Cuando Ismael Munguía decidió rechazar la oferta para jugar con los Tigres de Chinandega en Nicaragua y dedicar el tiempo muerto de la temporada para prepararse física y mentalmente para el siguiente año demostró pensar como un jugador de Grandes Ligas. Y ustedes se preguntarán: ¿qué tiene eso que ver con llegar a los más alto del beisbol?
El jugador latinoamericano tiene demasiado apego por su patria, extraña su comida, su círculo de amistad más cercano, “vagar” por las calles de su barrio, disfrutar el tiempo en familia y muchas veces la nostalgia no los deja evolucionar en el beisbol. Recuerdo que un jugador profesional me dijo: “ya quiero que termine la temporada para volver al país, estoy desesperado”. Eso me dejó pensando que, aunque físicamente estuviera en Estados Unidos, peleando un puesto, su mente estaba en Nicaragua.
En una entrevista Dennis Martínez me confesó lo siguiente: “Tuve que dejar de pensar como latino y ser frío y hasta a veces duro como los gringos para enfocarme en el juego y en mi futuro. Eso no significaba que olvidara mis raíces, sino que bloqueaba todo lo que me trajera nostalgia y me evitara avanzar. Cuando sos joven lo normal es quererte regresar”. Por eso es la famosa frase que muchos salen del barrio, pero el barrio nunca sale de ellos.
Te puede interesar: Tatiana Guzmán, de inspectora de Enacal a ser árbitra de la final del Mundial Femenino
Un scout importante que conocí en Estados Unidos me comentó el significado que los “jefes” te vean enfocado en tu verdadero objetivo. ¿Qué significa eso?, le pregunté: “que te vean trabajar todos los días, que les preguntes sobre el beisbol y tu desarrollo, que cuando termine la temporada pidas ir a un campamento especial, entre más sacrificios hagas mejor serás recompensado. A los equipos de Grandes Ligas no les gusta que sus prospectos vayan a algunas ligas latinoamericanas, pero aceptan muchas veces por la insistencia de los jugadores. Otra señal clara es estar listo al iniciar el Spring Training. Muchos llegan fuera de forma, los que llegan en las mejores condiciones son los que avanzan”.
Este año Munguía rechazó ir a jugar a los Tigres de Chinandega, escuchó a su agente y se dedicará a trabajar en sus vacaciones en un campamento especial, no tendrá descanso, corregirá sus errores, fortalecerá sus músculos y mentalidad. Puso a un lado jugar en Nicaragua y dejar de ver a sus familiares más cercano para luchar por sus sueños. Eso es pensar como un Grandes Ligas. Primero sacrificio y luego la recompensa.