Manuel Rosas aterrizó en Managua bajo una intensa lluvia un 27 de abril de 2010. El clima poco habitual de esa fecha se quedó gravado en el jugador mexicano, que busca reactivar su carrera en Nicaragua después de dos años fuera del futbol profesional. Desde su primer torneo con el Real Estelí mostró cualidades diferentes al resto que le permitieron extender su estadía año tras año, hasta nacionalizarse en el 2013 y convertirse en un habitual de la Azul y Blanco y referente del Tren del Norte, donde ha decidido retirarse después de 12 años.
“Mentalmente estoy agotado, ya no quiero seguir jugando”, asegura Rosas, de 38 años. La decisión ya la comentó con los directivos del Estelí, aunque algunos todavía cuenta con él. El lateral se ganó el respeto y cariño de dirigentes y compañeros por su profesionalidad a lo largo de su carrera. Todo apunta a que se quedará trabajando dentro de la institución, pero el área en específica deberá ser decidida en conjunto una vez que se reúna con los directivos en los próximos días.
Puede interesarte: Erick Mendoza, el primer matagalpino en disputar ocho finales consecutivas en el futbol nicaragüense
El retiro de Rosas es inteligente. Poco a poco su protagonismo se estaba mermando y ha elegido decir adiós de forma decente. Las lesiones habían afectado mucho en los últimos torneos y el crecimiento de Oscar Acevedo le restaban oportunidades. En el actual Clausura 2022 disputó 505 minutos repartidos en 18 juegos y solo seis de titulares. No marcó gol. De hecho su última anotación fue en la final del Apertura 2020 para darle el último título al Tren del Norte.
Llegó como volante y jugó de lateral izquierdo la mayoría de su carrera. Capitán por muchos años, ganó 11 títulos nacionales, marcó 37 goles y jugó más de 350 partidos. A nivel internacional disputó Liga Concacaf y Liga de Campeones suman dos anotaciones y 27 juegos. En la Azul y Blanco participó en 55 desafíos y anotó dos goles. Su futuro después del futbol lo define en los próximos días, aunque se descarta como entrenador.