La nicaragüense Dilian Judith Lazo Rodríguez, de 26 años, tenía apenas tres meses de haber regresado de España, donde migró por primera vez en febrero de 2022 con el objetivo de construir su vivienda en El Ayote, en el Caribe Sur de Nicaragua.
El 20 de febrero dejó su pueblo natal para emprender su travesía en busca del “sueño americano” en Estados Unidos, pero antes estuvo un par de días en Managua —según contó un pariente de ella a LA PRENSA— “arreglando unos documentos”.
Lazo Rodríguez era madre soltera de un niño de 8 años que dejó con la abuela paterna del menor; y emprendió el viaje de manera irregular, sola, echando mano de un coyote —traficante de personas — a quien le pagó con un dinero que tenía ahorrado y otra parte que pidió prestada.
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La joven madre llevaba consigo una maleta cargada de sueños. “Salió con las aspiraciones y sueños de darle un mejor futuro a su hijo de 8 años”, dijo vía telefónica su prima Ariana Astorga Miranda a este Diario.
Según la pariente, la joven intentó migrar a través del parole humanitario, pero fue estafada.
“Ella hizo la gestión del parole, pero a ella le robó una persona que le estaba haciendo la gestión. De un día a otro le dijo que no había podido hacer nada y ella le había entregado 1,000 dólares”, denunció.
Falleció en una casa bodega
Su recorrido para llegar a México duró entre 10 y 15 días. Ella se comunicaba a diario con su familia, en especial con su mamá Juana Rodríguez.
“Ella llamó y dijo que estaba enferma, que tenía hemorragia vaginal. Vivía en constante comunicación, el día que ella murió habló con la mamá y le dijo que no tenía la hemorragia, pero que siempre estaba el sangrado”, dijo su pariente.
La joven madre falleció el domingo 24 de marzo a las 5:00 de la tarde. Lo último que la familia conoció es que Lazo Rodríguez estaba en una casa bodega, en Tuxtla Gutiérrez, con diferentes migrantes.
“A ese lugar la llevó el coyote, nosotros no tenemos el contacto del sujeto, solo ella lo tenía. Estaba ahí escondida porque los cárteles son peligrosos”, afirmó.
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Por medio de una llamada, su madre se enteró que había fallecido.
“El domingo 24 de marzo a las 6:00 de la tarde, su mamá recibió una llamada donde le dijeron que había muerto, volvió a llamar y nadie le contestó, solo le mandaron una foto fallecida. Ella (su progenitora) está destrozada”, contó su prima.
Cuerpo está desaparecido
Actualmente la familia batalla en principio para dar con el paradero del cuerpo de la joven madre y después asumir los costos de la repatriación a su natal El Ayote. Debido a que los encargados de la bodega cambiaron a todos los migrantes de la casa bodega, se desconoce qué pasaría con el cuerpo.
“Era una muchacha llena de vida, alegre, con muchos sueños que ella deseaba realizar, hacerle mejora a su casa y darle una mejor vida a su hijito”, subrayó Astorga.
Enseguida mencionó que “la lucha es localizar el cuerpo, tiene un tatuaje por su hombro que dice ‘Judiel’ el nombre de su hijo, y segundo traerla, pero necesitamos ayuda, no tenemos recursos”.
La familia, según indicó su prima, se dispondrá a realizar las gestiones correspondientes ante la Embajada de México en Nicaragua.
Si usted desea apoyar a la familia puede hacerlo a través de las cuentas bancarias Lafise dólares al número 117295857 y en córdobas 800100035 a nombre de Pastora Soza Urbina.