Ha llegado el momento de proclamar que vivimos en un mundo del revés y lo estamos viendo con los últimos acontecimientos ocurridos esta semana. Empezando por Rusia, el nuevo zar Vladímir Putin según el escrutinio llevado a cabo ha ganado “las elecciones” fake que convocó de acuerdo con la Constitución rusa y según las autoridades electorales las ha ganado con un 87 por ciento de los votos y un alto grado de participación.
Esas “elecciones” en las que no había un candidato alternativo con posibilidades de ganar, extienden por seis años más la presidencia de Putin al frente del gobierno ruso, hasta el año 1931, y con este completa su quinto mandato consecutivo como presidente de la Federación Rusa.
Para nadie es un secreto que al reafirmar su poder lo hace después de una farsa electoral o simulacro de elecciones, como sucede en todos aquellos países donde hay una dictadura y también que ya supera incluso en años de gobierno a Stalin y no se queda atrás en sus métodos mafiosos de gobierno y de asesinatos en contra de todos aquellos que se le oponían, principalmente su contendiente Alexéi Navalny quien murió en condiciones muy sospechosas en una cárcel de Siberia, que podría haber sido el único que enfrentándosele en unas elecciones libres, transparentes y vigiladas, que le ganase a unas elecciones.
Vladímir Putin, padece la enfermedad del culto a la personalidad, de arrogancia, prepotencia y se cree el mesías del pueblo ruso, y quiere volver a la Rusia de los zares, y de ahí que quien se le oponga en ese propósito no tiene más que dos opciones, la muerte o el encierro perpetuo, testimonio de ello han sido a lo largo de su mandato la muerte de la periodista Anna Politkovskaya, Alexander Litvinenko, Boris Nemtsov y Sérguei Skripal, entre los más conocidos, pero no los únicos.
No olvidemos que para volver a la antigua Rusia Zarista, o la URSS, a Putin no le ha temblado la mano empezando con la guerra desatada contra Ucrania, por el hecho de seguir extendiendo el poder territorial, en una guerra en la que se ha puesto de manifiesto que su poder armamentístico, no ha doblegado el brazo a este país valiente y noble, cuyo pueblo sigue después de dos años de guerra sin conseguir su objetivo de arrasar a Ucrania y someterla política, social y culturalmente.
Occidente ha sido y sigue siendo el gran aliado del pueblo Ucranio, con EE.UU. a la cabeza y todos los países de la Unión Europea y otros que no lo son, porque saben que si cae Ucrania, puede después caer los países bálticos Estonia, Letonia y Lituania y así desestabilizar a Occidente. Tanto EE.UU. como los otros países que componen la UE y la OTAN, han gastado miles de millones de dólares para sostener el esfuerzo que Ucrania con su ejército compuesto por valientes soldados que aman a su patria, siguen resistiendo y saben que ellos son los baluartes de los principios y valores que sostienen las democracias occidentales.
Ahora en una entrevista concedida después de saber lo que ya sabía, que había ganado unas elecciones hechas a su medida ha dicho que había llegado a la convicción de intercambiar a Alexéi Navalny por espías rusos en cárceles de Alemania, y ha llegado a la ignominia más grande al decir que “así es la vida”, lo que demuestra una vez su melomanía y su apego al poder y su sangre fría como el hielo que cubre su país.
Para seguir en poder además de su cúpula de hierro compuesta por los grandes oligarcas, dispone de un aparato mediático que lo hace omnipresente en los periódicos, las redes sociales, la televisión y el temor a su poder a través de sus redes de informantes que se cuentan por millones en toda Rusia. Así no hay quien pueda oponérsele. Putin proclamó que esta victoria permitirá a Rusia ser mas fuerte y efectiva y que nadie podrá contra Rusia, porque según él son una familia unida y ha dicho que esta victoria, es la prueba que Rusia tenía razón al tomar el rumbo que ha elegido y se felicitó por la alta participación en su farsa electoral.
Pero aunque seguirá en el poder, ello no quiere decir que ganará la guerra, que sigue llamando “operación militar especial”, pues aunque ha disminuido un poco el apoyo de sus aliados especialmente norteamericanos, por la oposición de los republicanos en seguir dando miles de millones destinados a defensa de Ucrania, los europeos con Alemania, Francia y Reino Unido han prometido no decaer en su soporte material al ejército ucraniano.
En la última reunión de Macron, presidente de Francia, el canciller de Alemania, Olaf Scholz y el de Reino Unido, Rischi Sunak, ellos han prometido que su ayuda en vez de decrecer aumentará exponencialmente especialmente en la entrega de material militar de última generación tecnológica como misiles, drones, tanques seguirán llegando a Ucrania.
Seguir destacando que lo único que le hace quizás más fuerte al dictador del Kremlin es poseer un arsenal de armas atómicas, con las que de vez en cuando amenaza, pero sabe que el arsenal atómico no sólo es exclusivo de Rusia, pues los EE.UU. dispone también de esa arma al igual que Francia, Inglaterra, Israel, India, Pakistán y que su uso por parte de Rusia, esta no quedaría indemne ya que significaría el armagedón o la destrucción del mundo en el que vivimos. Ucrania, es el escudo que puede y de hecho lo está haciendo de parar el avance del dominio ruso hacia occidente, ya que si sale derrotada abriría un flanco que despejaría el camino al dominio ruso en sus ansias de seguir queriendo volver a ser considerada como la única que puede desestabilizar al mundo.
Ojalá esta situación no pueda ser nunca una realidad y que solo exista en la mente del desquiciado mental que ha vuelto a “ganar” unas elecciones, que no son tales sino un simulacro para aparentar que es un país democrático y con valores y proyectos beneficiosos tanto para Rusia como para los otros países que le siguen. Esta es pues una muestra palmaria de que el mundo camina al revés.
El autor es abogado nicaragüense residente en España.