La visita relámpago que efectuaron ayer a Nicaragua los senadores estadounidenses Christopher Dodd (demócrata de Connecticut) y Robert Corker (republicano de Tennessee) estuvo marcada por la desconfianza que la oposición expresó hacia el Consejo Supremo Electoral (CSE), denuncias sobre un retroceso en la democracia, el combate al narcotráfico y los temores por la reedición de un conflicto bélico en el país, en caso de que los comicios presidenciales del 2011 sean fraudulentos.
Los dos senadores estadounidenses permanecieron pocas horas en Managua y despuntaron el día reuniéndose con los diputados y ex cancilleres Eduardo Montealegre, Francisco Aguirre Sacasa y Víctor Hugo Tinoco (quien en los años ochenta fue vicecanciller de la primera administración del sandinista Daniel Ortega).
Luego Dodd (uno de los senadores que más conoce sobre Nicaragua) y Corker sostuvieron un encuentro con el vicepresidente Jaime Morales Carazo, para abordar “temas de interés común” y “preocupaciones” bilaterales. El embajador de Estados Unidos en Managua, Robert Callahan, los acompañó.
Los dos senadores culminaron en Managua una gira por Centroamérica, para “ver cómo va y cómo se ve la cosa” en la región.
Montealegre, diputado por la Bancada Democrática Nicaragüense (BDN), y Víctor Hugo Tinoco, del Movimiento Renovador Sandinista (MRS), dijeron ayer que a los dos senadores estadounidenses se les informó sobre la gran desconfianza que genera el sistema electoral y acerca de la posibilidad de que surjan movimientos armados en el mediano plazo.
“La preocupación que tenemos los nicaragüenses es que si no se encuentran soluciones pacíficas a los temas de Nicaragua, la gente lo único a lo que va a poder recurrir es a las armas y a la montaña, y eso es lo que queremos evitar”, manifestó Montealegre.
“Si aquí no logramos elegir un Consejo Supremo Electoral que dé confianza y si en las elecciones (de 2011) hay un fraude, el riesgo del retorno a la violencia armada en Nicaragua es altísimo. Aquí para armar un ejército violento no necesitás andar buscando armas, aquí sobran los fusiles de guerra en este país, ése es el problema en este país y por eso es fundamental la democracia”, indicó Tinoco.
De acuerdo con Montealegre, con los dos senadores de Estados Unidos abordaron la necesidad de que exista observación electoral nacional e internacional.
Asimismo, que la oposición considera vital mejorar el sistema de cedulación, porque en la actualidad beneficia únicamente a los sandinistas, y finalmente hablaron respecto a la elección de los próximos magistrados electorales, para “que se comprometan a contar el cien por ciento de los votos”.
CASO MUERTE CIVIL
Aguirre Sacasa comentó ante Dodd y Corker el caso del Jefe de Redacción del Diario LA PRENSA, Eduardo Enríquez, quien recientemente denunció que el CSE le decretó una “muerte civil” al no entregarle su cédula de identidad, que le fue robada meses atrás.
Aguirre Sacasa aclaró que él no se refirió a la posibilidad de un conflicto bélico en Nicaragua, pero sí mencionó que el sistema político está bajo “tensión” y la democracia representativa sufre un retroceso.
“En lugar de haber avanzado, se ha retrocedido. Se está tensionando mucho el sistema político. La política está en una situación muy precaria y la gobernabilidad está retrocediendo en este país. La democracia representativa es uno de los logros más importantes desde 1990 para acá, pero ahora vemos que se está erosionando”, afirmó Aguirre.
ELECCIONES EN EL CARIBE
La reunión entre los senadores Dodd y Corker con el vicepresidente Morales Carazo tuvo como menú las elecciones de la Costa Caribe, el futuro del CSE, las relaciones con el Ejército de Nicaragua y la lucha contra el narcotráfico.
“El Vicepresidente ha dicho los temas que hemos discutido, las elecciones de la comisión electoral que viene, el apoyo que tenemos entre los dos países con las fuerzas armadas es importante, los esfuerzos sobre el narcotráfico que existen en todas partes”, dijo Dodd en un español bastante fluido. Añadió que el proceso electoral en el país es un punto de discusión y aclaró que “no es el trabajo de Estados Unidos decidir elecciones en Nicaragua, pero como país tenemos interés en el proceso. En ver cómo va”.
En tanto, Corker —apoyado por una intérprete— dijo que le complació mucho haber abordado “temas de interés común”, como las relaciones de cooperación entre las fuerzas armadas de ambos países, la lucha contra el tráfico de drogas y personas; pero también haber hablado de “preocupaciones”, porque ésa es la forma en la que los países se relacionan, “discuten temas de forma abierta”.
Los senadores enviaron un saludo al presidente Daniel Ortega, a través del vicepresidente Morales Carazo, ya que el mandatario se encuentra en México participando en la Cumbre de Río, que inició ayer. Ortega fue el único mandatario que no recibió a los senadores durante su gira que duró cinco días e incluyó además a Panamá, Costa Rica, El Salvador y Honduras.
Morales explicó que se refirió al tema de la destrucción de los misiles tierra-aire Sam-7, que “desafortunadamente no se pudieron materializar”; el nombramiento del nuevo embajador de Nicaragua en Washington; las relaciones con Honduras y las reformas a la Ley Electoral.
En cuanto al reiterado reclamo de Ortega, quien insiste en que la cooperación no puede venir acompañada de “condicionamientos”, Morales Carazo coincidió en que ésta debe darse dentro de un marco de respeto mutuo, pero aclaró que hay algunas condiciones de orden financiero y de sentido común que son parte de la relación.
“Las de orden político son inaceptables, porque lesionan dignidades o soberanía de un país; son inaceptables, pero ellos tampoco las proponen”, dijo el funcionario, y aprovechó para recordar que el senador Dodd conoce muy bien a Nicaragua desde hace muchos años. “Yo lo conocí cuando él apoyaba a los sandinistas durante la guerra”, señaló.
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