A pesar de valorar de estables en términos generales los resultados de la producción y exportación de los productos pesqueros, el sector se muestra preocupado las afectaciones que pueda provocar la falta de alimentos para camarón de cultivo, debido a la reciente suspensión del registro sanitario a la empresa Cargill. A esto hay que agregarle la fuerte caída en la extracción de langosta en los últimos años.
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A finales de enero, la transnacional estadounidense Cargill informó a sus clientes a través de un comunicado que el Instituto de Protección y Sanidad Agropecuaria (IPSA) les había notificado de la cancelación del registro sanitario para la producción de alimentos para camarones, una de las ofertas del portafolio de la empresa, que principalmente se dedica a productos avícolas.
En Nicaragua la producción de camarones se realiza mediante cultivo en granjas (camaronicultura) y la extracción de los mares (camarón marino).
Armando Segura, director ejecutivo de la Cámara de Pesca de Nicaragua (Capenic), confirmó que la decisión del Ipsa está provocando afectaciones al sector.
LA PRENSA ha intentado obtener la versión de Cargill desde hace varios días, pero al cierre de esta nota aún no habían respondido. Cargill compró en el año 2000 la empresa nicaragüense Tip Top Industrial.
Camaroneras afectadas
“Estamos esperando que esto tenga un pronto arreglo, los productores deben tomar alternativas para poder abastecerse de alimentos para sus camarones y esperamos que Cargill arregle estos asuntos con el IPSA, mientras tanto los productores están viendo alternativas diferentes para poder resolver”.
Dijo que hay productores que tenían un suministro regular de Cargill “y esos productores obviamente tendrán una afectación, pero hay que buscar alternativas para resolver eso, alternativas con otros proveedores incluso”.
Explicó que otros productores no se abastecían de Cargill sino que tenían otros suministradores.
Aunque la Cámara no maneja un número preciso de productores afectados, Segura consideró que “en la industria camaronera toda afectación es relevante porque estamos hablando de una actividad productiva que cuando se afecta, también afecta a la cadena de producción y a la cadena de comercialización que es fundamentalmente exportadora”.
“Sabemos de algunas empresas que están siendo afectadas que se abastecían de Cargill y una cantidad de pequeños productores de granjas, de cooperativas que también están siendo afectados por esta situación. Ahorita lo más importante es buscar soluciones, buscar alternativas y en esa dirección estamos trabajando”, aseguró.
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Debido a lo anterior, los productores que se ven afectados “sí consideran relevante este tipo de afectaciones”, indicó Segura para agregar que “no manejamos la cantidad de productores afectados, pero sabemos de algunas empresas que están siendo afectadas que se abastecían de Cargill y una cantidad de pequeños productores de granjas, de cooperativas que también están siendo afectados por esta situación”.
“Ahorita lo más importante es buscar soluciones, buscar alternativas y en esa dirección estamos trabajando”, aseguró.
Langosta del Caribe se desploma
Pero más allá de la situación de Cargill, Segura destacó que el sector pesquero y camaronero está consiguiendo buenos resultados porque tiene “una canasta de mercados bastante diversificada tanto en Estados Unidos, como en los países de la Unión Europea, Asía, Centroamérica y México”. La excepción es la langosta.
“La excepción se dio con la langosta del Caribe, sufrió una caída bastante drástica, ya son dos años consecutivos que tiene una disminución fuerte, tanto en producción como en exportaciones”, indicó.
Refirió que 2021 y 2022 han sido años “bastante malos” para la producción de langosta del Caribe, con una caída estimada en 40 por ciento en comparación con los años anteriores.
¿Las razones? Segura explicó que los huracanes Eta y Iota, que devastaron el Caribe nicaragüense a finales de 2020 y el huracán Julia en octubre de 2022 “pueden haber afectado las poblaciones de langosta del Caribe y esto es uno de los factores más importantes”.
Sin embargo, dijo que hay “otro factor que hay que ponerle mucha atención y que ha estado incidiendo en la producción de langosta y es la pesca ilegal de la langosta fuera de talla”.
La langosta fuera de talla es un espécimen que no ha alcanzado su madurez ni la talla comercial. “Pescar este tipo de langosta pequeña es un atentado para el recurso”.
“La pesca ilegal junto con los huracanes es lo que ha provocado la caída de la producción de langosta durante los años 2021 y 2022”, dijo.
Para solventar esta situación, el directivo gremial dijo que “hay que tomar más cartas en el asunto, las autoridades y los pescadores debemos ser más responsables con este recurso, si queremos que Nicaragua tenga producción de langosta por siempre debemos asegurarnos de no pescar langostas pequeñas que no han alcanzado su madurez sexual, ni su estado reproductivo”.
Dijo que a las autoridades les corresponde hacer su parte, entre ellas la Fuerza Naval del Ejército de Nicaragua, los inspectores de Inpesca y las autoridades de las regiones autónomas de la Costa Caribe.
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“Los pescadores también tenemos una alta responsabilidad en este tema y debemos asumirlo para garantizar la sostenibilidad de la pesca de la langosta del Caribe”, apuntó.
Destacó que es la principal actividad económica de las comunidades del litoral caribeño, “de esta actividad dependen miles de familias para obtener ingresos, por eso tenemos que cuidar la langosta del Caribe”.
Más pescado exportado y más caro a lo interno
Por otro lado, Segura indicó que los demás rubros permanecen con producción estable y destacó aumentos en las exportaciones de pescado y del camarón de mar.
“Tenemos unas cifras preliminares, porque no hemos logrado aún validar los datos de diciembre, basadas en el Centro de Trámites de las Exportaciones y en el régimen de zonas francas, el año lo estamos cerrando con 254 millones de dólares de exportaciones”, señaló.
Sin embargo, a nivel interno, el pescado no es de los alimentos de mayor consumo todavía.
Sobre esto, Segura comentó que “Nicaragua en realidad tiene un consumo bajo de pescado y productos pesqueros en comparación con el resto de países de Centroamérica, es un tema que tenemos que trabajar para promover el consumo de pescado”.
No obstante, consideró que es además “un asunto cultural”.
“Los nicaragüenses somos consumidores de carne roja, cerdo y pollo, pero poco de pescado. En cuanto al consumo hemos estado como de espaldas al mar, a la producción y al consumo del pescado, nos perdemos de un alimento altísimamente nutritivo rico en proteínas, muy saludable, de tal manera que tenemos que trabajar en la promoción del consumo”, señaló.
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Sin embargo, no es producto barato y su precio ha venido en ascenso, según los registros de los precios de los productos de la canasta básica, entre los que está incluida la chuleta de pescado (ver infografía).
Por otro lado, el precio de la libra de pescado, en dependencia de la variedad, oscila entre los 33 y los 117 córdobas (0.96 y 3.24 dólares).
El mercado de China
Respecto al mercado de China, Segura indicó que es “un mercado muy interesante por su tamaño, pero que todavía no estamos familiarizados, necesitamos conocerlo, hablar con posibles compradores de los productos pesqueros, todavía falta afinar algunos aspectos administrativos que faciliten la actividad exportadora hacia este mercado”.
Los datos de exportación del Banco Central de Nicaragua (BCN) aún no registran comercialización de los productos del mar hacia el mercado de este país asiático, mientras que las ventas hacia Taiwán —país con el que el régimen de Daniel Ortega rompió relaciones en noviembre de 2021—, dejaron de registrarse en 2020 cuando se exportaron camarones y langostas por casi 20 millones de dólares.
Segura hizo referencia la firma del acuerdo de Cosecha Temprana firmado entre Nicaragua y China, al que valoró como un paso previo para el establecimiento de un tratado de libre comercio y estimó que “debería estar listo este año”.
También recomendó “afinar el aspecto de las inspecciones técnicas que las autoridades chinas deben hacer a las instalaciones que procesan productos pesqueros y acuicultura en Nicaragua”.
Por lo anterior, dijo que el sector se encuentra “en la fase de apertura de este mercado, de momento no se están haciendo exportaciones hacia este mercado de manera regular, pero esperamos que muy pronto podamos hacerlas hacia el mercado chino”.