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Acerca de los medios y los fines políticos

El escritor detemas históricos y políticos, Jonathan Miltimore, ha publicado un interesante artículo que vale la pena leer y reflexionar sobre su contenido. Sobre todo en Nicaragua, donde hay necesidad de grandes cambios, pero la ética de la política es un concepto prácticamente inexistente, o despreciado. Sobre todo en las esferas donde se toman las decisiones políticas.

En dicho artículo publicado por el medio de información internacional PanAmpost, su autor señala que los historiadores siguen estudiando si Hitler era realmente un socialista, a pesar de que la palabra socialista aparece literalmente en el apodo de los nazis. Como se sabe, el partido que organizó Adolfo Hitler como instrumento para tomar el poder en Alemania se llamaba Partido Nacional Socialista, o Nazi por abreviación.

Pero al margen de eso es innegable que “Hitler era un colectivista que veía los derechos del individuo como subordinados al Estado”. Lo cual es opuesto a la doctrina democrática clásica, según la cual el Estado existe solo con el propósito de proteger los derechos individuales.

Señala el autor del artículo referido que Hitler, en una plática con Joseph Goebels (ministro de propaganda del régimen nazi), el 23 de febrero de 1937 le aseguró que “el fin es la vida de la nación, todo lo demás es solo un medio”.

De allí que no haya sido una casualidad —sostiene el autor— que “la filosofía de Hitler condujera a la muerte de millones de personas. Una visión del mundo que subordina los derechos de los individuos a los intereses del colectivo es una receta para el desastre, aunque los fines parezcan virtuosos, nobles o rectos”.       

El autor del artículo cita al escritor Leonar Read, quien en su libro Que reine la libertad dice lo siguiente: “Los fines, las metas, los objetivos no son más que la esperanza de lo que está por venir… No forman parte de la realidad de la que se pueden extraer con seguridad las normas para una conducta correcta. No son más fiables como puntos de referencia que los sueños o las fantasías. Muchos de los actos más monstruosos de la historia de la humanidad perpetrados en nombre del bien, en pos de un objetivo ‘noble’, ilustran la falacia de que el fin justifica los medios”.

La conclusión, dice Jonathan Miltimore, es que se debe “tener cuidado con quienes utilizan medios injustos —la fuerza, las amenazas, la coacción— para conseguir sus fines”. Y menciona las palabras del conocido escritor Ralph Waldo Emerson, acerca de que “causa y efecto, medios y fines, semilla y fruto, no pueden separarse; porque el efecto ya florece en la causa, el fin preexiste en los medios, el fruto en la semilla”.

Dicho de otra manera, quienes para luchar contra una dictadura y por alcanzar el poder emplean medios violentos, coercitivos y arbitrarios, cuando consiguen su fin instauran otra dictadura que  generalmente resulta peor que la anterior. Nicaragua es rica en ejemplos de esta verdad histórica.

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