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CONTENIDO EXCLUSIVO.La estrategia de Daniel Ortega de “oxigenar” las finanzas de la empresa que administra el Aeropuerto Internacional Augusto C. Sandino, mediante el libre visado a los cubanos, empieza a perder fuerza, lo que afecta también su idea de querer aparentar una recuperación en la actividad turística, con el ingreso de más viajeros desde el exterior por el aeropuerto de Managua.
Los números sobre el embarque y desembarque de pasajeros en el aeropuerto de Managua empiezan a acomodarse, luego de un 2022, en que el cruce de cubanos provocó un fuerte desbalance entre la cantidad de viajeros que llegaban por esa terminal y luego salían.
El desajuste fue tal que el año pasado el aeropuerto reportó el ingreso de 634,800 pasajeros, sin embargo, solo 312,400 volvieron a salir por esa misma vía, lo que coincide con el año de libre visado a los cubanos, que el régimen de Ortega anunció a finales del 2021, lo que ocasionó que estos llegaran a Nicaragua y luego por tierra se enrumbaran hacia Estados Unidos.
Es decir que 322,400 pasajeros no volvieron a utilizar el aeropuerto de Managua para retornar a sus países, mayoría de los cuales eran cubanos, ocasionando una crisis migratoria fuerte en las fronteras de Estados Unidos, lo que obligó al gobierno de Joe Biden a adoptar medidas este año para desalentar el cruce de isleños, venezolanos y nicaragüenses.
La llegada de cubanos permitió que las finanzas de la Empresa Administradora de Aeropuertos Nacionales e Internacionales dieran señales de recuperación, luego de varios años acumulando déficits, lo que puso presión al patrimonio y aceleró el endeudamiento de la misma para evitar la quiebra.
Tal fue la mejora que el año pasado la empresa que administra el Aeropuerto Internacional Augusto C. Sandino reportó un aumento del 95 por ciento de sus ingresos con relación al año anterior, lo que le permitió generar utilidades por 4.16 millones de dólares.
Se reduce distorsión
No obstante, nuevos números actualizados por el Banco Central de Nicaragua reflejan que la brecha entre el número de viajeros que entran y salen empieza a cerrarse. En los primeros cuatro meses ingresaron por la terminal 199,700 viajeros, de los cuales solo 176,600 volvieron a tomar un vuelo de retorno a sus países.
Es decir hay una brecha de 23,100 pasajeros, que seguirían siendo cubanos que, pese al anuncio del gobierno de Biden de expulsarlos de manera inmediata de la frontera, han optado por arriesgarse y seguir la ruta de los volcanes, como popularmente se le conoce en Cuba el trayecto de Nicaragua hacia Estados Unidos.
La brecha observada este año es 24.65 por ciento menor que la registrada el año pasado. En igual periodo, el Gobierno de Nicaragua reportó el desembarco de 191,700 pasajeros por el aeropuerto de Managua, pero solo 98,000 volvieron a salir por la terminal. Eso implicó que alrededor de 93,700 personas, en su mayoría cubanas, se enrutaran hacia Estados Unidos vía terrestre.
Tal fue la crisis que Ortega propició en las fronteras de Estados Unidos con su decisión de eliminar el visado a los cubanos, que las autoridades de ese país reportaron la captura de migrantes de la isla récord en sus fronteras el año pasado, superando al llamado éxodo del Mariel de 1980, cuando 125,000 cubanos salieron de ese puerto del oeste de La Habana rumbo a la Florida.
El régimen de Daniel Ortega estaría compensando parte de la pérdida de su negocio con el cruce de cubanos, que si bien no tienen un elevado gasto, pagan un impuesto por el uso de la terminal aérea, con el aumento de frecuencia y conexiones de las aerolíneas comerciales.
En julio, por ejemplo, la panameña Copa Airlines anunció nuevas rutas desde el aeropuerto Augusto C. Sandino: Managua-San José, Costa Rica y Managua-Ciudad de Guatemala. “Con la expansión de sus operaciones, Copa Airlines vuelve a posicionar al Aeropuerto Internacional Augusto C. Sandino como un ‘focus city’ clave para sus operaciones, consolidándose como el segundo operador de vuelos más importantes en el mercado nicaragüense”, resaltó el sitio Aviación de Nicaragua en Facebook.
También en abril pasado se informó que American Airlines tenía previsto comenzar a volar hacia Managua con dos frecuencias por día desde el Aeropuerto Int’l de Miami, a partir del pasado 5 de julio, llegando este segundo vuelo a Managua a eso de las 2:30 p.m.
La variación mensual
Según datos del Banco Central de Nicaragua, en enero ingresaron por el Aeropuerto de Managua ingresaron 51,000, de los cuales 45,200 salieron por esa misma terminal. Es decir que otros 5,800 no volvieron a tomar un avión.
El año pasado en enero, ingresaron 39,700, pero solo 25,500 salieron. Es decir un desajuste de 14,500, por encima del observado este año.
En febrero de este año ingresaron 44,500 viajeros, pero salieron por esa vía 38,900 personas, para un desbalance de 5,600. El año pasado en igual mes fueron 47,700 ingresos, pero solo 21,000 tomaron un vuelo, otros 26,700 lo hicieron por la frontera terrestre.
También en marzo de este año, ingresaron 52,100 pasajeros y solo 46,700 se fueron por ese mismo canal, es decir una brecha de 5,400. El año pasado la brecha era de 34,100, cuando entraron 59,700, pero salieron 25,600.
Y finalmente en abril ingresaron a Nicaragua 52,200 pasajeros, pero salieron 45,700 personas, para un desajuste de 6,500, lo que muestra un leve aumento con relación al movimiento migratorio en el primer trimestre de este año.
En tanto, el año pasado en el cuarto mes ingresaron 44,600 personas, de las cuales 25,900 salieron otra vez por el aeropuerto y otros 18,700 lo hicieron por otra vía.
Es decir que Nicaragua está recibiendo un poco más de 5,000 viajeros cubanos mensuales con rumbo a Estados Unidos, principalmente bastante menos que lo observado en las variaciones mensuales antes mencionadas.