Las declaraciones de Hagari coincidieron con una noche de intensos bombardeos israelíes y otro apagón de internet en Gaza, según reportó, Rushdi Abualouf, periodista de la BBC en el terreno.
El corresponsal asegura que fue una noche “muy dura” y que si bien las comunicaciones se reanudaron la mañana del lunes, sigue siendo difícil obtener información desde la ciudad de Gaza.
Por su parte, el director del hospital Al-Shifa en dicha ciudad informó que la gente transportaba cadáveres en burros y en sus propios automóviles porque el servicio de ambulancias dejó de funcionar con el apagón.
Además, reportó 200 víctimas mortales durante la noche de bombardeos israelíes.
El ejército israelí insiste en que Hamás está utilizando hospitales en el norte de Gaza con “fines de combate”, algo que el director del hospital Al-Shifa niega y explica que el centro médico está abierto a inspecciones de la ONU.
Este lunes, el número de muertos en Gaza desde que Israel comenzó a bombardear el territorio ha llegado a 10.022, según el Ministerio de Salud de Gaza dirigido por Hamás.
Israel en las dos carreteras principales
Con la aparición la semana pasada de un tanque en la carretera de Saladino, la vía principal de la Franja de Gaza, que conecta el norte con el sur del territorio, quedó claro que aislar el tercio norte del enclave era una prioridad para Israel, informó Paul Adams, corresponsal de temas diplomáticos de la BBC.
Durante los días que siguieron se reportaron intensos combates en el terreno relativamente abierto entre la carretera de Saladino y la costa.
Varios edificios en la zona, como el Hospital Turco de la Amistad, quedaron atrapados en el fuego cruzado, mientras que otras estructuras, como la Universidad Al-Azhar, con sus nuevos y elegantes edificios financiados por Marruecos y Arabia Saudita, parecen haber sido completamente destruidos por los bombardeos del fin de semana.
Asimismo, la otra ruta que conecta el norte con el sur a lo largo de la costa, la carretera Al Rashid, estaba llena de vehículos blindados israelíes a finales de la semana pasada, añadió Adams.
Ataques en toda Gaza
Pese a los repetidos llamados de Israel a civiles en el norte de Gaza para que se desplacen al sur de la línea Wadi, que se encuentra justo a mitad de camino, ha quedado claro que el ejército israelí está atacando objetivos que considera clave en toda la Franja de Gaza.
Esto quedó aun más en evidencia con el ataque el sábado al campo de refugiados de Maghazi, ubicado en pleno centro de Gaza.
Pero el foco principal de las Fuerzas de Defensa de Israel está en la zona densamente urbanizada de la ciudad de Gaza y los campos de refugiados cercanos de Jabalia y al-Shati.
Israel cree que este es el principal bastión de Hamás.
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, declaró en los últimos días que la contraofensiva de sus fuerzas de seguridad avanzó más allá de las afueras de la ciudad de Gaza, que ha quedado completamente sitiada.
Israel sigue instando a más de 300.000 civiles en el norte a irse, pero aquellos que no quieren o no pueden abandonar la zona ahora están condenados a vivir en medio de una feroz batalla urbana.
El dolor de los familiares de los rehenes
El paso fronterizo de Rafah entre Gaza y Egipto fue reabierto este lunes para ciudadanos extranjeros o con doble nacionalidad y palestinos gravemente heridos que necesitan atención médica.
Rafah ha sido el único cruce abierto hacia y desde Gaza desde que Hamás atacó a Israel el 7 de octubre y el ejército israelí inició sus ataques de represalia.
Por otra parte, en Israel continúan los llamamientos para que el gobierno logre la liberación de los más de 240 rehenes -entre ellos mujeres, niños y ancianos- que el grupo islamista capturó en su incursión inicial, que dejó más de 1.400 israelíes muertos.
Adva Adar, cuya abuela de 85 años fue secuestrada por Hamas, le dijo a la BBC que confía en que la contraofensiva israelí tenga como objetivo liberar a los rehenes.
“Si están realizando una invasión terrestre en Gaza, entonces lo están haciendo porque esto puede ayudar a traer de regreso a los rehenes”, dice por teléfono desde Israel.
“Si no lo creo, no puedo tener esperanza. Y si no puedo tener esperanza, no tengo motivos para despertarme por la mañana. Necesito creer que ella volverá”, concluyó.
Blinken y sus mensajes complacientes para ambos campos
Análisis de Jeremy Bowen
Editor internacional de la BBC
El secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, está de vuelta en Medio Oriente.
Este lunes se encontraba en Ankara, la capital de Turquía, conversando con líderes turcos.
El funcionario estadounidense ha dado mensajes que su público quiere escuchar.
Por un lado, le aseguró al líder de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), el presidente Mahmoud Abbas, que después de la guerra, la organización debería tener un papel en Gaza.
También condenó la violencia de los colonos en Cisjordania, y afirmó que quiere reducir las bajas civiles palestinas en Gaza y mejorar las condiciones de vida.
Pero mientras sigue este discurso, también le dice a Israel que cuando tienes el 100% de apoyo, militar y diplomáticamente, sólo tienes que hacerlo de acuerdo al derecho internacional.
En la práctica, sin embargo, no veo muchos cambios.
Los estadounidenses parecen seguir disuadiendo a países como Irán y sus aliados de involucrarse en la guerra, y esto puede estar teniendo un impacto.
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