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Al menos seis embajadores se reparten una gran cantidad de embajadas de interés político para la dictadura orteguista. LA PRENSA

Los cinco “superembajadores” de Ortega: funcionarios leales a la dictadura

Embajadores hasta con nueve cargos diplomáticos: estos son los cinco funcionarios con mayor confianza en el servicio exterior por parte del régimen orteguista

La dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo tiene bien asignadas las embajadas, especialmente en Asia y África, entre sus personeros de confianza. Al menos cinco embajadores se reparten estos continentes y cargos diplomáticos, como parte del goce de plena confianza por parte del régimen orteguista.

Alba Azucena Torres, embajadora residente en Rusia y Sabra Amari Murillo Centeno, residente en Alemania, son las dos jefas de misión nicaragüenses que se disputan el primer lugar en el número de cargos diplomáticos asignados por el régimen orteguista, con nueve y siete puestos diplomáticos, respectivamente.

“Tienen que ser embajadores de gran confianza de Daniel y Rosario, para que tengan relación directa con ellos. Pero hay países que no aceptan que el embajador concurrente esté residiendo en determinados países vecinos, por cuestiones estratégicas o de intereses nacionales. Cuando se dan estos casos, se vuelve más cara la embajada”, dijo a LA PRENSA un exdiplomático que prefirió no ser citado por temor a represalias.

El dictador Daniel Ortega. Foto: AFP

LA PRENSA realizó un recuento de estos “superembajadores” del régimen orteguista y la cantidad de cargos diplomáticos con que cuentan actualmente.

Alba Azucena Torres empezó firmando acuerdos con Rusia

Alba Azucena Torres asumió como embajadora residente en Rusia el 6 de junio de 2022, pero antes de esa fecha ya firmaba acuerdos con Rusia en representación de la dictadura nicaragüense.

Por ejemplo, el 11 de diciembre de 2020 fue publicado en La Gaceta, diario oficial, el acuerdo presidencial 178-2020, en el que el dictador Daniel Ortega le otorgó plenos poderes a Torres para suscribir el memorándum de cooperación con la comisión económica euroasiática.

También, el 13 de diciembre de 2022, ya con el cargo de embajadora, a través del acuerdo presidencial 182-2022, Ortega le otorgó poderes para firmar ante Rusia un acuerdo sobre cooperación y asistencia mutua en materia aduanera.

Alba Azucena Torres Mejía, embajadora de Nicaragua en Rusia. Foto: Presidencia

Torres también cuenta con otros cargos, como embajadora concurrente ante Abjasia (país reconocido solo por Nicaragua, Venezuela, Nauru y Nicaragua), Osetia del Sur (país que no forma parte de la ONU), Bielorrusia, Mongolia, Armenia, Azerbaiyán, Kazakistán y Kirguistán.

Torres es poeta y escritora. Nació en 1958 en Tecolostote, Boaco y estudió su secundaria en el Instituto Nacional de Juigalpa Josefa Toledo de Aguerri, y según información de medios oficialistas se destacó en concursos literarios estudiantiles, tanto de poesía como de narrativa.

En 1982 viajó a Rusia e ingresó al Instituto de Literatura A. M. Gorki de Moscú, centro de estudios especializado en creación y traducción literaria, donde se graduó en 1998.

Ha publicado varios libros, entre ellos poemarios. Hasta 2021 era miembro de la Asociación Nicaragüense de Escritoras (Anide), de la Unión de Escritores de Rusia, y de la Academia de Literatura de la Federación de Rusia, de acuerdo con un perfil elaborado por LA PRENSA.

Sabra Amari Murillo Centeno

Sabra Amari Murillo Centeno es embajadora de Nicaragua residente en Viena, Austria, desde el 16 de marzo de 2021 y sobre ella recayó la representación concurrente de Nicaragua en Alemania a partir del 4 de abril de 2024, cuando el régimen decidió cerrar su sede diplomática en ese país.

Murillo Centeno tiene menos representaciones ante países que Alba Azucena Torres, pero en cambio, representa a la dictadura ante oficinas de organizaciones internacionales, desde antes de ser nombrada embajadora en Viena.

Sabra Amari Murillo Centeno, embajadora concurrente de Nicaragua en Alemania. LA PRENSA.

El régimen ha delegado su representación ante instancias internacionales como la Organización de Naciones Unidas, el Organismo de Energía Atómica (OIEA), la Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial (ONUDI), la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (Unodc), entre otras.

De Murillo Centeno se sabe que es nacida en Cuba, graduada en la Universidad Nacional de Ingeniería de Nicaragua (UNI) como arquitecta y extrabajadora de la empresa estatal Albanisa.

Lea también: Dictadura abre al menos 11 embajadas en lo que va de 2024: ¿mecanismo para facilitar el trampolín migratorio?

Según el sitio web Cercle-Diplomatique, Murillo Centeno se desempeñó como responsable de proyectos en Alba Social. Además, ostentó el mismo cargo en la Fundación Hugo Chávez Frías, iniciando su carrera diplomática en 2017, en el Ministerio de Relaciones Exteriores, como responsable de la Dirección de África y del Oriente Medio.

Mohamed Farrara Lashtar

Mohamed Farrara Lashtar quizás es uno de los representantes diplomáticos del régimen orteguista que más atención ha tenido, al ser sobrino del dictador libio, Muamar Gadafi.

Actualmente, Farrara Lashtar es representante residente de Nicaragua ante Kuwait y embajador concurrente ante el gobierno del reino de Bahréin, Arabia Saudita, Túnez, Qatar, Emiratos Árabes. Además, es asesor y delegado presidencial para África, Medio Oriente y Países Bajos desde el 19 de septiembre de 2019.

De esta forma, Farrara Lashtar cuenta con siete cargos diplomáticos, seis de estos como embajador.

Farrara Lashtar tiene 64 años. Llegó a Nicaragua a finales de la década de 1980 y poco antes de que el Frente Sandinista entregara el poder a la expresidenta Violeta Barrios, se le declaró ciudadano nicaragüense.

Mohamed Mohamed Farrara Lashtar. Foto: AFP

Según el Departamento de Estado de Estados Unidos —que sancionó a Farrara Lashtar el 15 de noviembre de 2021—, este tiene una residencia en Las Colinas, Calle de los Cerros, Casa 330, en Managua y usa tres pasaportes: uno libio (NG252351), otro nicaragüense ordinario (C1102007) y otro nicaragüense diplomático (A00000271).

Farrara Lashtar ha sido secretario privado de Ortega, es socio fundador de Canal 13 y representante de la empresa Agropecuaria Nicaragüense Árabe Libia (Anilib).

También, apareció entre los Panamá Papers como representante de una sociedad llamada Laurel Properties, registrada en 1998.

Farrara Lashtar tenía más embajadas, pero el 15 de marzo de 2024, a través del acuerdo presidencial 36-2024, Ortega lo despojó de dos embajadas: la de Turquía y la de República Argelina Democrática y Popular (Argelia).

Maurizio Gelli

Maurizio Gelli es embajador residente del régimen ante España desde el 25 de noviembre de 2022 y embajador concurrente ante Andorra, Grecia, República Checa y Gran Bretaña, último cargo otorgado el 19 de abril de 2024.

Según investigaciones previas de LA PRENSA, Maurizio Carlo Alberto Gelli es un italiano —nacionalizado nicaragüense— con experiencia ejerciendo cargos diplomáticos representando a Nicaragua, pero además tiene un pasado con vínculos cercanos a los crímenes que cometió su padre, exlíder de una logia masónica relacionada con la mafia siciliana.

Este italiano ha estado desde 2005 —bajo el gobierno de Enrique Bolaños (q.e.p.d.)— en la lista de representaciones diplomáticas del país, pese a que fue nacionalizado nicaragüense hasta en 2009, ya bajo la administración de Daniel Ortega, quien lo ha mantenido en varios cargos.

Maurizio Carlo Alberto Gelli, embajador de Nicaragua ante España. Foto tomada de las redes sociales

Maurizio es hijo del italiano Licio Gelli, un fascista confeso y orgulloso, líder de una poderosa logia masónica, que se vio envuelto en los mayores escándalos de la historia reciente de su país. Fue “Maestro Venerable” de la logia masónica Propaganda Due (P2) y se le relacionó directamente con la Cosa Nostra (la mafia siciliana).

La logia que lideraba Gelli fue vinculada a la quiebra del Banco Ambrosiano y él fue acusado de ser una de las mentes maestras detrás del peor atentado terrorista en la historia de Italia, ocurrido en la ciudad de Bolonia. El hecho ocurrió el 2 de agosto de 1980, en la estación de trenes de la ciudad. Las explosiones mataron a 85 personas y más de 200 resultaron heridas.

Luis Andino: el advenedizo

Entre los representantes de Nicaragua en el servicio exterior, es el que tiene menor preparación. Sin embargo, el régimen orteguista le ha asignado cuatro embajadas.

La primera representación fue en Burkina Faso, el 9 de noviembre de 2023. Al año siguiente, la dictadura le asignó la representación en Ghana, Togo y Níger.

Luis Andino junto al dictador Daniel Ortega. ARCHIVO

Antes de iniciar su “carrera diplomática”, Luis Andino fue un vitalicio líder estudiantil de la Unión Nacional de Estudiantes de Nicaragua (UNEN). Participó en el diálogo nacional defendiendo a la dictadura. En 2009 fue electo vicepresidente de UNEN en la Facultad de Humanidades y Ciencias Jurídicas de la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua (UNAN-Managua).

Se convirtió en presidente de UNEN el 19 de abril de 2016. Sin embargo, en 2010, el mismo Andino había dicho a LA PRENSA que UNEN era “una mafia”.

“UNEN es una mafia. Ya no velan por los intereses de los universitarios, sino que obedecen a determinadas decisiones de la política. Los estudiantes ya no se sienten identificados por los actuales dirigentes”, dijo Andino en 2010.

Los gastos que representa la carga de puestos diplomáticos

A consideración del exdiplomático consultado por LA PRENSA, la cantidad de embajadas o representaciones diplomáticas a estos “superembajadores” representa un gasto significativo para Nicaragua.

“Una de las normas diplomáticas no escritas, se requiere que al menos una vez al año, el embajador que no tiene su sede en ese país viaje a donde está acreditado. Si se estuviera cumpliendo con esa costumbre, estos súper embajadores representarían un altísimo nivel de gastos y con un presupuesto muy elevado”, señala.

No obstante, el presupuesto del Ministerio de Relaciones Exteriores de Nicaragua de 2024 no detalla cuánto se destina a los representantes del país centroamericano en el exterior.

“Si se está cumpliendo con esto, ayudaría a explicar por qué el régimen está cerrando embajadas o consulados en ciudades donde tradicionalmente han sido fuentes de apoyo financiero y diplomático o donde están sus verdaderos intereses”, puntualizó el especialista.

Además, aseguró que uno de los intereses de la dictadura es obtener respaldo político de estos países en donde ahora cuenta con representaciones.

“Definitivamente, la motivación es política para seguir a Rusia y de construir un grupo de países totalitarios y un escudo político de defensa ante organizaciones internacionales”, añadió.

11 embajadas en lo que va del año

En medio de los señalamientos al régimen por implementar un trampolín migratorio en Nicaragua, principalmente a través de la llegada de vuelos chárter, la administración nicaragüense ha abierto más embajadas y consulados en países donde no existe comunidad de nicaragüenses a las que pueda proporcionarles servicios.

La dictadura ha abierto embajadas en Burkina Faso, Zimbabue, Ghana, Etiopía, Turkmenistán, Líbano, Vietnam, Benín, Togo y Níger en lo que va del año y que hasta antes de 2024 no aparecían en las listas de embajadas de EmbassyPages, un sitio web especializado en embajadas y consulados, según revisiones realizadas por LA PRENSA.

Mientras el régimen cierra consulados en Estados Unidos y la Embajada de Alemania, abre las puertas diplomáticas a países con los que ha tenido muy poca relación. Especialistas en temas diplomáticos consultados anteriormente por LA PRENSA aseguran que el régimen podría tener intereses geopolíticos y migratorios.

Política embajada Nicaragua archivo

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