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Hasta hace pocas semanas, Marvin Aguilar era el hombre de confianza de Rosario Murillo en la Corte Suprema de Justicia (CSJ), una institución que en los últimos meses ha visto barridas de funcionarios que no están alineados con el régimen de Daniel Ortega, o de personas que han perdido la confianza que alguna vez les tuvo el partido sandinista.
“La Corte está paralizada”, señala Yader Morazán, un exfuncionario del poder judicial y quien aún tiene muchos conocidos en la Corte que le cuentan lo que está pasando a lo interno. Sus fuentes le indican que Aguilar fue “democionado” de su cargo, aunque sigue llegando a su oficina. “Solo el viernes pasado no llegó. De ahí, ha llegado todos los días”, señala Morazán.
Por separado, otra fuente que trabaja en la Corte y que solicita anonimato, confirma lo señalado por Morazán e indica que la democión de Aguilar, quien era el “presidente en funciones” de la CSJ tras la salida de Alba Luz Ramos, fue “por tomarse atribuciones que no le competen”.
Marvin Aguilar lleva casi 30 años como magistrado del poder judicial. Empezó a tomar notoriedad a partir de la barrida que hubo en 2023 y que fue ejecutada en la Corte por el comisionado general Horacio Rocha, la cual hizo que la antigua presidenta de ese poder del Estado, Alba Luz Ramos, fuera separada de su cargo al igual que los magistrados Virgilio Gurdián y Yadira Centeno. En 2022 ya había sido purgada la magistrada Ileana Pérez.
En la Corte los magistrados que quedan operando son: Marvin Aguilar, Juana Méndez, Armengol Cuadra López, Gerardo Arce Castaño, Armando Juárez López, Ellen Joy Lewin Downs y Manuel Martínez Sevilla. Todos ellos del partido sandinista y solamente Martínez Sevilla es liberal.
Después de Ramos, el siguiente en la fila de sucesión era Marvin Aguilar, vicepresidente de la Corte y secretario político del Frente Sandinista en el poder judicial, sin embargo, ahora se presume que ha caído en desgracia y despojado de su poder a lo interno de la Corte.
“Es un viejo chismoso, bichero, cepillo con la Rosario (Murillo)”, señala la fuente del poder judicial. Morazán coincide y agrega que es “medio campechano. Se las tiraba de intelectual. Siempre ha sido cero a la izquierda y lo sigue siendo. No tiene funciones. Es ornamental”.

Seguridad del Estado
Marvin Ramiro Aguilar García es oriundo de Juigalpa, Chontales y en esa zona empezó con su trabajo de abogado a mediados de los años ochenta. Una persona que lo conoció en esa época lo recuerda trabajando para la Seguridad del Estado en 1986, en donde se hizo cercano de Lenín Cerna.
Según la fuente, Aguilar no fue un operador ni estuvo en tareas de espionaje, como las que solían hacer en la Seguridad del Estado de los ochenta, sino que se convirtió dentro del poder judicial en ficha de Lenín Cerna, quien, cuando necesitaban presionar a alguien a través de la vía legal, lo hacían con ayuda de Aguilar.
En esos primeros años dentro del poder judicial, Aguilar se hizo muy amigo de Orlando Corrales, magistrado de la Corte entre 1986 y 1993.
Fue de la mano de Corrales que Aguilar llegó a ser juez del Tribunal de Apelaciones de Chontales y desde ahí alcanzó la magistratura del poder judicial en 1996. “Él no tenía grandes méritos en aquel entonces, sino que llegó por puro amiguismo y favores políticos a ser magistrado”, indica la fuente que lo conoció.
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Entre su etapa de abogado, juez y magistrado, Aguilar tuvo un cambio en su manera de ser. “Era tranquilo, hasta humilde te podría decir, pero cuando lo pusieron en el Tribunal se volvió pedante y ya cuando era magistrado, mucho peor. Como que se le subieron los humos”, detalla la fuente.
Desde 1996 que fue nombrado magistrado, Aguilar no ha salido de la Corte y según su viejo conocido, aún mantiene contacto con Lenín Cerna, pero también con Néstor Moncada Lau, lo cual genera fricciones con Rosario Murillo.
El poder en la Corte
El pasado 31 de octubre de 2023, en la Corte circuló un memorándum que confirmó por primera vez la destitución de Alba Luz Ramos como presidenta de ese poder del Estado y también mencionaba a Aguilar como “presidente en funciones”.
“Con instrucciones del doctor Marvin Ramiro Aguilar García, magistrado presidente en funciones de este Supremo Tribunal… se concede asueto con goce de salario el día jueves dos y asueto a cuenta de vacaciones el día viernes tres de noviembre”, detallaba la comunicación firmada por el secretario de la Corte, Rubén Montenegro Espinoza.
Desde que el exmagistrado y padrino de bodas de Daniel Ortega y Rosario Murillo, Rafael Solís, dejó su cargo en 2019 y desertó del Frente Sandinista, Marvin Aguilar asumió la secretaría política del partido en el poder judicial.
Esto lo convirtió en el ejecutor de las órdenes políticas que llegaban desde El Carmen, pero también lo fue alejando de Lenín Cerna y acercándolo más a Rosario Murillo. La fuente judicial, por su parte, señala que no está claro si Murillo confía plenamente en Aguilar debido a su vieja amistad de más de 30 años con Cerna.
El 21 de diciembre de 2020, el departamento del Tesoro de Estados Unidos sancionó al magistrado. “Aguilar está en contacto directo con el presidente Daniel Ortega y la vicepresidenta Rosario Murillo y, según se informa, coordina la persecución de los miembros de la oposición a favor de la democracia”, detallaron las autoridades estadounidenses en un comunicado.

En el poder judicial también le reconocen ser el encargado de que los jueces apliquen las orientaciones que llegan desde El Carmen, además de las interpretaciones que la Corte debe hacer a las leyes.
La sanción impuesta por Estados Unidos también dio algunas luces de las tareas de Aguilar en la Corte, pues, además de mantener comunicación con Ortega y Murillo, “es el encargado de que los partidarios del régimen sean seleccionados para puestos claves y como secretario político nacional, asesora directamente al presidente Daniel Ortega y a la vicepresidenta Rosario Murillo”.
El medio de comunicación Divergentes publicó la semana pasada que una de las razones por las que Aguilar fue presuntamente separado de la Corte recientemente, fue por ocultar parte de su patrimonio personal a la pareja dictatorial. Esto se sumó al hecho de que Aguilar no siguió instrucciones directas de Rosario Murillo y trató de reintegrar a la Corte a algunos de los funcionarios que fueron despedidos de sus cargos en 2023.
Por otro lado, LA PRENSA reportó que Aguilar tuvo “roces y cuestionamientos a órdenes directas de Murillo”, y una de las fuentes, cuya cabeza rodó en noviembre de 2023 precisamente por instrucciones de Aguilar, explicó que parte del personal despedido del Registro Público de la Propiedad hizo llegar una denuncia al más alto nivel policial sobre sospechas de propiedades adquiridas irregularmente en los últimos años por el magistrado mediante manipulación y alteración de datos en los libros y el sistema informático.
“Es algo que ya se venía manejando desde diciembre (de 2023) en la Corte, que al magistrado lo habían quemado sus propios colaboradores cuando fueron despedidos en la barrida de noviembre pasado”, detalló la fuente.
Otra persona que trabaja en el poder judicial detalló que el mismo comisionado general Horacio Rocha llegó a la Corte para decirle a Aguilar que quedaba separado de su cargo y que esperara instrucciones de Rosario Murillo.