Nicaragua recibe más ingresos por remesas que por exportaciones de productos tradicionales. Hasta agosto de este año el saldo por comercio exterior, sin incluir zona franca, fue de 2,897.2 millones de dólares, por debajo de los 3,394.2 millones de dólares en concepto de remesas, según muestras oficiales.
Los ingresos de remesas inclusive superan los 2,259.9 millones de dólares que las empresas de zona franca aportan a la economía, un vuelco en las cifras que ocurrió tras la crisis migratoria que estalló en el 2021 después de tres años de recesión económica en Nicaragua y aumento de la represión del régimen de Daniel Ortega para garantizar su permanencia en el poder.
En el 2017, por ejemplo antes del estallido de la crisis política en 2018, las remesas sumaron al finalizar ese año 1,390.8 millones de dólares mientras que las exportaciones tradicionales, es decir sin incluir zona franca, alcanzaron los 2,585.3 millones de dólares.
La salida de casi medio millón de nicaragüenses ha dado reconfigurado el aporte de las exportaciones, que siempre habían sido el talón de Aquiles de la economía nicaragüense, en materia de productividad, diversificación e inyección de tecnología para poder aumentar los ingresos a mayor velocidad.
Antes del 2018, la empresa privada siempre había reclamado al régimen de Ortega una estrategia conjunta para acelerar los ingresos, un resultado que sin mayor esfuerzo y profunda transformación económica, como requerían las exportaciones, experimentaron los ingresos de remesas en los últimos cuatro años.
Solo bastó que la dictadura se enfocara que propiciar la salida de migrantes para conseguir lo que no pudo con las exportaciones: triplicar estos flujos externos. Solo el año pasado las remesas cerraron en 4,660.1 millones de dólares, mientras que los envíos fuera del régimen de zona franca ascendieron a 3,878.8 millones de dólares.
EE. UU., principal fuente
Según datos migratorios de Estados Unidos, en los últimos cuatro años fiscales un total de 445,100 nicaragüenses han cruzado la frontera de ese país, siendo el año fiscal del 2024 el de menor cruces desde el 2022, cuando se acentuó la crisis.
Estados Unidos ha sido el principal destino de la migración de los nicaragüenses y también de las exportaciones tanto de zona franca como de productos tradicionales. Al respecto, hasta agosto de este año ese país había generado a la economía nicaragüense 2,459.8 millones de dólares por exportaciones globales, mientras que las remesas desde ese origen eran 2,808.9 millones de dólares.
En el 2017, la relación de ambos indicadores saldos eran diferentes. En ese año, ese país había comprado a Nicaragua 1,012.5 millones de dólares- sin meter zona franca-, mientras que las remesas sumaban 769.2 millones de dólares. En ese año, zona franca aportó 2,638.1 millones de dólares, de los cuales la unión americana facturó 2,008.9 millones de dólares.
Es decir que las remesas provenientes de ese país antes de las crisis migratoria solo representaban el 21 por ciento de los 3,650.6 millones de dólares de las exportaciones globales de Nicaragua hacia Estados Unidos. Ahora rebasan su participación en más de un cien por ciento.
Tal es el vuelco que las remesas tuvieron en la economía que, según datos del Consejo Monetario Centroamericano, estas pasaron de representar el 13.25 por ciento del Producto Interno Bruto en el 2019 a equivaler el 26.14 por ciento al finalizar el año pasado.
Lea también: Estados Unidos advierte que Ortega inventa deudas de impuestos para confiscar empresas
Esperan llegar a los 5,000 millones
Y pese al protagonismo que han conseguido las remesas en la economía, el régimen de Ortega intenta minimizar su contribución al crecimiento de los últimos años.
“Creemos que este año volveremos a finalizar, o vamos a finalizar con más de 5,000 millones de dólares de ingresos por Remesas. Es un importante factor en la economía, pero sobre todo apoya el consumo porque lo reciben familias de muy bajos ingresos; y eso es bueno”, dijo el presidente del Banco Central de Nicaragua y operador económico de la dictadura, Ovidio Reyes el pasado 23 de julio en una entrevista en medios oficialistas.
Y agregó: “Pero el factor principalmente del crecimiento no está ahí, eso contribuye al gasto; el factor principal del crecimiento descansa en toda la dinámica que se refuerza de inversión, consumo, exportaciones, y también el concurso de las Zonas Francas que en otras ocasiones lo hemos señalado. Todo esto se refuerza y es lo que contribuye, y además el ahorro de las familias”.
Pese a ello, el mismo reporte sobre comportamiento del PIB en el segundo trimestre, el BCN dice que el
consumo individual de hogares e instituciones sin fines de lucro que sirven a los hogares (ISFLSH) o consumo privado registró un crecimiento interanual de 6.9 por ciento y de 7.7 por ciento en el primer
semestre del año; debido, en parte, a incrementos en las remesas procedentes del exterior, el crédito de consumo y el empleo.
Incluso los flujos de remesas están superando con creces la llegada de inversión extranjera, algo que no se observaba antes del 2017. En el primer semestre la Inversión Extranjera Directa (IED) en Nicaragua ascendió a 1,588.6 millones de dólares, es decir más del 50 por ciento de lo que representan las remesas hasta agosto de este año.
Lea también: Así se han ido gradualmente las multinacionales de Nicaragua en los últimos cinco años