En teoría, los Dantos se han fortalecido con las incorporaciones de los experimentados lanzadores zurdos Carlos Teller y Leonardo Crawford a su staff de pitcheo en el Pomares, pero los Toros de Chontales no repararon en eso y le metieron los dos juegos sabatinos al equipo del Ejército pese a que los encuentros fueron en Managua.
Sin embargo, a través de los días seguro vamos a ver a Crawford funcionando con más precisión, algo que Teller ya comenzó a hacer desde que se unió al conjunto de Omar Cisneros. Pero el punto no es ese, sino que lanzadores que han viajado al extranjero a jugar, están de vuelta al país bastante rápido y esa no es una buena señal.
Es decir, no estamos celebrando el regreso de Crawford y de Teller porque hacen mejor a los Dantos. No, no de ninguna manera. Habría sido mejor para el beisbol nacional que les fuera bien en el extranjero porque eso abre puertas y motiva a otros lanzadores que aún no se atreven a dar ese salto a buscar mejores horizontes fuera del país.
Al final del día, con más jugadores fuera en ligas más exigentes, ellos se harán mejores peloteros, recibirán mejores salarios y la Selección Nacional podrá disponer de gente más fogueada para sus compromisos internacionales como las eliminatorias hacia el Clásico Mundial, Serie del Caribe o cuales sean los compromisos que haya.
“Hay que ir a jugar al extranjero”, aconseja Osman Gutiérrez, quien se unirá de nuevo a la Frontier League donde ha conseguido una llamativa evolución y se ha convertido en una pieza importante del equipo pinolero. Gutiérrez incluso lanzó en la Liga de Venezuela y una lesión lo dejó fuera del Pomares, donde fue botado por los Leones.
“En esas ligas uno aprende a prepararse bien, a llevar una rutina de trabajo de forma profesional. Se aprende mucho. Incluso estadios que cuando jugás la primera vez te parecen tan grandes, ya no te asustan cuando los mirás con frecuencia y, además, llenos de gente. Una cosa son los llenos que vemos en Nicaragua y otros los de fuera”, señala.
Ahora mismo Ronald Medrano, posiblemente el mejor lanzador del beisbol local, está dando pelea en la Liga Mexicana. Tiene 1-0 y 2.45 en 11 innings con los Rieleros de Aguascalientes. Antes le había mal con los Gigantes del Cibao en Dominicana. Vino a los Gigantes de Rivas y se fue a México, donde está luciendo muy bien.
El propio Teller es un ejemplo de lanzadores combativos que caen siete veces y se levantan ocho. Medrano no se vino a llorar al quedar fuera del Cibao, sino que agarró más fuerzas y está destacándose en México. De eso se trata, se tropezar y levantar más alto el pie. Pedro Torres es otro tirador que también le busca la vuelta a la vida.
El beisbol de Nicaragua va a mejor a medida que aumente la cantidad de prospectos que son firmados. En las academias se hacen mejores lanzadores y van creciendo a través de las Ligas Menores, pero muy pocos llegarán a las Mayores. Sin embargo, lo malo es tirar la toalla y conformarse con regresar. Hay seguir intentándolo.
Seguro Crawford no se dará por vencido y ojalá que pronto tengamos más nicas en el exterior, porque además de los firmados, esta es otra ruta para evolucionar y llegar a tener un equipo que haga un mejor papel en los eventos internacionales. Se asegura que Ángel Obando se marchará pronto y eso es muy bueno para él y para el beisbol.