De los 121 presos políticos que el Mecanismo para el Reconocimiento de las Personas Presas Políticas reporta en su informe de enero 2024, diez fueron detenidos antes de las protestas de 2018. Se encuentran en el Sistema Penitenciario Jorge Navarro conocido como La Modelo, la mayoría en celdas de castigo.
De estas diez personas presas políticas, nueve fueron detenidas en 2014, a excepción de una, quien guarda prisión desde 2011. Los diez se encuentran con estatus judicial de condenados.
El reo de conciencia con más tiempo tras las rejas es Marvin Vargas Herrera, detenido el 8 de mayo de 2011, sumas 4,706 días en las cárceles del régimen y el que lleva menos tiempo es Jairo Obando, con 3,523 días de prisión arbitraria.
El promedio de edad del grupo de 10 personas presas políticas previo al 2018 es de 53 años. La persona de menor edad del grupo tiene 39 años y tres personas se encuentran en el rango de edad de adultos mayores, siendo 70 años la edad máxima de este grupo.
Todo el grupo se encuentra recluido desde 2015 en celdas de la Dirección de Máxima Seguridad del Centro Penitenciario Jorge Navarro conocido como La Modelo en Tipitapa, a excepción de 1 persona quien está en las galerías: siete de ellos en el área conocida como “la 300” y dos en el área conocida como “el infiernillo”
El mecanismo indica que las celdas de máxima seguridad tienen menos ventilación que las celdas regulares. Las personas recluidas en este régimen se encuentran en mayor aislamiento, con visitas familiares menos frecuentes y solamente a través de un vidrio que les separa al momento de hablar. Tampoco suelen tener acceso a cocina ni salidas regulares a patio-sol.
Condiciones de salud crítica
Algunos de ellos presentan padecimientos como: diabetes, problemas renales crónicos, fuertes alergias y hongos en la piel, cáncer y gastritis.
El uso de las celdas de máxima seguridad, las condiciones de insalubridad de las celdas y los malos tratos y torturas han impactado negativamente en el estado físico de ellos, generando enfermedades como alergias por hongos, ceguera por la falta de luz, estreñimiento, dolores de hueso por los golpes y secuelas por covid-19. Así como también estrés, ansiedad y depresión.