El ciudadano Axel Balladares Merlo, de 31 años, lleva 1,020 días detenido en las celdas del Sistema Penitenciario de Granada. Fue acusado de los supuestos delitos de robo con intimidación, tenencia ilegal de armas y daños psicológicos.
El 16 de diciembre de 2020 fue arrestado en la Policía de Masaya cuando se encontraba tramitando un permiso de moto. Una fuente cercana afirmó que en un mes las autoridades policiales le hicieron llegar tres veces con el argumento de que le hacían falta papeles. “La última vez le dieron los papeles, lo dejaron montarse en la moto y ahí es cuando lo detienen. Lo dejaron en la Comisaría de Masaya”, agregó la fuente a LA PRENSA.
El Mecanismo de Reconocimiento de Personas Presas Políticas incluyó a Balladares Merlo en la lista de reos políticos a principios de 2023. Actualmente, a agosto de este año, el Mecanismo contabilizó 89 reos de conciencia, que permanecen en las cárceles del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo.
Detenido por antimotín
“Fue denunciado por una antimotín. Ella vive cerca de donde levantaron un tranque y él fue parte activa de las manifestaciones de 2018”, aseveró la fuente. Esta ciudadana simpatizante del sandinismo denunció que el preso político había entrado a robarle a su vivienda.
Durante el juicio algunos de los testigos presentados por parte de las autoridades fueron agentes de la Policía. “Las audiencias, la sentencia, no existe. Ni en los juzgados ni en el sistema”, indicó a LA PRENSA, agregando que no existió orden de captura y el caso tampoco existe en el Sistema Nicarao.
Aunque su detención cumple con el patrón represivo con el que las autoridades detienen a personas críticas al régimen, lo tratan diferente a los presos políticos. Las autoridades del Sistema Penitenciario de Granada han negado la existencia de reos políticos cuando los familiares han preguntado por el caso, las autoridades indican que todos los reclusos son “delincuentes”.
Quienes lo conocen los describen como un hombre trabajador. Es mecánico automotriz de profesión, pero laboraba en el mercado de Masaya vendiendo ropa y zapatos usados. Es padre de familia de dos menores de edad, un niño de 12 años y una niña de 7 años.
Luego que el régimen desterrara en febrero a 222 presos políticos, aún mantiene a 35 ciudadanos en sus celdas por motivos políticos.