La defensa del 6 por ciento para las universidades fue la excusa más utilizada por Daniel Ortega para promover asonadas, paros de transporte y mantener el país en vilo. Así lo hizo entre 1990 y 2006 cuando lideró la oposición, pero tras 17 años consecutivos en el poder, ahora considera que las partidas con porcentajes fijos del Presupuesto son malas. Hay que poner límites, advirtió el diputado Gustavo Porras, al justificar la anulación del 4 por ciento al poder judicial. Entonces, no sería raro que reduzcan el 6 por ciento de las universidades, pues a las alcaldías ya no les entregan el 10 por ciento que establece la ley.
“Tener partidas presupuestarias porcentuales ligadas al volumen de presupuesto existente pareciera bueno, pero no es bueno. No es bueno porque cuando tenés niveles presupuestarios como los que se están desarrollando en la actualidad con todo el empuje, con toda la fuerza de la economía y del manejo de la finanzas en nuestro país y alcanzás niveles de 120 mil o 130 mil millones (de córdobas)… eso no puede ser así, no, todo tiene su límite”, sentenció el diputado Gustavo Porras, durante el discurso de rendición de cuentas que ofreció en su calidad de presidente de la Asamblea Nacional.
El diputado opositor Eliseo Núñez califica como cínica la posición que ahora asume Porras, cuando desde la oposición fue uno de los principales defensores de estas partidas, que garantizan autonomía, separación de poderes y Estado de derecho. “Lo primero es el cinismo, después que defendía los porcentajes cuando estaban en la oposición, ahora le parecen malos”, critica Núñez.
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Partida fija del Presupuesto da autonomía
Además, Núñez explica que las partidas con porcentajes fijos tienen como objetivo garantizar autonomía a las instituciones que las reciben, porque no tienen que negociar cada año el monto asignado. “En una democracia ayudan a darle forma a la separación de los poderes y al Estado de derecho. Lo que pasa es que en la situación actual de Nicaragua, hasta el mero hecho de pasar leyes en la Asamblea ha perdido el valor, pues está claro que se hace la voluntad de Ortega y su familia, no la de los nicaragüenses”, lamenta Núñez.
Por su parte, el economista y exreo político desterrado, Juan Sebastián Chamorro, considera que la posición crítica que ahora asume Porras en contra de las partidas con porcentaje fijo del Presupuesto, por las que siempre lucharon mientras estuvieron en la oposición, refleja la sumisión de la dictadura a los designios del Fondo Monetario Internacional (FMI) y otros organismos internacionales que siempre se opusieron a este tipo de asignaciones.
Chamorro explica que el FMI se opone a estas partidas porque el Presupuesto debe obedecer a las necesidades del momento del país y con las partidas del 6 por ciento a las universidades, 10 por ciento a las alcaldías y 4 por ciento al poder judicial se paralizaba el 20 por ciento del total solo con tres entidades. En cambio, ellos consideran que se debe responder a necesidades puntuales. Porque quizás esas instituciones en un año necesitan esa cantidad, pero en otro pueden requerir menos y si en algún momento está desarrollando algún plan de expansión pueden necesitar mucho más.
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¿Desde cuándo daban el 4 % del Presupuesto a la CSJ?
Chamorro añade que este tema siempre se discutió con el Fondo Monetario. “Pero como ahora la dictadura se ha vuelto más fondomonetarista que el FMI, ahora sí son malas esas asignaciones, porque ellos son los que están manejando el Presupuesto. Entonces en este sentido lo que está haciendo Porras es simplemente seguir las directrices del Fondo Monetario Internacional”.
Porras, quien desde su cargo de secretario general de la Federación de Trabajadores de la Salud (Fetsalud) y coordinador del Frente Nacional de los Trabajadores (FNT), durante 16 años le garantizó a Ortega el apoyo de los sindicatos en las huelgas que impulsaba, justificó la reciente reforma que anuló la partida del 4 por ciento del Presupuesto que le asignaba el artículo 159 de la Constitución al poder judicial. “Entonces el 4 por ciento son aproximadamente 5 mil millones (de córdobas)… entonces ahí van tus 5 mil millones… eso no puede ser así, todo tiene su límite”, insistió.
Según el diputado oficialista, revisaron con los diputados de mayor antigüedad y nadie recuerda de cuándo surgió esa partida del 4 por ciento. “Pero eso se te vuelve un rollo, porque tener partidas presupuestarias porcentuales ligadas al volumen de presupuesto existente pareciera bueno, pero no es bueno”, señaló Porras.
Solo queda la del 6 % de las universidades
Hasta hace pocas semanas las partidas con porcentaje fijo del Presupuesto General de la República eran cuatro, dos de ellas consignadas en la Constitución Política. La primera en el artículo 125 que establece que las universidades y centros de educación técnica superior, financiados por el Estado, recibirán una aportación anual del 6 por ciento del Presupuesto General de la República. La segunda, que anularon recientemente, estaba incluida en el artículo 159 y fijaba en no menos del 4 por ciento la partida anual que debía recibir el poder judicial.
La tercera partida con porcentaje del Presupuesto fijo está en la Ley 466, Ley de Transferencias Municipales que contempla que desde 2010 las municipalidades deben recibir a través del Presupuesto el 10 por ciento de los ingresos tributarios. Y según el exdiputado Núñez, a estas tres se suma la práctica de destinar el 3 por ciento de lo recaudado a la Dirección General de Ingresos (DGI) y a la Dirección General de Servicios Aduaneros (DGA).
Sin embargo, la única que se mantiene intacta es la del 6 por ciento para las universidades. La de la DGI y la DGA desde hace varios años no se menciona en los presupuestos; y en los últimos años las transferencias a las alcaldías han oscilado entre el 6 y 8 por ciento de los ingresos.
El Presupuesto de 2024 establece que las transferencias para las alcaldías serán del 8 por ciento del monto estimado de los ingresos tributarios, que equivale a 10,356 millones de córdobas; y en 2023 les asignaron el 6 por ciento de los ingresos, que equivalió a 6,110 millones de córdobas.
¿Tocarán el 6 % de las universidades?
Bajo esta lógica con la que está actuando la dictadura, Chamorro considera que el siguiente paso será reformar nuevamente la Constitución para anular lo referido a la partida del 6 por ciento para las universidades. “Básicamente lo que está diciendo Porras es que las universidades estén listas y estén preparadas para una revisión de su 6 por ciento constitucional, porque el Presupuesto ya subió a 130 mil millones de córdobas y es mucha plata la que se le está dando a las universidades”, refiere.
Además, critica que las asignaciones presupuestarias que por años usaron como bandera de lucha mientras estuvieron en la oposición, ahora las ataquen y eliminen, solo porque es la plata que quieren utilizar para sus propios intereses.
La lucha por garantizar la partida del 6 por ciento constitucional para las universidades, además de huelgas y protestas violentas, provocó muertos. Sin embargo, el control absoluto que ahora ejerce Daniel Ortega sobre los sindicatos y las organizaciones estudiantiles le garantiza que no haya ningún tipo de protesta si reduce esta partida. Tal como ocurrió en los últimos años con la confiscación y cierre de unas treinta universidades.
