El régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo dio a conocer, a través del Ministerio de Salud (Minsa), que toda actividad técnica científica y congresos nacionales e internacionales de salud en los que participen médicos del sistema público y privado tendrán que informarse con 15 días de anticipación a la Autoridad Nacional de Regulación Sanitaria.
Por medio de una circular, el Minsa informó que los representantes legales de las distribuidoras de medicamentos, laboratorios internacionales y nacionales que quieran realizar capacitaciones, lanzamientos de productos, congresos, tienen que dar aviso a esa institución dos semanas antes. Sin embargo, no se específica con qué fines.
La circular del Minsa, emitida por la directora general de la Autoridad Nacional de Regulación Sanitaria, Martha Ligia Rosales Granera, establece que este proceso debe ser coordinado con las Direcciones Generales de Servicios de Salud y Dirección General de Docencia del Minsa.
El documento tiene fecha del pasado 20 de abril.
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Esta acción es una más del régimen para tener control absoluto en todos los ámbitos del país. El pasado 16 de abril la dictadura puso bajo el “exclusivo” control del Ministerio del Ambiente y los Recursos Naturales (Marena) las actividades de monitoreo de la fauna y flora de Nicaragua, lo que limitará la investigación científica independiente.
Minsa impone más control al sector público y privado
Ana Quirós, experta en Salud Pública, en entrevista con LA PRENSA, resaltó que dicha misiva tiene como objeto “desmotivar que hagan sesiones de capacitación, de encuentro, que se junte la gente y, por otro lado, “expresar una vez más la voluntad de controlar absolutamente todo. Ya no solo se limitan al sector público sino que ahora lo extienden al sector privado, en el cual ellos no tienen potestad”.
Resaltó que dicha imposición también “le niega al gremio médico la posibilidad de informarse, actualizarse, debatir, porque estas actividades que se realizan de conversatorios, conferencias, coloquios, etcétera, lo que buscan es que se actualice el gremio médico, se informe de las nuevas tecnologías y avances, que además debatan sobre los alcances de esos avances, y con esto lo que está haciendo, sumado a lo que está pasando en las universidades, controladas por el Estado, es que está condenando al gremio médico y al sector salud en general a vivir en la ignorancia, a solo escuchar la voz del Estado y, sobre todo, que no puedan debatir entre ellos”.
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“Ahora, con dicha imposición, el Minsa les puede decir ustedes no pueden hablar de este tema o de otro, o no pueden hablar sin presencia del personal del Minsa. Entonces, lo que en realidad buscan es estar presente en absolutamente cualquier actividad para controlar lo que se dice y se deja de decir”, agregó.
La experta afirma que dicha medida no tiene antecedentes en el país, “es algo nuevo, porque básicamente a estos eventos acuden las personas que quieren, no son actividades obligatorias como las que ellos hacen, entonces, quienes tienen el interés, la voluntad y no tenían que pasar por el tamiz del Estado, no es una cuestión que se hacía antes. Es decir, si un laboratorio, clínica u hospital decide hacer una capacitación o aceptar que otra empresa o laboratorio llegue a realizar una capacitación el Minsa no tiene o no debería tener, porque ahora con la circular lo imponen, ninguna incidencia sobre esto”.
Más control a laboratorios
El epidemiólogo Álvaro Ramírez, radicado en Irlanda, valoró que con dicha circular el Minsa busca “controlar más a algunos laboratorios de empresas transnacionales”, con lo cual, consideró, “ahora va a ahuyentar más la entrada de medicamentos de marcas de transnacionales de las farmacéuticas, porque va a restringir el trabajo educativo, las ventas, tratando de mantener el monopolio que ejercen ciertas empresas médicas exportadoras que traen medicamentos desde la India a nuestro país”.
A juicio del especialista, el impacto de esto se podría “ver en que lo poco que queda de inversión farmacéutica en Nicaragua se va a ver cada día más restringida, porque si no pueden hacer las capacitaciones ni a los médicos del Minsa ni a los del sector privado, entonces, obviamente es una medida también para restringir de alguna manera la venta y distribución de medicamentos, que no estarían siendo pasados por la compañía que importan para el sector público, entonces, es una pieza más para restringir el acceso a los nicaragüenses para este tipo de medicamentos”.