El televisor a alto volumen. Las risas de su familia. La emoción de una niña pequeña al ver coronas. Norma Huembes recuerda que era una tradición ver junto a su mamá el concurso Miss Universo en la sala de su casa y no podía resistir la emoción cuando coronaban a la ganadora. Ella se envolvía en una toalla para simular un vestido y colocarse un peine en el cabello imaginándose una corona, porque anhelaba ser quien estaba en el escenario.
Norma Huembes, de 24 años, es la actual Miss Nicaragua desde el pasado 6 de agosto de 2022 y participó en la 71ª edición de Miss Universo. Es originaria de la ciudad San Marcos, departamento de Carazo y es licenciada en Contaduría Pública.
Se define como una mujer de constantes cambios. Después de experimentar la que considera como la mejor experiencia de su vida, representar a Nicaragua en Nueva Orleans, se ha dado cuenta que el crecimiento de las personas es constante y cada nuevo suceso en la vida deja múltiples aprendizajes convirtiéndote en una nueva versión de si mismo.
“Cada momento que vas pasando te hace crecer y te hace cambiar mucho más. Inclusive, Norma de hace tres semanas o un mes antes de irse a Miss Universo es distinta a la Norma que está acá. Participar en el concurso cuando estás sola, aprender a ser independiente, te toca lidiar con muchos retos, aprender de muchas culturas diferentes, la mente se abre. Eso te hace cambiar”, comentó Huembes a DOMINGO.
Huembes ya tenía experiencia en certámenes de belleza. Participó en el concurso Miss Teen Nicaragua 2015 y quedó de cuarta finalista.
Enseñanza constante
La actual Miss Nicaragua fue diagnosticada hace más de cinco años con problemas crónicos de tiroides. Fue sometida a un proceso quirúrgico para que la extirparan la glándula y eso la obliga a estar constantemente medicada.
“Tengo que pasar por ciertos dolores o cambios en mi cuerpo que muchas veces son notados al ojo público porque las Misses al llegar a ser una persona que está expuesta, estamos a merced de recibir comentarios y ofensas, pero no saben lo que está pasando esta Miss detrás de una pantalla, que se ve linda en Instagram. Sobrellevarlo con la enfermedad lo ha hecho una montaña rusa”, afirmó Huembes.
En el proceso de ser una modelo ha podido aprender el amor propio y desaprender pensamientos nocivos para su carrera e individualidad. Ella describe que ser Miss y sobrellevar una enfermedad crónica le ha dejado como mayor aprendizaje la disciplina. Esta mayormente consciente de las necesidades de su cuerpo. “Ahora sé que es la salud y llevar un control de ello para que sea sano para mí”, afirmó la representante de Nicaragua.
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Infancia
Huembes se describe a su versión del pasado como una niña tímida, callada, muy alegre, carismática y especialmente recuerda el amor que derrochaba con su familia. Trato de experimentar en diversos deportes aunque afirma que no es buena en ellos.
Los pilares principales de su vida ha sido su núcleo familiar. Carla Salazar, madre; Francisco Huembes, padre; su hermana y su abuela, Norma Rodríguez. Afirma que aprendió a ser una mujer que afrenta retos debido a que se ha criado en un entorno mayormente de mujeres.
“Aprendí a ser una mujer fuerte gracias a mi mamá. Ella se sacrificó para ver a sus hijas crecer y ser mujeres de bien; gracias a mi abuela que con una pequeña ventecita en el barrio Américas 1 pudo formar a sus hijos como personas de bien”, relató la joven.
“Cuando yo era una bebé las condiciones económicas de la familia no eran las mejores. Mi padre tenía que mantenernos con un salario de 2000 córdobas y era difícil porque de pequeña me enfermaba bastante. Quienes me cuidaban eran ajenos a la familia, por lo que no lo harían como mi verdadera madre”, contó Huembes a DOMINGO.
Carla Salazar dejó su trabajo y sus carreras profesionales para que Norma pudiera tener la atención que merecía y crecer como una niña sana, porque ya venía presentando problemas relacionados a su enfermedad desde temprana edad. “Me encanta destacar de esta situación que fue una decisión propia. La mujer puede hacer lo que ella desee, pero esto tiene que ser decidido solo por ella”, relató orgullosa Norma de su madre.
Salazar es Ingeniera química y Administradora de Empresas. Luego de ser mamá y durante cuidada a sus dos pequeñas hijas, decidió estudiar contaduría.
Norma Huembes tiene una estrecha relación con su hermana menor por cuatro años, Alejandra Huembes. Atesora recuerdos cuando estaban en el colegio porque siempre sintió el compañerismo y protección de su hermana. “Yo sufrí de bullyng cuando estaba en el colegio y mi hermana me defendía a cómo podía, no le importaba si era la más pequeña en edad. Aunque ella es menor, es una de las personas que me ha enseñado un montón”.
Romper el silencio
Recientemente esta joven publicó a través de su red social su historia de como sufrió acoso sexual y laboral en un Call Center. Entró al mundo de la atención al cliente porque necesitaba dinero para costear sus estudios universitarios. “Ay los Call Center. Un trabajo tan digno y dinero bien pagado. Pasas aguantado gritos de gente desconocida y te los tenés que tragar”, posteó la reina de belleza.
Ella relata como sufrió acoso sexual que escaló a acoso laboral por parte de un compañero de trabajo. Huembes trató de enfrentarse esta injusticia ante las autoridades de su centro de trabajo, pero no se hizo nada al respecto.
Al ver que la situación no estaba siendo resuelta a favor de las múltiples víctimas del acosador, decidió renunciar. “Justo en ese momento apareció la oportunidad de asistir al casting de Miss Nicaragua. Yo quería lograr muchísimo en el mundo de los BPO (en castellano conocido como Externalización de Procesos de Negocios), apliqué a un puesto gerencial pero fue denegado por amiguismos”.
En su anterior trabajo crticaban que esta joven fuera modelo porque aseguraban que el tipo de fotos que ella posteaba en sus redes no eran serias.
Esto le trajo consecuencias emocionales que le dudaron hasta que entró al certamen. Explicó que psicólogos le comentaron que estaba padeciendo “burnout”, por el estrés de la situación. Este padecimiento en español se entiende como síndrome de desgaste profesional “es la respuesta que da un trabajador cuando percibe la diferencia existente entre sus propios ideales y la realidad de su vida laboral”, menciona una página de salud.
Una mujer poderosa
Huembes recuerda con mucha alegría la noche que fue coronada como ganadora de Miss Nicaragua, porque sabía que su triunfo era para una pequeña Norma que siempre soñó con llevar esa corona y para los habitante de toda la nación. Pero sabía que todo esto venía con un fuerte reto, estar en el ojo público.
“El trabajo de una Miss jamás ha sido el ser un juguete de consumo público”, aseveró Huembes. Ella cree que ser Miss va más allá de representar a un país, sino en ser una voz para las mujeres y niñas que la escuchan, convertirse en el referente de una líder.
Ella celebra que ha podido sobrellevar este triunfo porque tiene un mensaje con propósito. “Estoy aquí por y para las mujeres, que sepan que si quieren pueden comerse el mundo y eso me hace sentir honrada”.
Recoge toda esa fortaleza y la puede resumir en la experiencia de participar en Miss Universo. “Todo lo que la organización te va enseñando lo aplicas sin darte cuenta allá (certamen Miss Universo). Uno nunca se da cuenta de lo que está pasando, no todo es lo que parece, pero nadie está viendo lo que está detrás y el trabajo de cada una de ellas”.
Norma Huembes afirmó que ninguna de las candidatas “va a pasear como se dice en redes sociales”. Ella participó en el certamen más importante en el mundo padeciendo altas fiebres con el objetivo de hacer sentir orgulloso al país. Describe el certamen como un congreso de mujeres poderosas.