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Ministerio del Interior en los años ochenta. Foto tomada de redes sociales

Este es el rosario de crímenes que ejecutó el Ministerio del Interior de los años ochenta, según el opositor Richard Sáenz Coen

Espionaje, persecución, asesinatos premeditados, ataques con explosivos, son algunas de las acciones criminales que se cuentan del llamado Mint, recuerda el médico exiliado

El médico exiliado Richard Sáenz Coen recordó los crímenes más conocidos que se le atañan al antiguo Ministerio del Interior (Mint), y que le dieron fama de “temible” y “tenebrosa”, institución en los años ochenta, durante el primer régimen del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN).  

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Sáenz Coen, también empresario confiscado y ex preso político, es “sobreviviente de las tenebrosas cárceles sandinistas” en el contexto de la represión armada contra las protestas civiles de 2018.

Como otros opositores a la dictadura de Daniel Ortega, Sáenz manifestó en su cuenta X (antes Twitter) que “al Mint se le achacan una larga lista de horrendos crímenes contra la humanidad y hechos sangrientos, ejecutados por la temida Seguridad del Estado (DGSE), en complicidad con el ejército sandinista y la policía sandinista”.

Sáenz, quien también trabajó como médico de cabecera de los Ortega Murillo y fue asesor del Ministerio de Salud, recordó que el Mint fue fundado por Tomás Borge Martínez el 22 de agosto de 1979, bajo el primer régimen del FSLN, que en ese entonces estaba encabezado por los nueve comandantes de la revolución sandinista, “quienes gobernaron Nicaragua con mano de hierro por más de una década”.

Con la restauración del Ministerio del Interior por parte de la actual dictadura de Daniel Ortega, que lleva más de 16 años en el poder, Sáenz dijo que se oficializan los actos represivos, la persecución, el espionaje político y otras arbitrariedades que se han vivido en el país con más intensidad desde 2018, cuando comenzó la represión armada contra las protestas civiles, que dejó más de 300 muertos, según informes de organismos internacionales de defensa de derechos humanos.

MINT era una red de espionaje

Recordó que bajo la dirección de Tomás Borge y Luis Carrión, ministro y viceministro de esa institución (respectivamente), montó “todo un sistema de espionaje y persecución contra los que ellos consideraban ´enemigos de la revolución´, la lista se extendía desde políticos, médicos, abogados, diplomáticos hasta miembros de la Iglesia católica”.

Miembros de la Dirección General de la Seguridad del Estado (DGSE), dependencia del Ministerio del Interior. Foto tomada de redes sociales

Las dependencias del Mint eran: Dirección General de la Seguridad del Estado (DGSE), Policía Sandinista, Sistema Penitenciario, Migración y Extranjería, Sistema Nacional Contra Incendios (Sinacoi), Sistema Nacional de la Opinión Pública (Sinop), entre otras.

“Entre todas estas dependencias destaca la tenebrosa Dirección Nacional de la Seguridad del Estado, DGSE, órgano de inteligencia del FSLN y el Sistema Penitenciario a cargo de las tenebrosas cárceles sandinista, donde padecieron toda clase de vejámenes miles de nicaragüenses”, manifiesta Sáenz.

Hechos sangrientos

El primer hecho sangriento que Sáenz atribuye a la planificación del Mint es la “Navidad Roja” del 24 de diciembre de 1981, cuando el Ejército Sandinista, a cargo del hermano del dictador Daniel Ortega, Humberto Ortega, asesinó a 64 personas, 13 fueron torturadas, hubo 15 desaparecidas en 17 comunidades miskitas de la Región Autónoma de la Costa Caribe Norte de Nicaragua, según la denuncia de la Comisión Permanente de Derechos Humanos (CPDH).

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El médico exiliado recuerda que “en este contexto se dio el desplazamiento forzado de comunidades miskitas a Tasba Pri. Organizaciones miskitas como Misurasata y Misura denunciaron campos de concentración, torturas, violaciones, amputaciones entre otras atrocidades”, todo esto en el contexto de una guerra civil y bajo la imposición de un Estado militar en Nicaragua, desde los guerrilleros sandinistas se tomaron poder por la fuerza en 1979.

Miembros de las comunidades miskitas de la Región Autónoma de la Costa Caribe Norte de Nicaragua cuando fueron sacadas de su territorio por los sandinistas. Foto tomada de redes sociales

Otros crímenes planificados por el Mint fueron los “asesinatos premeditados” del coronel Pablo Emilio Salazar Paiz y del dictador Anastasio Somoza Debayle, este último huyó del país tras el triunfo de la revolución sandinista en 1979, recordó.

Somoza Debayle fue asesinado en Paraguay el 17 de septiembre de 1980. “Considerados para algunos dictador y para otros como un luchador contra el comunismo, Somoza fue asesinado por una célula terrorista, por orden directa del Mint, bajo la dirección de Lenín Cerna”, escribió Sáenz.

Así quedó el carro donde viajaba el dictador Anastasio Somoza Debayle en Paraguay. Foto toma de redes sociales

Mientras que el coronel Pablo Emilio Salazar, conocido como comandante Bravo, fue asesinado en Honduras, en octubre de 1979 “por una célula sandinista dirigida por Lenín Cerna y Jorge Gorriarán Merlo, bajo la aprobación de la DGSE, dirigida por Tomás Borge y Hugo Torres”, indica.

El Mint es señalado de ordenar “asesinatos selectivos de miembros de la Contra”: “Pedro Joaquín González (Comandante Dimas) Septiembre de 1980. Considerado como el padre de la Contra Nicaragüense, fue asesinado por órdenes del Mint, tras haber sido parte del FSLN y revelarse contra este”.

Atentado de La Penca

También al Mint se le acusa del atentado terrorista a La Penca en mayo de 1984, “llevado a cabo con bombas para asesinar a Edén Pastora, quien en ese momento luchaba contra el régimen sandinista que había ayudado a entronizar. Ocho personas murieron, entre ellas tres periodistas, y varias más resultaron gravemente heridas.

Atentado de La Penca. Foto tomada de redes sociales

Además se cuentan miles de asesinados, torturados, violados y mutilados por órdenes de los sandinistas desde el Ministerio del Interior entre 1979 y 1990. Existen al menos 14,000 denuncias por crímenes horrendos contra la humanidad que aún esperan respuesta de parte de la justicia.

Otros hechos que se le atribuyen es la difamación y ataques a sacerdotes críticos de la Iglesia católica, entre estos contra el padre Bismarck Carballo en agosto de 1982. “Con la complicidad de Maritza Castillo; Tomás Borge, Luis Carrión, Lenín Cerna, formularon un plan para desacreditar al padre Carballo, vocero de la Curia y director de Radio Católica, implicándolo en un escándalo sexual”, apuntó Sáenz.

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