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Yeison Silva Fonseca, artista nicaragüense que se dedica a fabricar prótesis. CORTESÃA

Esculturas, pinturas y prótesis de piernas: Yeison Silva es una especie de Da Vinci nicaragüense

Se resume en una palabra: aventado. Sin experiencia y usando su habilidad con las manos, este escultor ha fabricado más de 100 prótesis de piernas para personas que no pueden conseguir una a través de hospitales por el alto costo de estas.

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Yeison Silva Fonseca es un pintor y escultor nicaragüense que se dedica a fabricar prótesis de piernas en Liberia, Costa Rica. Él explica que con sus prótesis ofrece una solución a personas que no pueden conseguir una a través de los hospitales de Costa Rica debido a los tediosos trámites y los altos costos.

El escultor señala que para conseguir una prótesis en Costa Rica primero se debe hacer la solicitud ante la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS). Después hay que esperar la aprobación, que puede tardar meses, y una vez aprobada, la persona tiene que pagar por la prótesis. “Una prótesis puede andar por los 2 o 3 millones de colonesâ€, es decir, entre 3,900 y 5,800 dólares.

Después del pago, la persona entra a una lista de espera mientras se fabrica su prótesis, hasta que finalmente se le entrega. Todo este proceso, contando con el dinero a mano y siempre que se cumpla con los requisitos solicitados por el hospital, puede tardar poco más de un año.

Yeison Silva en su taller fabricando una prótesis de pierna. CORTESÃA

“Cuando una persona pierde una pierna está desesperada. Hay personas que hasta mueren de depresiónâ€, comenta Yeison, quien asegura que sus prótesis tardan tres días en estar listas, desde el momento en que se la piden y le hace un molde a la persona, hasta el momento en que se la entrega.

Este nicaragüense ofrece tres tipos de prótesis a diferentes precios. Tiene la línea económica que cuesta 800,000 colones (1,570 dólares), la segunda opción cuesta 1,200,000 colones (2,355 dólares), y la prótesis premium que tiene un valor de 2,300,000 colones (4,513 dólares).

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“La premium que yo ofrezco es la que te van a ofrecer en 3 millones en un centro especializadoâ€, comenta. La prótesis premium está hecha de titanio, un material fuerte y resistente, además que es menos pesado que el aluminio o el acero. También permite a la persona hacer los giros comunes de la rodilla y el tobillo, así como agacharse y hacer flexiones. Las otras prótesis que él ofrece, no tienen esos detalles.

Desde 2022, este nicaragüense descubrió que podía hacer prótesis cuando un amigo le pidió como favor que le hiciera una, debido a que no podía obtenerla en un hospital. Él le dijo que sí y pronto más personas le pidieron una prótesis. Hasta la fecha, asegura que ha fabricado más de 100 prótesis.

Yeison dice que hay algunas que las ha dado gratis, “sobre todo cuando son niñosâ€, señala. También ha fabricado prótesis de brazos, pero la mayoría son de piernas.

Yeison suele regalar prótesis a algunos niños que las necesitan. CORTESÃA

El diseño de estas prótesis que hace Yeison son diferentes a las de los hospitales. Él trata de igualar el grosor de la pierna de la persona, así como el pie. Dice que el liner, que es donde el usuario pone el muñón, trata de hacerlo más grueso para que sea más resistente y no tenga que ser cambiado por la persona en corto tiempo.

“Mi meta siempre es que mi prótesis pese menos que las de los hospitalesâ€, para que la persona pueda utilizarla de manera cómoda, dice y asegura que sigue estándares de fabricación de prótesis, hace mediciones y alinea bien los materiales para que la persona no se lesione la espalda o la cadera al usar sus prótesis.

Yeison también ha fabricado prótesis de brazos y manos. CORTESÃA

Abandonado

Yeison Silva Fonseca tiene 30 años. La vida lo obligó a convertirse en una persona “aventadaâ€, afirma, desde que su madre lo abandonó a él y sus hermanos menores a los 18 años. “Ya no los puedo mantenerâ€, les dijo la mujer antes de irse a vivir con su nueva pareja. Lo único que les dejó, dice Yeison, fue la casa en donde vivían.

Para entonces, él ya conocía su talento para el arte. Lo descubrió por casualidad una vez que vio a un señor pintando un mural en el colegio donde él estudiaba. Tímidamente se acercó donde el hombre y le pidió que le diera clases de pintura. “Me dijo que no, pero después entendí que es porque tenía demasiado trabajo y no se iba a poner conmigo a estarme enseñando y yo sin pagarleâ€, recuerda.

Yeison nació en León, Nicaragua, el 9 de junio de 1994, pero se crio en una comarca llamada La Virgen, en Posoltega. Su padre tenía problemas de alcoholismo y le daba maltrato a la familia, así que su mamá se fue con Yeison y sus dos hermanos menores donde unos familiares que tenía en Costa Rica. Lo hizo para separarse definitivamente del hombre y buscando una vida mejor.

La familia llegó a Costa Rica de manera irregular y se asentaron en un pueblo llamado Sardinal de Carrillo, en Guanacaste. Entonces, Yeison tenía 7 años y al poco tiempo fue que conoció al hombre que pintaba el mural en el colegio. Después de que el hombre rechazó ser su maestro, Yeison se puso a dibujar y a pintar por su cuenta.

En el colegio “era algo rebeldeâ€, relata. El artista confiesa que no se le daban muy bien los números y tampoco las letras. “Yo llegaba a clases a dibujar y la profesora me regañaba para que pusiera atención, pero después ella misma me inscribió en un concurso de pintura ahí en el colegioâ€.

Para ganar el concurso debía pintar un mural ecológico. Yeison recuerda que él pintó un río que pasaba por esa comunidad y le puso animales y árboles grandes. Eso le bastó para ganar el concurso.

Uno de los cuadros pintados por Yeison. CORTESÃA

En toda su etapa escolar se dedicó a pintar y cuando cumplió 18 años, sin haber terminado su secundaria, su madre le dijo que ya no iba a hacerse cargo de él ni de sus otros dos hijos. Yeison cuenta que él empezó a buscar trabajo para sobrevivir con sus dos hermanos, pero se le dificultó mucho. El hermano de Yeison tenía 16 años y entró al mundo del alcohol y las drogas, mientras que su hermana de 13 años, quedó embarazada y se fue a vivir con su pareja.

Yeison, por su parte, empezó a buscar trabajo en lo que le saliera. De jardinero, en construcción y luego consiguió que lo contrataran para dar clases de pintura en un hotel para extranjeros. Como no hablaba inglés, le pidió a un amigo que le enseñara lo básico para poder comunicarse con los turistas que recibían su clase.

También hacía shows de pintura en vivo que consistía en pintar un cuadro en una hora con música de fondo, mientras el público apreciaba. Por esas presentaciones le pagaban 100 dólares.

En ese lugar fue donde Yeison se dio cuenta de que también tenía talento para la escultura. Un día, el dueño del hotel le pidió que le hiciera una estatua, pese a que él no tenía ni idea de cómo hacerla. “Yo soy una persona aventada. Yo no iba a decir que no. Yo no sabía cómo lo iba a hacer, y la hiceâ€.

Con un molde improvisado y una gran cantidad de cemento, Yeison entregó la escultura y el hombre le pagó 600 dólares. A partir de ahí, el nicaragüense se dedicó a hacer figuras porque le dejaban más dinero.

En 2022, Yeison hizo una escultura de La Última Cena. CORTESÃA

Hacía animales, árboles y hasta personas, y los negocios turísticos como hoteles y restaurantes lo seguían contratando para que les hiciera murales. Así, el hombre se fue ganando la vida por varios años en la zona costera del pacífico costarricense, hasta el año 2017, cuando se quedó sin empleo.

“El que mucho abarca, poco aprieta y ya empecé a no cumplir con algunos trabajos y perdí varios. Otros que no me los pagaron porque me tardé en entregarâ€, cuenta. Para su desgracia, en esos días, unos ladrones se metieron a la casa donde vivía y le robaron sus herramientas de trabajo. “Ya no tenía ni trabajo ni herramientasâ€.

A pesar de que tomaron caminos distintos, Yeison seguía en contacto con sus hermanos e incluso con su mamá, a quien dice que no le tiene rencor. Mientras él estuvo ganando dinero, de vez en cuando le ayudaba a su hermana y a su mamá, pero no a su hermano porque no quería darle dinero para vicios.

Estando en las malas, la hermana de Yeison le pidió que le hiciera un mueble de madera y le prometió que se lo pagaría. Prestó herramientas para hacerlo y al terminarlo, su hermana le dijo que no tenía dinero, pero que tenía un televisor pantalla plana que podía llevarse. “Agarré esa pantalla y me fui a cambiarla por una motosierraâ€.

Con esa motosierra, Yeison se fue al río a cortar madera de los árboles y se puso a fabricar muebles para venderlos. “A los dos meses yo ya estaba recuperado y me fui comprando mis herramientas otra vez†hasta que volvió a hacer esculturas y murales, cuenta.

Algunas de sus esculturas se encuentran en la vía pública, como una de un árbol con osos perezosos que se encuentra en el parque central de una ciudad llamada Orotina, y también un enrome dragón que es uno de los atractivos de un zoológico llamado Ponderosa, en el norte de Costa Rica.

Este dragón fue hecho por Yeison y se puede apreciar en Ponderosa. La persona en la foto es la madre de Yeison. CORTESÃA

“Haceme una prótesisâ€

En 2022, un amigo de Yeison sufrió un accidente en motocicleta y perdió su pierna. “Yeison, vos que hacés de todo, haceme una prótesisâ€, le dijo el amigo después de contarle lo complicado que era conseguir una a través de un hospital. Como Yeison nunca dice que no, pues él se aventó a hacerla.

Para fabricar aquella primera prótesis, Yeison no sabía por dónde empezar así que comenzó a ver videos sobre cómo se hacía una prótesis y a leer cómo funcionaban. Junto con su amigo se fue a una ferretería a buscar los materiales. “No sabíamos qué andábamos buscando, pero preguntando fuimos encontrandoâ€, dice.

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Esa primera prótesis fue hecha con tubos de aluminio, como los que usan las bicicletas, y con un ajuste de rosca en la parte superior para que su amigo pudiera acomodarla a una funda que se ponía en su muñón. Al terminarla, antes de entregársela a su amigo, la subió a sus redes sociales y más personas que no habían podido conseguir una, lo contactaron para que les fabricara una.

Yeison continuó con los videos e investigando la manera de mejorar su diseño y así fue encontrando mejores materiales como el titanio, la fibra de vidrio y la fibra de carbono, que son más resistentes y menos pesados que el aluminio.

Yeison muestra una de las prótesis que hizo para un joven que perdió su pierna. CORTESÃA

Además del cambio de materiales, Yeison cubre sus prótesis con pintura automotriz y le pregunta a sus clientes por el color o si quieren algún diseño en particular. Eso es parte del servicio que él ofrece.

Para fabricarlas, explica, primero toma medidas de la persona y hace un molde de la pierna y del pie. En el caso de las premium, les hace una especie de rótula en la rodilla y en el tobillo para que la persona pueda moverlos, y en la parte superior, le pone el liner hecho a base de silicona. Una vez que está lista, la pinta y hace los retoques finales.

Los materiales ya no los compra en ferreterías, sino que los trae del extranjero. Su esposa es originaria de China, y conocidos de ella los compran en ese país y se los envían a Costa Rica.

Yeison ahora está dedicado a la fabricación de las prótesis, pero también sigue pintando en sus tiempos libres y haciendo esculturas por encargo.

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