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Rosario Murillo y Daniel Ortega. Tomada de El 19 Digital

Opositores desnacionalizados: “Ortega reforzó nuestro espíritu de lucha”

Tres opositores coinciden en que el despojo de su nacionalidad les da mayores puntos para luchar en común contra la dictadura Ortega Murillo

El retiro de la nacionalidad de más de 300 opositores y críticos al régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo “reforzó” la convicción de lucha por el retorno de la democracia en Nicaragua, coinciden tres opositores exiliados y declarados apátridas por la dictadura.

La dictadura ha despojado de su nacionalidad a 318 personas, entre ellas 222 presos políticos que fueron deportados hacia Estados Unidos en febrero pasado, así como al obispo de la Diócesis de Matagalpa, monseñor Rolando Álvarez, quien fue condenado 26 años y cuatro meses de prisión por haberse negado al destierro.

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“Ortega en sus últimos pasos dejó de ser la persona calculadora que era, ahora es una persona borracha de poder, de soberbia y actúa por arranques coléricos, es decir golpea y recibe dos golpes de regreso. Y concretamente con esto de la nacionalidad ha reafirmado en cada una de las personas que han sido víctimas de esa acción una reafirmación de la nacionalidad; también ha reforzado el estado de ánimo, de lucha, mayor convicción por seguir luchando, y ha creado una convulsión de intereses”, opinó el opositor y analista político, Enrique Sáenz, quien fue despojado de su nacionalidad el pasado 15 de febrero.

Es decir, “hay personas que no teníamos muchos vínculos en común, ahora cada día nos estamos juntando porque tenemos intereses compartidos. Entonces, más allá de la ideología, si a nosotros nos despojaron de las pensiones, si nos despojaron de las cuentas bancarias, tenemos un interés compartido y hoy juntos tenemos más posibilidades de resolverlo”, argumentó.

“Ortega reforzó nuestra identidad nacional, reforzó nuestro espíritu de lucha y nos ofreció en bandeja razones para trabajar juntos y reforzar las iniciativas conjuntas”, reiteró Sáenz.

Con el retorno de la democracia volverá lo robado

Por su parte la lideresa campesina Francisca Ramírez, exiliada en Costa Rica y también despojada de su nacionalidad, manifestó que “el único delito que hemos cometido en Nicaragua es pedir justicia y libertad, respeto a los derechos humanos”, por lo que, “no me desvela el despojo de la nacionalidad, porque Ortega lo único que quiere es afectarnos mentalmente, pero no lo va a lograr porque seguimos comprometidos con la lucha por la democracia de Nicaragua”.

A la vez afirmó que “no me desvelan tampoco los bienes que (Ortega) se quiera robar, porque cuando Nicaragua retorne a la democracia va a retornar nuestro bienes robados”, dijo.

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Hace al menos tres semanas, el régimen a través de la Procuraduría General de la República y la Policía comenzó a confiscar las propiedades de los nicaragüenses desnacionalizados, afectando hasta a terceros. También ha ordenado cerrar cuentas bancarias, inclusive, según un grupo de denunciantes, les han confiscado sus pensiones de vejez.

Hay que aprovechar el momento

Héctor Mairena, dirigente de la Unidad Nacional Azul y Blanco (UNAB) y miembro de la organización política Unamos, antes Movimiento Renovador Sandinista (MRS), quien también está incluido en la lista de 94 ciudadanos despojados de su nacionalidad el 15 de febrero pasado, expresó que “si bien hay dificultades por el tema del desplazamiento forzado y la nacionalidad, creemos que estamos en un momento para optimizar, incentivar la construcción de las confluencias opositoras en las que ya hemos venido trabajando”.

Para Mairena, actualmente hay un elemento de cambio favorable en Nicaragua, “y es que ahora está en libertad gran parte del liderazgo social y político que estaba preso, esto es una bocanada de aire fresco para la oposición”.

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El opositor, también en el exilio, señaló que “más que pensar en una unidad de la oposición, en lo que estamos trabajando es en la construcción de una confluencia, de una convergencia que nos ayude a identificar las coincidencias de las distintas expresiones de la oposición, de las fuerzas democráticas de Nicaragua. Por ejemplo fue un punto en común de toda la oposición la demanda de la liberación de todos los presos políticos, ahora seguimos exigiendo la liberación de los más de 30 que siguen detenidos y de monseñor Álvarez y seguir demandando la restitución de las libertades”.

Sáenz coincidió por separado en que se abrieron espacios para una concertación más amplia. “De hecho siento que si no somos capaces de leer el momento, de aprovechar el momento y de acelerar el paso en una concertación alrededor de unos temas mínimos, ya no vamos a tener otra oportunidad”, advirtió.

Otro punto de coincidencia para Mairena es de cara a la comunidad internacional, que a su criterio ha jugado un papel importante en la crisis del país, pero “creemos que en la actualidad además de las sanciones individuales tienen que definirse presiones políticas y diplomáticas que conduzcan al régimen a ceder a la demanda de una salida democrática, y digo el régimen, no los Ortega-Murillo, porque ahí puede pasar cualquier cosa dentro del orteguismo”, expresó.

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