Mientras Verónica Chávez iba con su hijo Miguelito a el nuevo Chipote, para ver a su padre, el preso político Miguel Mora, ella lo iba preparando, después de 14 meses sin que la dictadura orteguista les permitiera visitas entre padre e hijo.
–Dios escuchó tu oración, Miguelito, vamos a ir donde está papá, a su trabajo, le iba diciendo Verónica.
–Sí, quiero ir, respondió el niño, quien en realidad tiene 22 años, pero desde pequeño sufre parálisis cerebral y motora adquirida. Habla con dificultad y se mantiene en silla de ruedas.
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–¿Qué le vas a decir?
–Que lo amo.
–¿Y qué más?
–Le voy a dar besitos.
Para no decirle que su papá está preso, Verónica Chávez siempre le dice a su hijo que él está trabajando. Entonces Miguelito siempre repite: “Papá está trabajando por Nicaragua”.
Cuando llegaron a el nuevo Chipote, Miguel Mora ya los estaba esperando. Fueron dos horas de visita.
Cuando Mora vio a su hijo llegar en la silla de ruedas, pegó el grito: “Gloria a Dios, hijo amado, la Gloria sea para Dios, lo logramos”. Inmediatamente padre e hijo se abrazaron.
Miguelito cumplió lo que dijo, que le iba decir a su padre que lo ama, y, “como un loquito”, no paraba de darle besos. Las lágrimas de los tres, padre, madre e hijo, rodaron por las mejillas. También había risas y oraciones.
Este sábado 20 de agosto de 2022, Miguel Mora cumplió 59 días en huelga de hambre, en demanda de que la dictadura le permitiera ver a su hijo, a quien no mira desde que se lo llevaron preso, a las 10:00 de la noche del 21 de junio de 2021.
“Está bien delgado, pero no es un delgado enfermo, se ve fuerte”, afirma Verónica, quien revela que este domingo 21 de agosto de 2022, Miguel Mora hará un ayuno en agradecimiento a Dios porque pudo ver a su hijo.
Para que la despedida no fuera traumática, Verónica Chávez aprovechó que una prima de Miguelito está de cumpleaños y le pidió a su hijo que le pidiera permiso a su papá para ir a comer pastel. De esa manera, cuando se cumplieran las dos horas de visita, Miguelito se despediría contento de su padre.
Cuando llevaban una hora de visita, Verónica le dijo a su hijo: “¿No le vas a pedir permiso a tu papi para ir a comer pastel?”.
–Papá, piñata, dame permiso.
–¿Adónde vas amor?
–Cumpleaños.
–¿Queres ir?
–Sí, fiesta.
–Está bien amor, andá.
Después de hablar con el papá, Miguelito se dirigió hacia Verónica. “Mamá, ya, dijo que sí, vamos”. “Estáte un ratito más con tu papá y después nos vamos”, respondió ella.
Cuando la visita terminó, se despidieron y Miguelito iba feliz, pero, al salir del cuarto de visita, Verónica se volteó para ver a Miguel Mora. El hombre estaba en llantos.
La visita de su hijo no pudo ser en un mejor día, porque Mora cumple 57 años de de edad este sábado 20 de agosto de 2022, mientras el dictador Daniel Ortega lo mantiene encarcelado.