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LA PRENSA/ARCHIVO

¿Por qué EE. UU. no ha ofrecido nacionalidad a los desterrados nicaragüenses? Acá la explicación

España ha sido el único país en Europa que ha ofrecido su nacionalidad a los desterrados. ¿Qué implicaciones migratorias tendrá para un expreso político tomar esa nacionalidad si quiere residir en EE. UU.? Acá la explicación

Después de que el régimen de Daniel Ortega despojara de su nacionalidad a 222 presos políticos y los desterrara hacia Estados Unidos, estos han recibido la oferta de varios países que están dispuestos a otorgarles la ciudadanía.

Sin embargo, Estados Unidos, que es el país que los acogió y es donde estas 222 personas se encuentran, solamente les ha ofrecido un parole humanitario por dos años, y muchos todavía no tienen claro qué pasará con sus casos o qué opciones tomar ahora que son apátridas.

De acuerdo con la Convención del Estatuto de los Apátridas de la Organización de Naciones Unidas, adoptada el 28 de septiembre de 1954, un apátrida es “toda persona que no sea considerada como nacional suyo por ningún Estado, conforme a su legislación”.

En su artículo 12, esta Convención señala que “el estatuto personal de todo apátrida se regirá por la ley del país de su domicilio o, a falta de domicilio, por la ley del país de su residencia”, de manera que, los desterrados nicaragüenses en Estados Unidos deben regirse por la ley de ese país.

“Estados Unidos ofrece el asilo político, pero para la nacionalidad, aquí en este país hay reglamentos y leyes establecidas de que no se le otorga la nacionalidad de un día para otro a una persona”, explica Anita Wells, presidenta de la Alianza Nicaragüense Americana de Derechos Humanos (NAHRA, por sus siglas en inglés).

El artículo 32 de la Convención del Estatuto de los Apátridas detalla que los Estados firmantes “facilitarán en todo lo posible la asimilación y la naturalización de los apátridas. Se esforzarán, en especial, por acelerar los trámites de naturalización y por reducir en todo lo posible los derechos y gastos de los trámites”, sin embargo, Estados Unidos no es firmante de la convención.

En el caso de Argentina, Chile, Colombia, México y España, que son los otros países que han ofrecido su ciudadanía a los despatriados por Ortega, sí son firmantes de la convención.

Cabe mencionar, que según las reglas migratorias de Estados Unidos, una vez que un peticionario obtiene el asilo político, un año después puede aplicar a la residencia de ese país y cuatro años después hacer su aplicación para obtener la ciudadanía. Es decir que los exreos políticos que busquen la ciudadanía de este país tendrán que cumplir con ese proceso legal en EE. UU.

A su llegada a Estados Unidos los presos políticos desterrados por el régimen de Ortega fueron trasladados a un hotel en donde se hospedaron por unos días. CORTESÍA

Deben mantener la calma

Anita Wells señala que los desterrados no están obligados a tomar una decisión pronto y que deben mantener la calma, recuperarse de los daños psicológicos que les dejó la cárcel, y terminar de asimilar su nueva realidad antes de tomar la decisión de aceptar una de las nacionalidades que les han ofrecido.

“La mayoría de ellos vienen con cambios tremendos, sobre todo el campesinado, que vienen de regiones remotas de Nicaragua donde llevan una vida simple, sencilla, entre sus siembros y sus ganados, y de repente se encuentran aquí con electricidad, agua caliente en el grifo y demás”, comenta Wells.

La presidenta de NAHRA señala que incluso hay personas que no saben leer y no entienden bien los procesos y trámites migratorios que tienen que llevar a cabo, por lo cual se les complica tomar una decisión informada respecto a aceptar alguna de las nacionalidades que les han ofrecido.

Wells también advierte que los campesinos son los más vulnerables en esta situación, debido a que hay personas que se han aprovechado y les han cobrado por ayudarles con sus trámites. “Que sepan que no tienen que pagar por llenar nada”, alerta.

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Por su parte, Alex Hernández, uno de los desterrados políticos en Estados Unidos, comenta que cuando España ofreció la nacionalidad, funcionarios de la embajada de ese país les explicaron que podían ir llenando el formulario para la solicitud de nacionalidad y que eso no interferiría con su proceso de parole humanitario en Estados Unidos.

Sin embargo, explica Hernández, que “una vez que se aceptara la solicitud y se hiciera la juramentación al aceptar la ciudadanía española, el Departamento de Estado (de Estados Unidos) advirtió que muy probablemente, haya cambios en nuestra situación (migratoria) en el país”.

De esos cambios, los desterrados todavía no conocen detalles, pero Hernández indica que los gobiernos de España y Estados Unidos iban a estar en conversaciones para definir los procedimientos a seguir. “Pero de eso ya hace 15 días y todavía no hemos recibido información de eso”, detalla el excarcelado político.

Samantha Jirón, otra de las excarceladas políticas desterradas, comenta que ella está interesada en la nacionalidad española, pero que “todavía no se nos ha dicho cómo van los trámites. Eso va a llevar unos meses”.

Wells señala que por lo que sí deberían preocuparse los desterrados políticos es por obtener su permiso laboral en Estados Unidos y también por su salud mental. “Lo primero es sacar sus permisos de trabajo, lo cual varios ya lo han hecho”, detalla y agrega que esta ha sido una instrucción del Departamento de Estado.

Los 222 presos políticos fueron desterrados en un avión Boeing 767 de Omni Air Intenational el pasado 9 de febrero. ARCHIVO

No podrán solicitar asilo si aceptan otra nacionalidad

En caso de que los desterrados políticos acepten alguna de las nacionalidades que les han ofrecido, estos ya no serían aptos para aplicar al asilo político, explica Wells. “Desde el momento en que otro país acepta que te va a proteger, ¿por qué te van a dar asilo político?”, señala.

La presidenta de NAHRA indica que las autoridades estadounidenses les ayudarán con la reunificación familiar y por ahora tienen la opción de solicitar el asilo político en Estados Unidos, siempre y cuando no acepten la nacionalidad de otro país.

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Hernández también comenta que les han explicado que si deciden aceptar la nacionalidad de otro país no podrán solicitar el asilo político en Estados Unidos y Jirón coincide. “Si aceptamos ser ciudadanos españoles (o de otra nacionalidad), no podemos solicitar asilo en Estados Unidos porque ya tendríamos la nacionalidad de un país que no nos persigue”, manifiesta Jirón.

Asimismo, Hernández aclara que “eso no significa que te van a sacar de Estados Unidos, sino que el trámite para permanecer en Estados Unidos va a ser un trámite diferente”.

Wells advierte que una persona con nacionalidad española no puede solicitar residencia en Estados Unidos, pero que en los casos de los desterrados políticos “no se sabe qué tipo de estatus migratorio permanente va a darles Estados Unidos”, pero que los excarcelados tampoco deben preocuparse por tomar una decisión pronto, pues “tienen dos años” de parole humanitario para tomar una decisión.

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