El Producto Interno Bruto (PIB) experimentó el año pasado un crecimiento desacelerado de apenas 3.8 por ciento, por debajo del 10.3 por ciento observado en el 2021, lastrado por el enfriamiento fuerte de la economía en el último tramo del año, pese a la inyección del aguinaldo y el aumento del consumo en ese periodo, de cara a las fiestas de Navidad y fin de año.
En el cuarto trimestre la economía apenas creció 2.4 por ciento, la tasa trimestral más baja del 2022, debido a crecimientos más débiles de la mayoría de las actividades económicas y por la contracción de dos de estas.
El crecimiento económico observado en el 2022 quedó por debajo del 4 por ciento esperado por el Gobierno y la proyección del Fondo Monetario Internacional (FMI).
La mayor contracción el año pasado se registró en la construcción, al caer un 25.9 por ciento en el último trimestre del 2022, por lo que promedió una caída de 12.2 por ciento anual. La contracción se debió “a disminuciones en la construcción pública y privada”.
En la construcción pública, disminuyeron los componentes de edificaciones no residenciales y las obras de ingeniería civil. Por su parte, en la construcción privada se registró disminución en el área efectivamente construida de edificaciones destinadas a residenciales, servicios e industria; y aumento en el destino de comercio, precisó el máximo emisor bancario.
Por su parte, la agricultura creció 4.3 por ciento en el cuarto trimestre, por lo que su promedio anual fue de 3 por ciento. Esto debido a “mayor generación de valor agregado en los cultivos de café, caña de azúcar, frijol, sorgo, ajonjolí, tabaco, entre otros”.
El comercio en el cuarto trimestre creció 4.8 por ciento, para un promedio anual de 7.2 por ciento. El banco dice que esto obedeció a aumento en la demanda de productos al mayor y al detalle.
De hecho, el consumo finalizó con un crecimiento interanual de 3.9 por ciento, luego de experimentar en el cuarto trimestre 3.3 por ciento, debido a mayor consumo privado. Dentro de este desempeño, las remesas jugaron un papel clave.
El consumo de los hogares creció 5.9 por ciento en promedio anual y 7.7 por ciento en el cuatro trimestre, “debido, en parte, al aumento de las remesas procedentes del exterior y la recuperación del empleo”, dice el BCN.
El mayor aumento se experimentó en la actividad de hoteles y restaurantes, tras crecer en el trimestre final 33.6 por ciento, para un promedio anual de 29 por ciento.
Y si bien el sector anterior fue el que más se expandió en el 2022, fueron los servicios de intermediación financiera, la actividad que creció por primera vez en términos anuales, al repuntar 3.6 por ciento y 4.3 por ciento en el trimestre de referencia. Esto “debido al aumento en la cartera de crédito y a la mayor captación de depósitos en moneda extranjera y nacional”.
También en el cuarto trimestre la industria manufacturera creció 2.9 por ciento (5.1 por ciento en promedio anual), como resultado de la mayor producción de arneses, lácteos, azúcar, textiles, tabaco, entre otros. Dicho comportamiento fue parcialmente contrarrestado por disminuciones en la producción de productos cárnicos, derivados de petróleo, productos no metálicos, entre otros, indicó.
Por el lado del gasto, el Producto Interno Bruto fue impulsado por las exportaciones y el consumo. El comercio exterior de productos el año pasado creció 8.6 por ciento, tras un cinco por ciento en el cuarto trimestre.
En los bienes aumentaron los volúmenes exportados de productos mineros, azúcar, lácteos, tabaco, textiles, arneses, entre otros. En los servicios se registró crecimiento, debido al aumento en las exportaciones de servicios de comunicaciones, administrativos del Gobierno, y compras de no residentes; entre otros, según el BCN.
Uno de los sectores que mostró caída en el PIB fue el consumo del gobierno que registró una disminución de 15.6 por ciento (-6 por ciento en promedio anual), resultado de la disminución en el consumo colectivo, de -6.0 por ciento y del consumo individual, de -24.1 por ciento.
Por su lado, las importaciones de bienes y servicios registraron un crecimiento de 7.8 por ciento en el cuarto trimestre (5 por ciento en promedio anual). En los bienes, se observó aumento en productos de la pesca, lácteos, vestuario, derivados de petróleo, no metálicos y maquinaria y equipo, entre otros. Por su parte, se registró aumento en los servicios financieros, servicios administrativos del gobierno, servicios de esparcimiento, y compras en el exterior por residentes; entre otros.
