La mañana de este jueves 9 de febrero, el Aeropuerto Internacional de Dulles, en Washington, se convirtió en una enorme sala donde exiliados, la diáspora nicaragüense y unos cuantos familiares, así como medios de comunicación, esperaban la llegada de los 222 excarcelados políticos que fueron desterrados por la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo.
Desde antes de las 10:00 de la mañana, los compatriotas empezaron a reunirse en el área de “Salidas internacionales” del aeropuerto para recibir, con banderas azul y blanco en mano, a los exreos políticos. La mayoría de los presentes no tenían familiares presos, pero la empatía y emoción de la noticia los motivó a movilizarse, incluso, a dejar sus puestos de trabajo para ir al encuentro de los recién liberados.
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Tal como lo hicieron los hermanos Lesther y Emmanuel Morales, nicaragüenses exiliados desde el 2019, quienes dejaron “tirados” sus puestos de trabajo para unirse a la celebración y bienvenida que ya preparaba la diáspora en el aeropuerto.
“Fue emocionantísimo (la noticia), fue algo inesperado. Estábamos trabajando cerca (del aeropuerto) y de repente miré la noticia que venían nuestros hermanos (compatriotas) y le dije a mi hermano, ‘qué estamos haciendo aquí, vámonos del trabajo, tenemos que ir allá'”, expresó Lesther a LA PRENSA.
Alicia Gómez, exfuncionaria pública del Banco Central de Nicaragua, también llegó al aeropuerto con la Bandera de Nicaragua y un cartel que decía “Organización de víctimas”. Se ubicó cerca de la puerta donde saldrían los opositores excarcelados para esperar, junto con los demás nicaragüenses y medios de comunicación, la llegada del avión que arribó al lugar a eso de las 10:30 de la mañana.
Diáspora presente
Con pequeñas pancartas con frases de celebración o los nombres de algunos excarcelados, Banderas de Nicaragua tendidas entre sus brazos y de la Iglesia católica en mano, los nicaragüenses gritaban la consigna “sí se pudo” o “Daniel Ortega va a caer”, mientras otros sonreían y se abrazaban entre sí, como una manera de celebrar la noticia. Los asistentes además cantaron los temas folclóricos Nicaragua mía y Nicaragua Nicaragüita.
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Damaris Rostrán, organizadora de la diáspora nicaragüense y activista promotora de la Ley Renacer en EE. UU., también se hizo presente en el lugar con el objetivo de recibir a sus compatriotas. “Me siento superalegre, supercontenta por los familiares”, manifestó.
Rostrán repudió el destierro de los más de 200 exreos políticos y refirió que todo nicaragüense que salió huyendo de Nicaragua, por persecución del régimen orteguista, también es parte del destierro. “Nosotros los nicaragüenses que hemos estado en esta lucha no tenemos patria donde regresar”, lamentó la activista.
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El nicaragüense Roy Molina, quien desde los 7 años reside en Estados Unidos, confesó que “brincó de la cama” de la emoción, al saber de la liberación de los connacionales. “Estamos ansiosamente esperando a nuestros amigos, a nuestros secuestrados políticos. Es una felicidad”, declaró.
Exreos políticos fueron trasladados a un hotel
Pasado el mediodía, agentes estadounidense anunciaron que los excarcelados no saldrían por el lugar esperado de de los viajeros comunes, sino por otra puerta más privada. El grupo fue trasladado y escoltado directamente a un hotel de la ciudad.
Luego de la notificación, los asistentes abandonaron el aeropuerto, pero en redes sociales se anunció que un grupo de nicaragüenses se reuniría en el Consulado de Nicaragua en Miami para celebrar dicha liberación.