El dictador Daniel Ortega cambió su postura de apoyo al régimen de Bashar al Assad luego de que este huyó de su país y se refugió en Rusia. De un mensaje de condena y rechazo hace ocho días tras la escalada del conflicto interno y el avance de los rebeldes, Ortega pasó a una postura conciliadora y de “respeto” a la decisión de los pueblos.
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El pasado 1 de diciembre, el régimen de Ortega y su esposa, Rosario Murillo, condenó y rechazó la escalada de ataques en Siria, tras la ofensiva que lanzaron los insurgentes previo a tomarse todo el territorio.
A través de un comunicado del Ministerio de Relaciones Exteriores, el dictador nicaragüense manifestó que la situación en Siria era “generada por el terrorismo internacional” y era un ataque “contra la soberanía de la República Árabe Siria”.
“Nicaragua se pronuncia en condena y rechazo a estas acciones que vuelven a poner en riesgo a tantos, que han sufrido, y sufren, los brutales atropellos de conocidas organizaciones terroristas”, dijo en ese momento.
“Estamos seguros de que la razón prevalecerá y el pueblo combativo de la hermana República Árabe Siria sabrá trascender estos peligrosos momentos, luchando con valentía, como lo han sabido hacer, para derrotar completamente los maquiavélicos intentos de dominar, desde la crueldad terrorista, el conocido coraje de esos pueblos. No a la destrucción, la zozobra y las rupturas culturales que caracterizan al terrorismo internacional”, expresaba el comunicado publicado por los medios oficiales.
Cambio de postura
El fin de semana, las fuerzas rebeldes en Siria entraron en Damasco, capital de Siria, y declararon el fin del régimen de Bashar al Assad, quien abandonó el país con su familia rumbo a Moscú, donde les han concedido asilo.
Este domingo 8 de diciembre, a través de una nota del Consejo de Comunicación y Ciudadanía, la dictadura orteguista publicó un nuevo pronunciamiento sobre Siria con un mensaje más ponderado, bajo el título: “Desde Nicaragua, pensando en Siria”.
La nueva postura de Ortega tras la salida de Assad afirma que “analiza” la situación de Siria y expresa su anhelo de que los pueblos “tomen sus propias decisiones”.
“En el gobierno de reconciliación y unidad nacional, de nuestra Nicaragua, bendita y siempre libre, analizamos la situación en la hermana república de Siria y como siempre nos convocamos, y convocamos, al respeto y la no injerencia, destacando la sabiduría de los pueblos, que, como en Siria viven su cultura milenaria, y por lo tanto, estamos seguros que sabrán encontrar caminos propios, tomando sus propias decisiones, en la madurez y saberes que les caracterizan”.
Relación de Nicaragua y Siria
Nicaragua ha mantenido una estrecha relación con Siria durante el régimen del dictador Ortega, quien ya tiene más de 17 años consecutivos en el poder.
Actualmente el embajador de Nicaragua en Siria, en calidad de concurrente con sede en Irán, es Ramón Alberto Moncada Colindres, hermano del excanciller Denis Moncada (quien ahora es “ministro asesor para políticas y asuntos internacionales”).
El ahora expresidente sirio Bashar al Assad compartía las mismas prácticas autoritarias de Ortega en Nicaragua, lo que ha tenido sumido a este país en una guerra civil desde 2011. Ese año, el ahora exgobernante sirio respondió de forma represiva a unas protestas civiles, lo que luego escaló a un enfrentamiento armado.
Según datos de organismos internacionales, el conflicto ha dejado medio millón de muertos.
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Bajo el régimen Bashar al Assad, Siria era aliada de Rusia e Irán, al igual que la dictadura orteguista, lo que los unía en un mismo bloque político a nivel internacional.