El régimen de Daniel Ortega ordenó este viernes a la Asamblea Nacional que aprobara un decreto de contratación de préstamos con China, por casi 400 millones de dólares, para impulsar la reconstrucción y modernización del Aeropuerto Internacional Punta Huete, el que será ejecutado por el Ministerio de Transporte e Infraestructura (MTI). La construcción de este Aeropuerto la inició Ortega para uso militar, durante su primer mandato en los años 80, y aunque nunca se concluyó, causó tensiones con Washington y no se descarta que la nueva obra reavive esas tensiones.
El temor de que se reaviven las tensiones que causó su construcción surgen porque su reconstrucción se aprueba en momentos en que las tensiones entre Estados Unidos, Rusia y China están escalando. La invasión rusa a Ucrania mantiene a Estados Unidos en un enfrentamiento indirecto con Rusia. A estas se suman las que genera la amenaza de China de retomar el control de Taiwán a más tardar en 2027, ya que Estados Unidos ha confirmado que actuará en defensa de la isla considerada por China como una “provincia rebelde”.
En este contexto, algunos analistas ven en esta obra la estrategia china de financiar proyectos de infraestructura con créditos onerosos que permiten a China tomar control de la infraestructura cuando el país se atrasa con el pago de la deuda. Y una base aérea a dos horas de la frontera con Estados Unidos seguramente no disgustaría a China.
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Diputados diligentes aprobaron sin objeción
Pese a la envergadura del préstamo, el régimen de Ortega ordenó a los diputados que el mismo se aprobara con trámite de urgencia, una condición que acelera el proceso y evita cualquier posibilidad de análisis por parte del Legislativo. El crédito lo aprobaron este viernes, sin objeciones por parte de los diputados, todos aliados de la dictadura.
El crédito está dividido en dos tramos. El primero es por 1,438 millones de yuanes (equivalentes a unos 200 millones de dólares), el cual será facilitado por la empresa China CAMC Engineering. Un segundo tramo es por 1,436 millones de yuanes (equivalentes a unos 200 millones de dólares).
El Ministerio de Hacienda y Crédito Público, que aparece como contraparte del acuerdo, se comprometió a pagar un 20 por ciento por adelantado de este préstamo y el restante lo aportará la compañía china, con sede en Pekín y representada por Yan HaiLu. Dicha compañía, además de facilitar una parte del crédito, será la encargada de diseñar y ejecutar la obra, que está situada a 52 kilómetros de Managua.
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Protege a la empresa china
El acuerdo del préstamo deja bien blindada a la empresa china, no así al Estado, ya que establece que el crédito en general se pagará en un plazo de 15 años, tendrá 4.5 años de gracia (equivalentes a 54 meses), con una tasa de interés de 5.2 por ciento.
Además el Estado deberá pagar una comisión inicial de 1.3 por ciento sobre el monto, un 0.7 por ciento de compromiso, otro 0.5 por ciento por apertura del crédito y 1 por ciento en concepto de gestión. El régimen de Ortega asegura que las condiciones del crédito cumplen con los lineamientos de endeudamiento del Estado.
Aunque no se establece fecha de cuándo se ejecutará el proyecto ni el periodo de desarrollo de la obra, el régimen dice que espera que el nuevo aeropuerto sirva de tránsito para 3.5 millones de pasajeros nacionales e internacionales, por encima de los 1.3 millones que en el 2023 se registró en el actual Aeropuerto Internacional Augusto C. Sandino, de Managua.
Según las aspiraciones del Gobierno, que ya una vez prometió una obra canalera que nunca se concretó, de construirse el aeropuerto, el mismo tendrá un rendimiento anual de movimiento de carga de 35,000 toneladas, y podrá recibir aeronaves de máxima capacidad.
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Aeropuerto para vuelos directos desde Asia y Europa
Además aspira a que el mismo pueda tener vuelos directos desde Irán, China, Rusia, Cuba, Canadá, Europa y Venezuela; tendría 20 rutas. El régimen confía también en que el costo del transporte aéreo en Nicaragua se abarate y que este sea el aeropuerto más grande de la región.
Se espera que la obra se ejecute en 48 meses y la misma arrancará 90 días después de que se dé la orden de inicio de construcción del proyecto, se lee en el documento. Para poder arrancar el proyecto, el régimen deberá entregar a la empresa china el anticipo del 20 por ciento del monto acordado en ambos tramos, que rondaría los 80 millones de dólares en ambos tramos.
El primer desembolso debe ocurrir dentro de un plazo de 12 meses, en caso contrario el acuerdo crediticio quedará sin valor legal, a menos que el régimen de Ortega y la empresa china mantengan conversaciones. El plazo de 48 meses contempla 8 meses para el diseño de la obra y 40 meses para ejecutarla y finalizarla.