Las organizaciones Cáritas Jinotega y Cáritas Nicaragua, que conforman el brazo social de la Iglesia católica del país, fueron canceladas por medio de la figura «disolución voluntaria» por el Ministerio de Gobernación este martes 7 de marzo.
Hace unas semanas LA PRENSA conoció que las presiones del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo, como parte de la guerra que le han declarado a la Iglesia católica, estaban orillando a estas organizaciones a cerrar sus oficinas y con ello sus proyectos de apoyo a las personas más necesitadas de sus comunidades.
En La Gaceta de este martes aparecen los acuerdos ministeriales. Según estos, la disolución de Cáritas Jinotega fue solicitada al Ministerio de Gobernación el 23 de diciembre de 2022, y la de Cáritas Nicaragua el 31 de enero de 2023.
En febrero de este año, una persona vinculada a la Diócesis de Jinotega dijo que Cáritas Jinotega “aún no ha cerrado, pero sí está en proceso de cierre”.
La primera de estas organizaciones que fue cancelada fue Cáritas Diocesana de Estelí, el 2 de febrero de 2022. Ese mismo día los diputados de la Asamblea Nacional cancelaron los permisos de operación de una universidad y seis ONG ligadas a la Diócesis de Estelí.
Obispo René Sándigo no evitó el aniquilamiento
En diciembre de 2021, tras seis años al frente de Cáritas Nicaragua, monseñor Carlos Herrera, obispo de la Diócesis de Jinotega, traspasó sus funciones a monseñor Sócrates René Sándigo, obispo de la Diócesis de León, conocido por su simpatía hacia el régimen.
Por razones que nunca explicó, Sándigo no asumió sus funciones como presidente de Cáritas Nicaragua, por lo que monseñor Herrera es quien seguía desempeñando esa labor.