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Juan Sebastián Chamorro, Félix Maradiaga y Medardo Mairena. Foto tomada de redes

¿Podrá al fin unirse la oposición en Nicaragua? Esta es la visión de algunos dirigentes

Con todos los dirigentes libres y desterrados, después de más de un año y medio de encarcelamiento injusto y bajo condiciones de tortura, algunos liderazgos han retomado su activismo en conjunto. ¿Podrán lograr la ansiada unidad?

Daniel Ortega se encargó de desmantelar cualquier oposición real a su régimen mediante secuestros, encarcelamientos y exilio, sin embargo, antes de arreciar su represión los líderes opositores fueron dividiéndose poco a poco y cada uno tiró para su lado de la cuerda hasta que la debilitó.

Ni siquiera se consolidó el mecanismo para elegir quiénes serían los competidores contra Ortega y cada división dentro de los grupos opositores era aprovechada por la dictadura. Hoy, con todos los dirigentes libres y desterrados, después de más de un año y medio de encarcelamiento injusto y bajo condiciones de tortura, algunos liderazgos han retomado su activismo en conjunto y afirman comprender que la unidad es la única forma de salir del régimen.

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Se ha visto, por ejemplo, a Juan Sebastián Chamorro, a Félix Maradiaga y a Medardo Mairena participar en reuniones conjuntas para no solo contar las terribles condiciones que vivieron en el Chipote, sino además para ofrecer ideas de cómo presionar a la dictadura en Nicaragua.

“Ese compromiso (de unidad) lo hemos reafirmado, especialmente en estos momentos difíciles para Nicaragua, nos hemos unido para tocar puertas para alcanzar la liberación de nuestros hermanos que todavía siguen presos, y especialmente el sacerdote monseñor (Rolando) Álvarez”, expresó el líder campesino Medardo Mairena.

Mairena recordó que antes de ser apresados, los exprecandidatos firmaron en febrero de 2021 el acuerdo Unidad Nicaragua Primero, en el que se comprometieron a respaldar un proceso de selección del candidato único de la oposición y apoyar al que resultara electo, pero no se concretó porque Ortega “nos metió presos”.

Sin posibilidad de elecciones: el momento para unirse

La unidad entre los grupos opositores no se concretó porque lo cierto es que cada uno iba ajustando su agenda de cara a las elecciones presidenciales de noviembre de 2021 para la organización que representaba. Hoy, sin embargo, el momento es muy diferente.

Juan Sebastián Chamorro dijo que tiene claro que este es el mejor momento para la unidad. “En este momento, donde no hay posibilidades de elecciones democráticas, tiene mucho más sentido concentrarnos en el proceso unitario que se está haciendo y esto es muestra de lo que estamos haciendo en Ginebra, y lo que vamos a continuar haciendo y donde básicamente nos comprometemos los liderazgos políticos a seguir trabajando por la liberación de Nicaragua, que es la prioridad”, manifestó.

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Félix Maradiaga, por su parte, indicó que “es vital que la unidad de esta fase de lucha cívica sea sobre la base de principios y objetivos concretos de la lucha cívica, en varios ámbitos, incluyendo el de los derechos humanos y el de la presión internacional”.

Lo urgente, dijo Maradiaga, es “principalmente presionar por la pronta e incondicional liberación de monseñor Rolando Álvarez y del resto de presos políticos” en el país.

Los tres dirigentes han participado en reuniones conjuntas. Tomada de redes

Los tres exprecandidatos presidenciales desterrados viajaron a Ginebra, Suiza, el 12 de marzo para denunciar ante varios embajadores y diplomáticos, en el marco de las sesiones del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, los ataques y abusos del régimen Ortega-Murillo a los derechos humanos de los nicaragüenses.

“Unidos estamos tratando de ayudar a quienes lo necesitan, porque aquí los presos políticos no solo éramos los 222 (desterrados), faltan más de 30 y los casi siete millones de nicaragüenses secuestrados por la dinastía nicaragüense”, dijo por su lado Mairena.

¿Qué pasó con el documento para la unidad?

La firma del compromiso Unida Nicaragua Primero, promovida inicialmente por el organismo Hagamos Democracia y que posteriormente delegó a la Comisión de Buena Voluntad (CBV) —integrada por el académico Carlos Tünnermann y el beisbolista Dennis Martínez— consistía en que los políticos opositores y aspirantes a la candidatura presidencial se comprometieran a apoyar todo proceso de acercamiento entre las demás fuerzas opositoras que propiciara una alianza electoral y, en particular, una candidatura única, para enfrentar a Ortega en esas elecciones.

El acuerdo, recordó Chamorro, establecía “claramente que nos íbamos a someter a un proceso primario, donde evidentemente tenía que haber algún grado de competencia, no necesariamente enemistad ni rivalidad, sino una competencia sana, democrática, como ocurre en toda democracia, pero lo más importante de ese acuerdo es que nos comprometíamos a que quien ganara ese proceso primario de elecciones, los demás iban a apoyar al candidato único de la oposición”.

Los precandidatos “ya estábamos montados sobre un proceso unitario, entonces a ese acuerdo de febrero de 2021 no se le ha dado la verdadera magnitud histórica que tenía, en el cual los principales precandidatos ya estábamos unidos”, recordó Chamorro y agregó que una vez el PRD se quedó sin personería jurídica, CxL les abrió las puertas del partido. “A la semana estábamos todos presos”, recordó.

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Maradiaga expresó que Ortega es, sin duda, el más grande obstáculo para poder construir el futuro anhelado para Nicaragua, uno con justicia y democracia, por lo que “superar un reto de esa magnitud no solo requiere, sino que exige una oposición unida”.

“Con el dictador imponiendo sus reglas, considero inaceptable hablar de elecciones. Pero además, como lo he sostenido siempre, cuando existan las condiciones concretas para elecciones libres debe ser en unidad”, afirmó Maradiaga.

Sobre el futuro

El destierro de los 222 excarcelados políticos y el despojo de la nacionalidad de otros 94 ciudadanos marcan un punto de inflexión en el escenario político actual del país, lo que a criterio de analistas políticos representa un aumento de la represión estatal, pero también una puerta al fortalecimiento de las fuerzas opositoras fuera del país.

“El régimen va a continuar su estrategia de represión —eso ya es como un vicio— así es que esto no ha terminado. Ellos (el régimen) están jugando a ejercer el poder a cualquier costo y a como sea, y en este caso la liberación de los presos les liberó a ellos presión, pero a nosotros nos dio aire de esperanza”, dijo Luciano García, presidente de Hagamos Democracia.

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García ve el escenario actual como “positivo”, y afirma que “la unidad es la única salida para sacar a Ortega”. “La mayoría de oposición y opositores estamos en línea de construir ese vehículo político que representa a los nicaragüenses”, agregó.

Además expresó que “el mayor elemento de unidad lo planteó Ortega al despojar y exiliar a todos. Hoy ya Ortega nos puso en una misma acera que se llama despojo y exilio”.

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