Seis meses después de ratificar los acuerdos y contratos de préstamo con la empresa china CAMC Engineering Co. Ltd. (Camce), Laureano Ortega Murillo colocó la primera piedra de las obras de ampliación de la pista y construcción del nuevo Aeropuerto Internacional de Punta Huete. Para muchos, la presencia del hijo de los Ortega Murillo es presagio de fracaso, porque aún recuerdan un acto similar que celebró en 2014, para inaugurar las obras del Gran Canal Interoceánico. Será hasta agosto del 2028 cuando se confirme si este proyecto avanza, o se suma a la lista de fracasos de Laureano.
Además, el inicio de las obras queda marcado por el secretismo que caracteriza al régimen Ortega Murillo y la duda sobre el origen de los 80 millones de dólares del pago inicial que tuvo que entregar para que arrancara el proyecto. Como el contrato se ratificó cuando el Presupuesto de 2024 ya estaba elaborado no incluye la partida, y no se sabe de dónde la tomaron o si incluirán el monto en alguna de las reformas que se realizan al Presupuesto antes que concluya el año.
Según el contrato, la empresa CAMC Engineering Co. Ltd. (Camce) diseñará y ejecutará la obra que contempla el uso de mano de obra extranjera, pero también de materiales, maquinaria y equipos traídos de China. Y aunque según medios oficialistas ya llegó un primer cargamento de equipos especializados, este no se refleja en el monto de las importaciones; ya que en el primer semestre del 2024 las compras en ese mercado mantuvieron un nivel muy similar al del año pasado.
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Pago adelantado de US$80 millones
Los contratos ratificados por los diputados de la Asamblea Nacional en febrero de 2024 detallan que el crédito para financiar esta obra ubicada en Punta Huete, San Francisco Libre, a 52 kilómetros de la capital nicaragüense, está dividido en dos tramos; el primero por 1,438 millones de yuanes (equivalentes a unos 200 millones de dólares), y el otro por 1,436 millones de yuanes (equivalentes a unos 200 millones de dólares).
El Ministerio de Hacienda y Crédito Público (MHCP), que aparece como contraparte del acuerdo, pagará por adelantado y en un solo pago el 20 por ciento, sin impuestos, de los casi 400 millones de dólares que es el monto total del préstamo. Este porcentaje equivaldría a unos 80 millones de dólares y los restantes 320 millones los aportará la empresa CAMC Engineering Co. Ltd. (Camce), encargada de la obra que debería estar lista en 48 meses, es decir, en agosto de 2028.
Además, el contrato blindó a la empresa y no al Estado de Nicaragua. Entre otras condiciones, establece que el crédito en general se pagará en un plazo de 15 años, con 4.5 años de gracia (equivalentes a 54 meses), y una tasa de interés de 5.2 por ciento. Mientras que el Estado de Nicaragua además del primer pago adelantado, pagará una comisión inicial de 1.3 por ciento sobre el monto; 0.7 por ciento de compromiso, 0.5 por ciento por apertura del crédito y 1 por ciento en concepto de gestión.
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Duplicará capacidad del actual
El calendario del proyecto establece que los primeros noventa días, una vez emitida la orden de inicio, la empresa debe construir las obras horizontales necesarias para ejecutar el proyecto, que durante los primeros ocho meses se dedicarán a la “culminación de los diseños y cuarenta meses a la construcción de la obra”. También establece que la empresa pagaría hasta un máximo del 10 por ciento del valor total del contrato, unos 40 millones de dólares, en concepto de multa por retraso en el plazo establecido para terminar la obra. Mientras que el periodo para la notificación de defectos es de un año.
Durante la inauguración de las obras el 15 de agosto, las autoridades aseguraron que el proyecto generará 3,250 empleos directos, y una vez que la nueva terminal aérea esté construida tendrá capacidad para atender a 3.5 millones de viajeros, es decir un poco más del doble de la demanda actual.
Los picos de viajeros atendidos en el Aeropuerto Internacional de Managua rondan 1.6 millones de pasajeros anuales. Según registros del Banco Central de Nicaragua (BCN), en 2017, es decir el año previo al estallido de la crisis sociopolítica y en pleno auge de la llegada de turistas, recibió a 833,400 viajeros y salieron por esa terminal, es decir que atendió en total a 1.62 millones de personas.
En 2023, en pleno auge del puente aéreo que promovió el régimen Ortega Murillo para acortar la ruta de los migrantes irregulares que buscan llegar a Estados Unidos, la terminal aérea recibió a 878,900 pasajeros, esta es la cifra más alta de su historia. Pero como solo 572,600 salieron por esa vía, en total solo registró 1.45 millones de usuarios.
Aeropuerto nuevo duplicará capacidad de carga
Con respecto a los vuelos, la capacidad del nuevo aeropuerto, que tendrá categoría 4-F, será de 35 mil vuelos anuales, incluidos vuelos directos desde Europa, Asia y África, cantidad que el actual aeropuerto de Managua solo recibió a partir de 2023, con la llegada de migrantes irregulares que usan esa terminal como trampolín para acortar su viaje a Estados Unidos.
Además, la promesa es que la nueva terminal también dinamice el comercio exterior, ya que tendrá capacidad para movilizar hasta 60 mil toneladas (alrededor de 1.32 millones de quintales) de carga por año, casi el doble de la capacidad actual. Al aeropuerto actual de Managua cuenta con una terminal de carga que brinda servicio de cargue y descargue a cuatro líneas aéreas que trasladan mercancías hacia y desde Norte, Centro, Suramérica y Europa.
El año pasado, según reportes del BCN, dicha terminal movilizó 32,600 toneladas (unos 717,200 quintales) de carga: 21,600 toneladas se enviaron desde Nicaragua al exterior y 11 mil toneladas entraron al país por esa terminal.
Igual que aseguraba con el Gran Canal Interoceánico, el régimen Ortega Murillo promete que el nuevo aeropuerto “impulsará el desarrollo económico y social del país, reactivará el turismo, atraerá nuevas inversiones, permitirá vincular directamente a Nicaragua con las regiones más alejadas del mundo, y convertirá a Nicaragua en un nodo de conexión de transporte, logística y comercio internacional”.
Todavía no hay impacto en las importaciones
Pese a que los medios oficialistas informaron que la nueva ruta marítima comercial abierta recientemente entre el puerto de Tianjin en China y el de Corinto en Nicaragua inició operaciones en junio con el traslado de los primeros equipos y maquinarias que se utilizarán en la construcción del nuevo aeropuerto, estas compras no impactaron el monto de las importaciones nicaragüenses.
Según reportes del BCN y del Ministerio de Fomento, Industria y Comercio (Mific) en el primer semestre de 2024 Nicaragua importó desde China 640 millones de dólares, que equivalen al 14 por ciento de las compras totales que el país hizo en el mercado externo en los primeros seis meses del año.
El monto es similar al del mismo periodo del año pasado y de mantener la tendencia igualaría los 1,228 millones de dólares que se compraron durante todo el 2023 en el mercado chino, compras que representaron el 15 por ciento de las importaciones totales del país.
Nuevo aeropuerto será nodo de conexión
Por su parte, Yan Hailu, vicepresidente de China Camce Internacional, asegura que maximizarán el uso de empleados locales y los capacitarán, y prometió entregarle al país “el aeropuerto más moderno en América Central”.
Esa promesa genera dudas por los antecedentes con el empresario chino y el Canal Interoceánico. Pero la posibilidad de construir una terminal aérea en Punta Huete, en la pista que se comenzó a construir en los años 80 durante el primer gobierno de Daniel Ortega para uso militar, también genera el temor de que resurjan las tensiones con Estados Unidos, que en su momento generó esa pista.
El temor surge porque la construcción se retoma en momentos en que las tensiones entre Estados Unidos, Rusia y China están escalando. La invasión rusa a Ucrania mantiene a Estados Unidos en un enfrentamiento indirecto con Rusia. A estas se suman las que genera la amenaza de China de retomar el control de Taiwán a más tardar en 2027, ya que Estados Unidos ha confirmado que actuará en defensa de la isla considerada por China como una “provincia rebelde”.