel sean castigados.
“Aquí estuvieron el martes cuatro investigadores policiales que envió la primera comisionada Aminta Granera”, dijo Solís en su humilde vivienda del barrio Nuestra Señora de Candelaria, sector sur de Chichigalpa.
Los investigadores de la Dirección de Auxilio Judicial se mantuvieron durante cuatro horas en la casa de la joven, quien recibe atención sicológica en la ciudad de Chinandega tras la supuesta agresión.
SIN RESOLUCIÓN
Aún no hay resolución en el caso, pero de manera extraoficial se supo que los agentes no han sido suspendidos y que la Policía descarta por el momento su culpabilidad en el hecho.
La joven embarazada se disponía en una motocicleta el miércoles pasado a retirar a su hija de una escuela privada donde recibía clases de segundo grado.
Pero fue requerida por los agentes por andar en su motocicleta y sin casco de seguridad.
Ella denunció que al circular cerca del estadio infantil los agentes le requirieron los documentos de la moto, por lo que se escenificó un forcejeo cuando intentaron ocuparle el vehículo, horas después perdió a la criatura, la que permanece en un vaso de alcohol.
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