El alcalde de Juigalpa, Chontales, Erwing de Castilla Urbina, canceló este martes 21 de junio ocho concesiones a los transportistas que brindaban el servicio urbano en esa ciudad, como sanción en respuesta al incremento de 2 córdobas que aplicaron sin su autorización. Los transportistas llevaban 11 meses solicitando ese incremento, pero la Alcaldía no se los autorizó. Además, para contrarrestar el paro que promovían desde el lunes 20 de junio llevaron buses desde la capital para brindar el servicio.
Durante casi un año esa comuna no autorizó el alza en la tarifa. Sin embargo, en abril pasado el Ministerio de Transporte e Infraestructura (MTI) autorizó un incremento de entre 20 y 25 por ciento a los pasajes interurbanos. También se les autorizó que comenzaran a aplicarla durante Semana Santa, que es una de las temporadas en que más viajan los nicaragüenses. Este ajuste fue justificado por el aumento en los costos de operación que ha provocado el alza en el precio de los combustibles.
La Alcaldía de Juigalpa informó a través de sus redes sociales que notificó a los transportistas Gamaliel Romero Romero, Juan Víctor Vílchez Morales, Heyner Isidro Jiménez Arana, Jacoba Basilisa Urbina, Anabel Arana Obando y Jamileh del Carmen Álvarez, que les cancelaron sus concesiones. La decisión se tomó en respuesta al incremento de 5 a 7 córdobas que aplicaron, sin autorización, a la tarifa del pasaje urbano en esa ciudad. La concesiones canceladas fueron 8, ya que Carmen Álvarez poseía 3.
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Refuerzos desde Managua
La comuna de Juigalpa también informó que ante el paro que protagonizaron el lunes 20 de junio los transportistas que prestaban el servicio urbano en esa ciudad, desde Managua enviaron 5 autobuses para garantizar el servicio a la población.
Este fue el segundo paro que realizaron los transportistas en casi un año que llevaban solicitando el incremento en el pasaje. Además, la cancelación de las concesiones y la introducción de nuevas unidades para garantizar el servicio reflejan la ausencia de la autonomía municipal y el dominio del Gobierno Central, ya que la Alcaldía agradeció a Ortega el envío de las nuevas unidades que comenzaron a brindar el servicio.
También deja en evidencia un cambio de estrategia del régimen Ortega Murillo contra uno de sus tradicionales aliados. Durante 16 años, cuando desde la oposición Daniel Ortega decía “mandar desde abajo”, los transportistas siempre lo acompañaron. Ante cualquier reclamo, la paralización del transporte era la principal arma de presión contra los gobiernos de turno; ellos no solo dejaban de brindar el servicio sino que también obstaculizaban las vías con sus vehículos y realizaban quemas de llantas hasta lograr presionar y negociar bajo sus términos con las autoridades. Ahora, ocho concesiones fueron eliminadas como respuesta inmediata a la desobediencia.
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