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El presidente de Colombia, Gustavo Petro, juramenta al embajador para Nicaragua, León Fredy Muñoz, el 13 de septiembre. Observa el canciller Álvaro Leyva (pantalón café). Tomado de redes sociales Presidencia de Colombia

Petro juramentó a embajador para Nicaragua. “Tenemos un desastre”, dijo refiriéndose a litigios limítrofes y lo manda a dialogar con el régimen

Este martes el presidente colombiano juramentó al embajador en Nicaragua, León Fredy Muñoz, a quien le ordenó dialogar con el régimen tras calificar de "estupidez" la defensa colombiana en los temas limítrofes

“Tenemos un desastre”, fue la expresión sonriente y con brazos cruzados del presidente colombiano, Gustavo Petro, al referirse a los litigios limítrofes con Nicaragua en la Corte Internacional de Justicia (CIJ), tras la juramentación este martes de un grupo de embajadores, entre ellos León Fredy Muñoz, designado para Nicaragua.

Muñoz dijo la semana pasada a un medio colombiano que estaría viajando a Managua este viernes.

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“El tema Nicaragua (sonríe) tenemos un desastre, toda esta escuela de abogados ligados al poder en Bogotá fracasó, fracasó estúpidamente, no puedo hablar mucho al respecto, pero construir una estrategia bogotana para defender nuestro derecho marítimo alrededor de San Andrés y Providencia que no es bogotana, que es raizal, que tiene que ver con otras culturas, derecho que ahí nace es por otras razones diferentes a nuestra presencia bogotana, que tiene que ver con uno de los mayores desastres de la humanidad, la esclavitud”, dijo el mandatario en el acto protocolario, visiblemente resfriado.

La juramentación, realizada en la Casa de Nariño (casa presidencial), en Bogotá, se realizó cuatro días después que el canciller colombiano, Álvaro Leyva, hizo contundentes críticas a la dictadura de Daniel Ortega.

Actualmente son dos los litigios sobre la mesa: el primero, iniciado el 16 de septiembre de 2013, corresponde a la delimitación de la Plataforma Continental Extendida entre Nicaragua y Colombia, más allá de las 200 millas náuticas, y la segunda demanda de Nicaragua, presentada en noviembre de 2013 y de la que se pronunció la Corte Internacional en abril reciente, se refiere a supuestas violaciones de derechos soberanos y espacios marítimos en el mar Caribe.

Manda a Muñoz a dialogar con Nicaragua

Petro refirió el origen afro y anglo de los territorios mencionados, además de su ubicación cercana a la zona de las Antillas, “como Jamaica, como la Costa Mosquitia nicaragüense, como Costa Rica en su zona pacífica (acá un lapsus en vez de referir el Atlántico), como Trinidad y Tobago, como varias islas, y que no se le ha dado el estatus cultural que merece, que no pasa por romper soberanías nacionales, pero pasa porque se reconozca la existencia cultural de un pueblo afro anglófono en las Antillas, de las cuales hace parte San Andrés y Providencia, eso hay que dialogarlo ahora”, agregó.

El diálogo con Nicaragua —según señaló Petro— incluye la orden del tribunal de La Haya (Países Bajos), sede de la CIJ “por la estupidez de la defensa bogotana que desconoció ese tema, que no fue capaz de poner un abogado raizal, porque acostumbrados a los grandes contratos tenían que ser bogotanos, que no fue capaz de mirar la historia, que no fue capaz de mirar la cultura, que no fue capaz de mirar la diversidad como aquí nosotros sí estamos reconociendo, nos llevó a la última derrota en términos de pérdida de soberanía”.

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Y aseguró que “ahora tenemos que dialogar con Nicaragua, lo ordena el tribunal y hay que iniciar el diálogo, restituir los derechos del pueblo raizal sobre el mar, derechos de pesca, derechos de tránsito, derechos de comunicación libre”.

Dijo que “ojalá que el pueblo sanandresano sin límites pueda llegar a la costa Mosquitia y el pueblo de la costa Mosquitia llegar sin límites a San Andrés con un libre fluir de los seres humanos de la misma etnia, de la misma cultura, de la misma lengua, de la misma hermandad de sus lazos familiares… ahí hay lazos familiares de siglos, que están cortados por una estupidez diplomática técnica jurídica que no se supo asumir, esos lazos tienen que reconstruirse y el diálogo es lo que puede ahora lograrlo, así que esa es una función suya”, le ordenó Petro al recién juramentado embajador para Nicaragua.

“Después del desastre que los gobiernos pasado han presentado a la nación colombiana en ese tema”, concluyó.

El “ok” del régimen

A inicios de agosto, la cancillería del régimen de Nicaragua remitió la carta de beneplácito sobre el nombramiento de Muñoz. “El Ministerio de Relaciones Exteriores transmite que el comandante Daniel Ortega Saavedra, presidente de Nicaragua, concede el beneplácito de estilo a favor de León Fredy Muñoz, como embajador extraordinario y plenipotenciario de Colombia en Nicaragua”, se lee en la misiva a la que tuvo acceso el medio colombiano Semana.

 “El Ministerio de Relaciones Exteriores reitera a Colombia las muestras de su alta y distinguida consideración”, concluye la carta.

El 11 de agosto se hizo público el nombramiento de León Freddy Muñoz como embajador de Colombia en Nicaragua, tras un año de tensas relaciones.

Más de un año en tensiones

En julio de 2021, el Gobierno de Colombia, a cargo de Iván Duque, llamó a consultas a su embajador en Nicaragua, Alfredo Rangel, en rechazo al arresto de opositores ocurrido ese año, en los últimos meses, en el país.

En un comunicado, el Ministerio de Relaciones Exteriores dijo en ese momento que el llamado del embajador Rangel respondía a “la sistemática persecución contra la oposición política, el periodismo y el liderazgo social en Nicaragua”.

Un mes después, el régimen de Ortega llamó a consultas a su embajador en Bogotá, y desde ese momento las relaciones entre ambos países se mantuvieron en un punto de tensión.

En febrero de 2022, la cancillería de Nicaragua retiró las credenciales de Rangel. Según una carta enviada a la ministra de Relaciones Exteriores colombiana, Marta Lucía Ramírez de Rincón, el canciller nicaragüense Denis Moncada refiere que el embajador Alfredo Rangel Suárez emitió juicios de valor sobre los asuntos internos de Nicaragua y lo tilda de “insolente”.

Rangel entregó en una audiencia especial el 22 de diciembre de 2020 sus cartas credenciales que lo acreditaban como embajador extraordinario y plenipotenciario de la República de Colombia ante Nicaragua a Ortega, según información de cancillería.

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