Nicaragua completó ayer el proceso de normalización de las operaciones de las aerolíneas estadounidenses, luego de casi tres años de ausencia de estas empresas, primero por la pandemia y luego por el protocolo sanitario que el régimen de Daniel Ortega impuso a las compañías de vuelos en julio del 2020, lo que ocasionó que estas tuvieran dificultad en retornar al país, especialmente las de capital estadounidense.
Las autoridades nicaragüenses recibieron ayer el primer vuelo de United Airlines, luego que en diciembre American Airlines y Spirit Airlines también retornaran en fechas similares, poniendo así fin a casi tres años de que Nicaragua no contara con aerolíneas de EE. UU. y por tanto, los interesados en viajar a ese país o bien lo hacían vía tránsito con las compañías latinoamericanas que retomaron operaciones en el 2021 o bien a través de Costa Rica, donde resultaba más barato comprar un boleto.
El vuelo llegó a la 1:10 p.m. del miércoles a la terminal del Aeropuerto Internacional Augusto C. Sandino donde se realizó una pequeña ceremonia de inauguración del retorno de United Airlines, que despegó desde el Aeropuerto Intercontinental de Houston, Texas.
Qualye Patrick, en representación de United Airlines, expresó que “de parte de United Airlines estamos muy complacidos de volver a servir a Nicaragua, tenemos 33 años de estar volando a Nicaragua y es sumamente importante poder restablecer para nosotros esta ruta, sobre todo con un equipo profesional que han hecho esto posible”, dijeron medios de propaganda de la dictadura, los únicos que tienen acceso a los eventos oficiales.
La aerolínea estadounidense ofrece un vuelo diario entre Houston, Texas-Managua y Managua-Houston, Texas. “Houston ha sido una puerta de entrada importantísima a través del tiempo y es por esta razón, que hoy seguimos con el compromiso de servir a Nicaragua”, agregó.
En tanto, con Spirit se puede volar de Managua a Fort Lauderdale, que conecta con otras 26 ciudades de Estados Unidos. Con American Airlines se viaja directo a Miami.
También en diciembre se unió al abanico de ofertas Sansa, con vuelos directos a la capital costarricense, San José, desde donde viajará hacia Managua tres veces por semana, los días lunes, miércoles y viernes.
Se espera que el proceso de normalización de estas compañías aéreas, así como la incorporación de nuevas empresas, como Wingo, que conectaría con Colombia, no solo ayuden a abaratar las tarifas de los boletos aéreos sino también que mejoren la posición financiera de la Empresa Administradora de Aeropuertos Internacionales (EAAI), que fue duramente golpeada por la suspensión de operaciones de las aerolíneas en la primera mitad del 2020 por la pandemia y luego por el lento proceso de retorno de estas empresas por el protocolo de bioseguridad.
La EAAI, que se sostiene especialmente con los ingresos que genera el Aeropuerto Internacional Augusto C. Sandino, lleva años arrastrando problemas financieros, debido a la poca rentabilidad de los aeropuertos nacionales y las inversiones que se ha realizado en la terminal internacional.
En términos generales, los ingresos de EAAI se componen en un 81 por ciento por los servicios aeroportuarios, especialmente el que se ofrece en el Aeropuerto Augusto C. Sandino; seguido de los servicios auxiliares con 11 por ciento y los ingresos financieros con 8 por ciento.
Para hacer frente a sus dificultades financieras, el Ministerio de Hacienda y Crédito Público ha tenido que hacer masivas transferencias de dinero para pagar deudas, incluida una que se contrató con Caruna, la caja paraestatal del Frente Sandinista y donde en su momento estuvieron los recursos provenientes de la cooperación petrolera de Venezuela.
“El apoyo económico brindado por el Gobierno de Nicaragua ha significado una fortaleza y soporte para la evolución de la situación financiera de la entidad”, señala en su evaluación trimestral hasta septiembre, la Sociedad Calificadora de Riesgo de Centroamérica SA (SC Riesgo).
Es decir, estas transferencias ponen presión al Presupuesto General de la República, por lo que una mejora en los ingresos de los viajeros que muevan las aerolíneas de Estados Unidos ayudará a aliviar esa carga. Hay que recordar que los viajeros que vienen de América del Norte, especialmente de EE. UU., son los que tienen el gasto promedio diario más alto respecto al resto de regiones.
El viajero llegado de Norteamérica en el tercer trimestre del año pasado gastó por día 65 dólares, por encima de los 28.9 dólares promedio de los centroamericanos, que son la mayoría.
No obstante, la agencia calificadora considera que aún sigue siendo una oportunidad para la EAAI “impulsar el flujo de pasajeros una vez se minimice la crisis sociopolítica y de salud en Nicaragua, y se
reactive el turismo”.
También considera como retos para la empresa estatal disminuir el alto nivel de endeudamiento; mantener el compromiso de acumular un monto mensual en la cuenta de reserva para los bonos Brade, la cual permita provisionar los recursos necesarios para el pago de las obligaciones con el público inversionista.
Igualmente ve como reto materializar las estrategias para disminuir la carga pasiva de la empresa de aeropuertos, continuar con el crecimiento de la operación aeroportuaria mediante la generación de un nivel de ingresos que impacte el flujo operativo.
Se requiere que la EAAI continúe contrayendo los gastos de operación, específicamente, aquellos de orden administrativo y financiero, así como revertir la acumulación de pérdidas que generan una constante erosión de la posición patrimonial de la estatal.
Es necesario que se logre llegar a punto de equilibrio en las otras terminales aéreas, que a la fecha significan un centro de costo para la operación de EAAI, indicó.
Y es que aunque en el 2022, la empresa mostró una mejoría en el tráfico de pasajeros y los ingresos, la misma continuó “comiéndose” su patrimonio, que a junio del año pasado reportaba una reducción de 2 por ciento anual, aunque entre el trimestre abril-junio aumentó 1 por ciento.
Según la calificadora, la caída interanual “obedece al incremento de la pérdida acumulada (+13 por ciento), a pesar del aumento presentado en la utilidad del periodo, la cual registra números positivos”.
“En los últimos años, el registro de la pérdida acumulada ha mermado el patrimonio, debido a que la Entidad aumenta significativamente el registro de sus pérdidas, producto del impacto de la crisis sociopolítica y la pandemia”, indica.
No obstante, señala que “se observa una recuperación importante desde el primer trimestre de 2022 en los vuelos internacionales, así como en el número de vuelos privados y chárter”.
Mejora el ingreso de pasajeros
La principal fuente de ingreso de la EAAI son los flujos obtenidos a través del Aeropuerto Internacional Augusto C. Sandino. Al cierre del segundo trimestre de 2022, el flujo acumulado de entradas y salidas de pasajeros internacionales correspondientes al Aeropuerto Internacional de Managua era de 383,424 pasajeros, lo cual significó un incremento del 174 por ciento con respecto a los datos del mismo periodo del año anterior.
Cabe mencionar que gran parte de este movimiento de pasajeros en el aeropuerto se debe principalmente al tránsito de cubanos que usan como trampolín Managua, para luego viajar por tierra hacia Estados Unidos, en busca del sueño americano. Y muestra de ello es que hay un desajuste fuerte entre el número de pasajeros que ingresan al aeropuerto y los que luego salen por esa misma terminal.
El flujo de pasajeros a junio del año pasado, sin embargo, aún no alcanzaba los niveles observados en igual periodo de entre 2018 y 2019, ambos años afectados por la crisis sociopolítica, y menos con lo registrado en junio del 2017.
El aumento de un 91 por ciento en el tránsito de viajeros internacionales obedeció a la “respuesta a la reactivación paulatina de los vuelos y operación de nuevas aerolíneas respecto al año anterior”.
Pese a ello, la central de riesgo consideraba hasta septiembre que “la afectación directa al sector turismo, dada la crisis política social que inició en abril de 2018 en Nicaragua, sumado a la crisis sanitaria mundial producto del covid, impacta de forma sensible la generación de ingresos de la Entidad y su situación financiera en general, pese a los esfuerzos realizados por la Administración para mitigar los impactos negativos”.
La mejora en el tráfico de pasajeros ha ocasionado que a junio los ingresos totales acumulados alcanzaran los 522.05 millones de córdobas (14.55 millones de dólares), cifra que registra un incremento del 114 por ciento anual, lo cual obedece principalmente al crecimiento del 123 por ciento en los ingresos aeroportuarios, mismos que representan la principal fuente de ingresos.
En el caso de los gastos totales, estos sumaron a junio 457.36 millones (12.75 millones de dólares) y registran una reducción del 2 por ciento anual, lo cual responde principalmente a la disminución del 15 por ciento en los gastos financieros, según el reporte de la calificadora de riesgo, que en su reporte a septiembre mejoró la calificación de dicha empresa estatal.
A excepción del Aeropuerto Internacional Augusto C. Sandino, las demás terminales significan un centro de costo para la operación de EAAI, ya que aún no se ha consolidado un flujo suficiente de tránsito aéreo que lleve a punto de equilibrio la operación de los distintos aeródromos, advirtió.
En medio de todas las dificultades, la central de riesgo dice que a junio del año se había producido utilidad acumulada de 64.70 millones (1.80 millones de dólares), cifra que aumenta considerablemente, luego de la pérdida registrada un año atrás (-224,63 millones de córdobas a junio de 2021).
Los activos de dicha empresa sumaron 6,414.80 millones y los pasivos 2,422.01 millones de córdobas.