En silencio y a través de una derogación de ley, el régimen de Daniel Ortega ordenó quitar exenciones a las iglesias de cualquier denominación a partir de ayer, cuando los diputados aprobaron un paquete de reformas de ley, que no solo creó un nuevo modelo de trabajo de las organizaciones sin fines de lucro, sino que también ajustó la Ley de Concertación Tributaria (Ley 822).
En lo referido a la reforma a la Ley 822, la dictadura ordenó derogar el numeral 3 del artículo 32 de dicha ley, que protegía a las iglesias y otras instituciones religiosas del pago del Impuesto sobre la Renta (IR) de actividades económicas.
Hasta antes de la reforma, el numeral 3 del artículo referido a las exenciones subjetivas, establecía que estaban exentos del pago del IR: “Las iglesias, denominaciones, confesiones y fundaciones religiosas que tengan personalidad jurídica, en cuanto a sus rentas provenientes de actividades y bienes destinadas exclusivamente a fines religiosos”.
Al quedar eliminado ese numeral de la Ley 822, según un especialista, todas las iglesias de cualquier denominación quedarán sujetas bajo el terrorismo fiscal que la dictadura ha sometido al sector privado y ahora a las instituciones religiosas.
Según el especialista, al quitarle la protección fiscal a las iglesias y las instituciones protegidas por el numeral 3 del artículo 32 de la Ley de Concertación Tributaria, esto implicará que estas al declarar sus ingresos, que abarcan ofrendas, diezmos, limosnas y otros flujos, quedarán sujetas al pago del IR, donde hay tasas de entre 10 y 30 por ciento, según el ingreso anual que se vaya a declarar.
Antes estos y otros ingresos por formar parte de “rentas provenientes de actividades” propias de la religión solo se declaraban ante el Fisco, pero no estaban sujetos al pago de impuestos. Tras quitarles la exención a los grupos religiosos, pasan a formar parte del régimen fiscal general, donde deberán ser gravados.
Incluso, los colegios religiosos, que se constituyeron como fundaciones religiosas, ahora también quedarán sujetos al régimen tributario. Viene un “infierno fiscal para las iglesias”, advirtió.
Las obligaciones anteriores
Hasta ahora, las iglesias y las instituciones religiosas solo estaban obligadas a cumplir las regulaciones establecidas en el artículo 33 de la Ley de Concertación Tributaria. En la misma se obligaba a:
Efectuar las retenciones correspondientes. Los contribuyentes que paguen a personas o empresas exentas, deberán informar mensualmente a la Administración Tributaria los montos pagados y las retenciones no efectuadas.
También debían pagar impuestos sobre las ganancias o renta que se generaba de actividades económicas lucrativas con terceros en el mercado de bienes y servicios. Es decir si una iglesia, por ejemplo, realizaba transacciones con otro sujeto gravable con fines lucrativo, la ganancia que se produjera de este vínculo estaba obligado al pago de impuestos.
Otra obligación de las iglesias y fundaciones religiosas estar sujetas a la fiscalización de la Dirección General de Ingresos y la Dirección General de Asuntos Aduaneros, según sea el caso. Esto aunque no pagaran impuestos sobre sus actividades y bienes religiosos.
También debían cumplir con obligaciones tributarias relacionadas con inscribirse, presentar la declaración, efectuar retenciones, suministrar información sobre sus actividades con terceros y cualquier otra que se determine en el Código Tributario.
El analista indicó que el ajuste deberá ser confirmado en La Gaceta, para que entre en vigencia y así se consuma la nueva embestida de la dictadura contra las iglesias.
Previo ordenó cierre de ONG religiosas
De esta manera, Ortega arrecia su guerra contra la Iglesia, ya no solo católica, sino también evangélica. La eliminación del alivio fiscal ocurrió un día después que la dictadura ordenó cerrar 1,500 organizaciones sin fines de lucro, que abarcó a iglesias evangélicas.
En total fueron eliminadas 678 asociaciones religiosas de confesión católica y evangélica, entre las que se suman la cancelación de Cáritas de Granada. Fueron canceladas organizaciones de las iglesias Betel, Bautista, Ríos de Agua Viva, Príncipe de Paz, entre las más reconocidas.
En los últimos meses algunas iglesias han denunciado que la Dirección General de Ingresos (DGI) y la Alcaldía de Managua las han obligado a pagar impuestos.
En julio del 2023, el régimen también ordenó de forma ilegal el cobro del Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI) a parroquias y templos evangélicos, pese a que el decreto ejecutivo número 3-95, aprobado el 31 de enero de 1995 incorpora a las instituciones religiosas dentro del grupo de exentos de este gravamen.
Las notificaciones de cobros de este impuesto fueron repartidas entre varias iglesias evangélicas y católicas en la primera mitad de ese año, pero fue hasta el mes de julio cuando algunos religiosos se atrevieron a denunciar la ilegalidad bajo condición de anonimato, pero presentando las notificaciones municipales recibidas.
Tras conocerse la reforma aprobada ayer por la dictadura en la Asamblea Nacional, cuyo poder del Estado está plenamente controlado, la vocera de la dictadura Rosario Murillo se refirió al paquete de reformas de ley como un “acto de solidaridad”.
Murillo se limitó a ahondar sobre el control que la dictadura tomó del trabajo de las organizaciones sin fines de lucro, al ordenarlas trabajar mediante un modelo de alianza con el Estado, a las que también se les ordenó quitar los beneficios fiscales.
“Hemos dicho en los últimos días que cada organización de acuerdo a su naturaleza o campo de acción, solicita la suscripción de Alianzas de Asociación al Ministerio del Interior o a la Cancillería, para ejecutar sus programas o proyectos, lo que pretendan ejecutar en el país, en el marco estipulado de respeto a las leyes de nuestro país y sobre todo sabiendo que su labor es de fraternidad y solidaridad, que, por lo tanto, no hay otras consideraciones que puedan esgrimirse alrededor de sus funcionamientos, ni exoneraciones, ni tratamiento especiales, en términos fiscales”, expresó Murillo, sin hacer referencia al zarpazo que ordenó contra las iglesias.