Pensilvania es clave en las elecciones en Estados Unidos 2024, lo mismo que sus casi 600,000 votantes latinos registrados.
De su relevancia en las votaciones dan cuenta especialistas (como este o este) y se muestra con la cantidad de dinero invertida en publicidad ($124.6 millones de dólares), el número de visitas de los candidatos presidenciales durante la campaña, —el estado ha tenido 13 visitas de la demócrata Kamala Harris y 11 del republicano Donald Trump—, así como los resultados de las elecciones pasadas en las que los ganadores tuvieron sólo un pequeño margen de diferencia sobre el perdedor.
Por ejemplo, en 2016, Donald Trump ganó a Hillary Clinton por sólo 44,292 votos (lo que representó una diferencia de 0.7%), mientras que Joe Biden superó a Trump por un margen de 80,555 votos (1.17%) en las elecciones de 2020.
Durante la campaña electoral de 2024, ambos candidatos se han acercado al llamado “cinturón latino” de Pensilvania. Pero ¿qué es y dónde está?
El cinturón latino está conformado por un grupo de ciudades en el valle Lehigh y otras áreas del suroeste del estado, donde algunas de las comunidades latinas han crecido hasta 7 veces su tamaño poblacional en las últimas 4 décadas. Lo muestran las siguientes estadísticas:
En 1980, sólo el 1.3% de la población de Pensilvania era latina; en 2000, este número aumentó al 3.2%, y actualmente, se estima que el 8.9% de los habitantes se identifican como hispanos o latinos, según datos de la Oficina del Censo de 2023.
Y, aunque la población latina más numerosa en ese estado está en Filadelfia, con más de 250,000 latinos (16% de sus habitantes), otras localidades muestran proporciones más altas de este grupo demográfico: Reading (69%), Hazleton (63%), Allentown (54%), Lancaster (40%), York (38%), Bethlehem (30%), Wilkes-Barre (29%) y Scranton (16%).
En ciudades como Hazleton, Pensilvania, la población latina aumentó del 5% al 62% sólo en las últimas dos décadas, según las estimaciones del Censo de julio de 2023.
El crecimiento de latinos incluye diversos grupos: puertorriqueños, dominicanos y mexicanos, quienes han revitalizado comunidades desindustrializadas que llegaron a formar parte del “cinturón de óxido”, dice A. K. Sandoval-Strausz, profesor de Historia y director de Latina/o Studies en la universidad Penn State, en entrevista con Factchequeado.
Con una población de casi 600,000 votantes latinos elegibles en Pensilvania, cada voto puede ser decisivo, subraya el investigador, quien ha estudiado el tema: “En unas elecciones muy reñidas como estas, cada voto cuenta”, señala. “Es una elección que probablemente se va a decidir por un margen estrecho, de unas cuantas decenas de miles de votos”.
La empresa AdImpact rastrea la compra de publicidad política y encontró que 4 de las 10 ciudades donde más están invirtiendo las campañas de Donald Trump y la de Kamala Harris están en Pensilvania, con más de 281 millones de dólares, según datos de septiembre de 2024.
Del cinturón de óxido al cinturón latino
Antes de que emergiera el término “cinturón latino”, muchas de estas áreas eran parte del llamado “cinturón de óxido” (rust belt, en inglés), que describía la región noreste y medio oeste de Estados Unidos afectada por el declive industrial. Sandoval-Strausz explica que “el término ‘cinturón de óxido’ se ha vuelto obsoleto, ya que la base económica de las ciudades ha cambiado significativamente”.
“De hecho, si esos latinos no hubieran llegado, no hubieran invertido en casas y negocios en varias ciudades en Pensilvania”, dice.
En todo Pensilvania, el 53% de los latinos son puertorriqueños, más de 472,000, según el Censo. Luego, el 13% son mexicanos; el 11%, dominicanos y el 3%, cubanos. Un número de 727,506 de personas hablan español en casa.
“En varios estados como Pensilvania, 10 o 20,000 votos van a hacer la diferencia entre quién gana o quién pierde, si Harris o Trump. Y si tenemos más de medio millón de latinos registrados para votar en Pensilvania, ellos van a ser clave”, analiza Domingo García, anterior presidente nacional de LULAC (League of United Latin American Citizen) y el actual presidente de LULAC Adelante PAC, en entrevista con Factchqueado. En esta elección, LULAC apoya a la fórmula Harriz-Walz.
La cifra clave es la proporción de puertorriqueños en la población hispana de Pensilvania, constituyen más de la mitad de los latinos en el estado, señala Sandoval-Strausz, un porcentaje cinco veces más alto que a nivel nacional, que es de 9.5%.
“Los puertorriqueños han sido ciudadanos estadounidenses de nacimiento desde el Jones-Shafroth Act de 1917 y, por eso, todos tienen derecho de votar”, dice el profesor de Penn State University. Pueden votar si no están en Puerto Rico y residen en los 50 estados o en DC. “Ya que colonias de puertorriqueños han existido en la zona continental de Estados Unidos durante muchas décadas, estas comunidades tienen una larga tradición de participación en la política estadounidense”, agrega.
Para García, especialmente el voto de los puertorriqueños registrados en Pensilvania será crucial después de que el comediante Tony Hinchcliffe dijera en un mitin de Trump en Nueva York que Puerto Rico es “una isla flotante de basura“.
Además de Pensilvania, los otros seis estados péndulo son Carolina del Norte, Georgia, Michigan, Wisconsin, Arizona y Nevada.
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