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Más trabajadores empezaron a pagar IR tras el ajuste del salario mínimo. ¿Es momento de elevar el techo exento?

Más trabajadores empezaron a pagar IR tras el ajuste del salario mínimo. ¿Es momento de elevar el techo exento?

A partir de marzo más trabajadores que devengan salarios mínimos pagaran el Impuesto sobre la Renta (IR), también se incremento para todos el monto que aportan cada mes al Seguro Social

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Mientras unos doscientos mil trabajadores que devengan salarios mínimos no recibieron con el ajuste de este año ni siquiera los 2,726 córdobas de incremento que registró en 2022 el valor de la canasta básica, el ajuste del 10 por ciento que entró en vigencia el 1 de marzo, al régimen Ortega Murillo le garantizará un incremento en la recaudación del Impuesto Sobre la Renta (IR).

Y es que después del ajuste, ahora tres de los diez sectores regidos por la tabla del salario mínimo tienen pagas que superaron el umbral de los 100 mil córdobas anuales, monto exento para el pago de ese impuesto. El año pasado solo uno de los grupos de actividades pagaba este impuesto.

Este incremento hace resurgir la necesidad de elevar ese monto exento, que está vigente desde hace una década. En los últimos años, representantes de sindicatos y empresarios han pedido incrementar el monto. La propuesta ha girado en torno a los 120 mil y 200 mil córdobas y el objetivos sería proteger los salarios más precarios del país. Pero la propuesta no ha prosperado, pese a que dicha medida permitiría seguir protegiendo los salarios mínimos.

En los últimos años, el Impuesto Sobre la Renta (IR) se ha consolidado como el mayor generador de ingresos para el país. Según el informe de Liquidación del Presupuesto General de la República de 2021, de los 102,639 millones de córdobas recaudados, el IR aportó 40,753 millones de córdobas. Ese monto representa el 39.7 por ciento de los ingresos totales percibidos durante ese año. De ese monto, 7,753 millones de córdobas fueron aportados por los trabajadores.

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Deterioro a la capacidad adquisitiva

Mientras que al tercer trimestre de 2022, según el informe de ejecución presupuestaria, el IR había aportado 39,591 millones de córdobas. Estos equivalían al 43.5 por ciento del total de los ingresos. De ese monto, las Rentas del Trabajo fueron 6,985.7 millones de córdobas, superior en 1,598.5 millones (29.7 por ciento) a la meta programada y en 1,191.3 millones (20.6 por ciento) respecto al 2021.

Para un economista, que solicita anonimato, tiene lógica elevar el monto exento para proteger el poder adquisitivo de los trabajadores. Sin embargo, considera que esta es una decisión de política pública que dependerá de cuál es la prioridad del régimen. Si es beneficiar a los asalariados el monto podría incrementarse, pero si es elevar la recaudación, no habrá cambio.

“Lo cierto es que en nuestra realidad social los asalariados son privilegiados en el sentido de que tienen remuneración fija y beneficios. Y son una minoría, así que desde el punto de vista de una política redistributiva el argumento podría caber que el Estado puede beneficiar a los menos favorecidos a través del gasto público; y asumir que el mismo es lo suficientemente progresivo para compensar el costo de cobrar ese impuesto a los sectores del salario mínimo que han alcanzado al umbral para pagar Impuesto sobre la Renta”, explica el economista.

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Los sectores que cruzaron el umbral del pago del IR

Los trabajadores de minas, canteras y electricidad, ahora devengan un salario mensual de 9,332.44 córdobas, mientras que los de gas, agua, comercio, restaurantes, hoteles, transporte, almacenamiento y comunicaciones reciben 9,531.14 córdobas. Ellos son los que a partir del 1 de marzo comenzaron a tributar entre 51.81 (622 córdobas anuales) y 79.60 (955 anuales) córdobas mensuales de IR, respectivamente.

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Se desconoce cuántos de los doscientos mil trabajadores que reciben salario mínimo pertenecen a los dos sectores que comenzarán a pagar IR este año. Ellos se sumaron a los de la construcción y los establecimientos financieros, que el año pasado pagaban 224.76 córdobas mensuales en concepto de IR. Pero con el ajuste del 1 de marzo, la retención subió a 372.24 córdobas mensuales. Es decir van a pagar solo por este impuesto 147.48 córdobas más.

Pero no solo los trabajadores de estos tres sectores verán afectada su capacidad adquisitiva. El ajuste al salario mínimo que entró en vigencia el 1 de marzo, también provocó incrementos de entre 33.12 y 74.02 córdobas mensuales en el aporte que tienen que hacer al Instituto Nicaragüense de Seguridad Social (INSS).

No pagan IR, pero sí más INSS

Por ejemplo, el sector mencionado antes pagaba al INSS 740.02 córdobas mensuales y desde este mes aporta 814.02 córdobas, un aumento de 74 córdobas, que sumados al incremento del IR, del salario mínimo ahora le van a deducir 221.48 córdobas adicionales.

Es decir que en lugar de recibir un alivio de 1,057.17 córdobas, realmente serán 835.69 córdobas, para hacer frente al alza de más de 2,700 córdobas en la canasta básica.

Y si bien siete grupos de actividades aún siguen por debajo del techo exento del IR, lo cierto es que deberán pagar más al INSS, incluidos los trabajadores de zona franca, cuyo ajuste se realizó el 1 de enero de este año.

Ajuste no compensó alzas

La industria manufacturera, por ejemplo, aportaba al INSS antes 444.63 córdobas, pero ahora deberá contribuir con 489.09 córdobas, es decir 44.46 córdobas más, equivalente a 533.52 córdobas anuales adicionales. Otro ejemplo es el sector agropecuario que antes aportaba al INSS 330.67 córdobas, mientras que desde este mes serán 363.74 córdobas, es decir 33.07 córdobas más, equivalente a 396.88 córdobas anuales adicionales.

Cabe mencionar que el ajuste del 10 por ciento del salario mínimo este 1 de marzo implicó un alza máxima de 1,000 córdobas. Para el sector agropecuario que recibe la paga mensual más baja, el ajuste significó un incremento de 472.39 córdobas mensuales. En cambio, para los trabajadores de la construcción y establecimientos financieros que reciben la paga mensual más alta del grupo, el ajuste fue de 1,057.17 córdobas.

Eso implica que en general los trabajadores de los diez sectores que se rigen por la paga mínima solo recuperaron entre el 17 y el 39 por ciento de los 2,726 córdobas de incremento que registró el valor de la canasta básica el año pasado.

A continuación los nuevos salarios vigentes a partir del 1 de marzo de 2023:

Actividad económicaSalario
mínimo
anterior
Nuevo salario mínimoAjuste
en C$
Agropecuario*4,723.955,196.34472.39
Pesca7,182.927,901.21718.29
Minas y canteras8,484.049,332.44848.4
Industrias manufactureras6,351.886,987.06635.18
Micro y pequeña industria artesanal y Turística nacional4,977.075,474.77497.7
Electricidad, agua, comercio, restaurante y hoteles; Transporte, Almacenamiento y Comunicaciones8,664.689,531.14866.46
Construcción, Establecimiento financiero y Seguros10,571.7811,628.951,057.17
Servicios comunales, sociales y personales6,622.477,284.71662.24
Gobierno Central y Municipal5,890.956,480.04589.09
Industrias sujetas al régimen especial fiscal**7,498.46**8,098.46600

**Ajuste acordado y puesto en marcha desde el 1 de enero
* Más alimentación

Ortega castiga a todos los asalariados

Es por ello que el economista y exdiputdo Enrique Sáenz considera que uno de los indicadores más brutales del capitalismo salvaje que ha impuesto Ortega en Nicaragua es con el salario mínimo. Ya que por un lado, a la mayor parte de los trabajadores no les alcanza para pagar ni siquiera la mitad de la canasta básica.

“No alcanza ni siquiera para cubrir el costo de la comida y cada día empeora. Por ejemplo, en 2022 el costo de la comida, según el Instituto Nacional de Información de Desarrollo (Inide), aumentó en 22 por ciento. Pero el ajuste en salario mínimo fue del 10 por ciento, es decir, ni siquiera la mitad del aumento del costo de la comida. A los trabajadores de las zonas francas les fue peor, porque el ajuste fue del 8 por ciento. Pero a la mayoría de los trabajadores del Estado también los castigó. El ajuste en el salario de una maestra fue del 5 por ciento. Pero igual, para una maestra el costo de la comida se elevó en 22 por ciento”, explica Sáenz.

Para Sáenz la otra cara del capitalismos salvaje impuesto por Ortega es el pago del Impuesto sobre la Renta. Ya que es “sencillamente brutal que trabajadores que perciben un salario mínimo que según los datos del mismo gobierno no alcanza ni para cubrir el costo de la comida, tengan que pagar impuesto sobre la renta”.

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