Aunque en los primeros meses de este año, gracias a las transferencias estatales vía presupuesto, las finanzas del Instituto Nicaragüense de Seguridad Social (INSS) registraron un respiro, que entre enero y agosto les permitió acumular un superávit de 370 millones de córdobas, la proyección oficial es que la entidad cierre el 2023 con un déficit de 3,595.8 millones de córdobas, y que en 2024 este hueco financiero llegue a 4,500.6 millones de córdobas. Esto se suma a que en 2021 las reservas técnicas de la institución se agotaron y se transformaron en una millonaria deuda.
De cumplirse la estimación oficial, el deterioro de las finanzas del INSS estaría entrando a su peor desequilibrio. Incluso más grave que en 2018, cuando el estallido de la crisis sociopolítica que todavía enfrenta el país, provocó el cierre masivo de plazas y la entidad perdió unos 200 mil afiliados, que a la fecha no ha recuperado en su totalidad.
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Según los reportes del Banco Central de Nicaragua (BCN), el INSS cerró el 2017 con una planilla de 914,196 asegurados. En agosto de 2023 solo registraba 790,466, es decir, que todavía tiene 123,730 cotizantes menos que antes del estallido de la crisis sociopolítica.
Las cifras del Presupuesto 2024
Desde el 2013, cuando por primera vez las finanzas de la institución registraron déficit, en ese momento de 201.1 millones de córdobas, la cifra comenzó a crecer cada año hasta alcanzar un pico de 4,739.9 millones de córdobas en 2018. A partir de ese año el hueco financiero comenzó a achicarse, pero de cumplirse las proyecciones oficiales, en 2024 el deterioro financiero alcanzaría niveles similares a los del 2018.
Según el proyecto de Presupuesto General de la República 2024 que actualmente está en proceso de consulta en la Asamblea Nacional, en 2022 el INSS acumuló un déficit de 993.25 millones de córdobas. La cifra es menor con respecto a los 2,091.8 millones de córdobas que el Ministerio de Hacienda indica en sus reportes mensuales de Finanzas Públicas.
Además, el proyecto de Presupuesto 2024 estima que en 2023 el Seguro Social tendrá 40,486 millones de córdobas en ingresos. Pero se calcula que el gasto de la institución será de 44,082 millones de córdobas y que hará inversiones en activos fijos por 874 millones. Por lo que la diferencia entre los ingreso y egresos provocará un déficit de 3,595 millones de córdobas. Es decir, comparado con el año anterior, el tamaño del hueco financiero se triplicará.
US$206 millones para el INSS entre 2020 y 2023
Con respecto a 2024, la proyección del proyecto de Presupuesto es que los ingresos sean de 42,482 millones de córdobas, el gasto de 46,992 millones y las inversiones en activos fijos de 483 millones de córdobas. El resultado esperado es que la diferencia entre los ingresos y los egresos provoque un hueco financiero de 4,500 millones de córdobas, cifra superior en mil millones de córdobas con respecto a lo estimado para este año.
La agudización de la crisis surge a pesar del incremento del aporte estatal, que a criterio de especialistas está destinado a cubrir el déficit de la institución. En los últimos años la situación financiera del INSS provocó que el Estado acelerara el pago de la llamada deuda histórica, calculada en unos 500 millones de dólares que se cancelarían en cincuenta cuotas anuales de 10 millones de dólares. Aunque no hay un informe oficial sobre el tema, todo indica que en 2022 esa deuda se canceló.
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Sin embargo, el Presupuesto General de la República sigue incluyendo partidas anuales bajo el concepto de aporte estatal para el INSS, que además crecen anualmente y superan con creces el compromiso de pago de 10 millones de dólares anuales. Solo entre 2020 y 2023 esas asignaciones sumaron unos 7,412 millones de córdobas (unos 206 millones de dólares), que equivaldrían a montos cercanos a los 50 millones de dólares anuales entre 2020 y 2022, y 60 millones de dólares en 2023.
¿Qué partidas sacrificarán para sostener al INSS?
Sin embargo, el proyecto de Presupuesto 2024 que actualmente está en proceso de consulta en la Asamblea Nacional destina la cifra más alta de los últimos cinco años, 2,242.8 millones de córdobas, que equivalen a unos 62 millones de dólares. Con la transferencia presupuestada para 2024 el monto total entregado al INSS en los últimos cinco años rondaría los 9,654 millones de córdobas (unos 268 millones de dólares).
Los especialistas han explicado que a pesar del déficit y del agotamiento de las reservas técnicas, el Estado tendrá que seguir garantizando los recursos necesarios para que la institución cumpla sus compromisos con los asegurados y pensionados. Sin embargo, han advertido que a futuro el cumplimiento de ese compromiso podría obligarlo a sacrificar otros beneficios sociales que también está obligado a cumplir, ya que los recursos del Presupuesto son limitados.
Mientras la crisis del INSS se sigue agudizando, Daniel Ortega continúa sin referirse al tema. Hasta ahora las autoridades no se han referido a si barajan alguna solución para esta crisis, que en 2019 intentaron resolver a través de una reforma que no se consultó con el sector empresarial y que elevó los porcentajes de cotización para empleadores y trabajadores y eliminó beneficios a los asegurados, pensionados y jubilados.
Reforma del 2019 no frenó la crisis
Dicha reforma fue más severa que la reforma fallida de 2018 que además de elevar los porcentajes de cotización y mermar beneficios, pretendía incluso tasar las raquíticas pensiones que reciben los jubilados. Decisión que provocó protestas sociales que obligaron a Ortega a revocar la reforma.
Sin embargo, la represión con la que sofocó las protestas desataron una crisis que sigue afectando al país. En medio de la radicalización de la represión, Ortega impuso su reforma en 2019, pero esta además de provocar descontento no logró frenar el deterioro de las finanzas del INSS que al parecer están entrando en una crisis más aguda.
Mientras tanto, el Presupuesto 2024 mantiene la orden de que a las Alcaldías que incumplan con el pago de las cotizaciones de sus trabajadores al INSS, el Ministerio de Hacienda les descontará los montos adeudados durante este año de las transferencias municipales que les corresponden y lo entregará directamente al INSS. Además, las que acumulen deudas al 31 de diciembre de 2023 “deberán ser sujetas de arreglos o convenios de pago con el INSS”.