Madre. A pesar de que su padre, el abogado Dagoberto Palacios Ruiz, se oponía a que Palacios siguiera el camino de la danza, su madre, doña Haydée Vivas de Palacios, le heredó la pasión por el baile popular y el magisterio. “Si viene de pie será bailarina”, le pronosticó el médico a la madre cuando atendió el parto de gemelos, en Masaya, el 21 de noviembre de 1945. Y fue bailarina.
María Estela. Su primera aparición al público fue a los 4 años cuando bailó la romántica danza tradicional María Estela en una velada de la escuela y fue acompañada por la marimba los Hermanos Palacios. “Con ellos aprendí a bailar en las calles de Masaya”, dijo Palacios en una entrevista a LA PRENSA.
María Estela es una danza tradicional del folclor de Nicaragua de carácter romántico y festivo, donde los bailarines representan a una pareja que corteja a través del baile. Los movimientos suelen ser suaves y elegantes, con pasos coordinados entre el hombre y la mujer.
Estudios. Haydée Palacios asumió la danza folclórica como una profesión a la que dedicó largos años de estudio. En 1971 estudió Folklore en la Universidad de San Carlos, de Guatemala, gracias a una beca. Ocho años más tarde entra a estudiar en el Instituto Interamericano de Etnomusicología y Folklore en Venezuela, en 1985 estudia en el Museo Nacional de Antropología de México y en 1987 en la Alta Escuela Coreográfica de Moscú.
Maestra. Al tiempo que estudiaba compartía sus conocimientos, convirtiéndose en una destacada maestra de danza folclórica. Comenzó en 1966 y dejó su huella en el Instituto Ramírez Goyena, en el Colegio Primero de Febrero (ahora llamado Rigoberto López Pérez) y en la Escuela Nacional de Comercio (ahora llamada Manuel Olivares), entre otros centros. Para julio de 2016 calculó en una entrevista que había dado clases a unos cuatro mil alumnos, la mayoría residentes en Managua.
Reconocimientos. A lo largo de su vida, Haydée Palacios recibió múltiples premios y reconocimientos. Por mencionar algunos: la Orden de la Independencia Cultural Rubén Darío a la excelencia artística; el Condado Dade de Miami le entregó las Llaves de la Ciudad en 1994 como reconocimiento a su labor fuera del país; en 1995 el Instituto Nicaragüense de Cultura le entrega el Diploma de la Excelencia Artística y en 1996 el Teatro Nacional Rubén Darío la condecora con una medalla. La ciudad de Masaya la declaró “Ciudadana Ilustre de la Capital del Folklore Nicaragüense”.
Sordos. En los años ochenta, Palacios fundó el primer grupo de bailarines sordos de Nicaragua, que se llamó ballet folclórico de la Escuela Nacional Melania Morales. Hizo giras internacionales y recibió premios con ellos. Uno de sus alumnos fue Juan Javier López, quien llegó a ser presidente de la Federación de Asociaciones con Personas con Discapacidad (Feconori).
Calle. A pesar de dedicarse a estudiar la danza folclórica con rigor académico, Palacios reivindicaba a la calle como su principal maestra. “La calle fue mi maestra, yo perseguía a los grandes de la danza tradicional”, dijo en una entrevista en referencia a los bailantes Alonso Montalván, un experto danzante del Baile de Negras y Ramiro Rodríguez, entre otros.
Ballet Folclórico Haydée Palacios. En 1970, Palacios fundó el ballet que lleva su nombre y ha sido clave en mantener vivas las tradiciones culturales y danzarias de Nicaragua a través de un trabajo meticuloso y apasionado. El ballet folclórico fue creado con el propósito de rescatar y difundir las danzas tradicionales nicaragüenses, en un contexto en el que las tradiciones populares estaban en riesgo de perderse debido a la modernización y a la influencia extranjera.
Investigación. El trabajo del ballet no se limita a las presentaciones, sino que también abarca investigación y documentación, formación de nuevas generaciones de bailarines y proyección internacional. La maestra Palacios se enfocó en la investigación de las raíces culturales nicaragüenses, recopilando danzas tradicionales, música, vestuarios y técnicas autóctonas, especialmente de las diferentes regiones del país, de tal forma que el Ballet Folclórico Haydée Palacios ha desempeñado un papel central en la promoción de la identidad cultural de Nicaragua a nivel nacional e internacional.
Repertorio. El repertorio del Ballet Folclórico Haydée Palacios es amplio y variado. Algunas de las danzas más conocidas que presentan incluyen el Güegüense, el Palo de Mayo, la Danza de los Diablitos, el Toro Huaco y la interpretación de danzas menos conocidas de diferentes regiones del país. Gracias a este ballet, muchas de las tradiciones danzarias nicaragüenses que estaban en peligro de extinción han sido documentadas, revitalizadas y mantenidas como una parte viva de la cultura contemporánea.