En la Dirección de Auxilio Judicial (DAJ) quedan varios presos de la tercera edad que requieren cambio de medidas cautelares urgentes. Las condiciones carcelarias a las que son sometidos sumado a sus edades les están causando padecimientos que no son atendidos médicamente, han denunciado familiares y defensores de derechos humanos.
Luego del fallecimiento del general en retiro Hugo Torres en febrero pasado y bajo custodia policial, las autoridades carcelarias decidieron cambiar las medidas cautelares de algunos prisioneros políticos de la tercera edad por razones “humanitarias” debido a sus deteriorados estados de salud. Sin embargo no se sabe qué consideraciones toma el régimen para hacer este cambio.
“¿Hasta cuándo? Hasta cuando ya vean a una persona exhalando su último suspiro o no sabemos cuáles son (las consideraciones para otorgar casa por cárcel). Hay que recordar que en el gobierno actual no hay ni ley, ética, moral ni Reglas Mandela ni las normas del sistema penitenciario, no hay nada. Todo depende del estado de ánimo en que amanezcan los dictadores para actuar. Es difícil contestar hasta donde tiene que sufrir y padecer para que sean enviados a sus casas”, dijo Vilma Núñez, presidenta del Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh).
Actualmente, los presos que superan los 60 años y que permanecen encarcelados en las celdas del Chipote son:
- -Violeta Granera (70)
- -Víctor Hugo Tinoco (69)
- -Dora María Téllez (66)
- -Nidia Barbosa (66)
- -Irving Larios (63)
- -Eveling Pinto (63)
- -José Adán Aguerri (60)
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Cambio de medida es necesario
La defensora Vilma Nuñez explicó a LA PRENSA que el cambio de medida cautelar mejora las condiciones de salud de los privados de libertad. “Solo el hecho de salir de esos centros de torturas y encontrarse en el ambiente de su casa, mejora anímicamente y emocionalmente, por lo que las condiciones son otras”.
Sin embargo, a pesar de estar en su casa estos permanecen incomunicados y con policías permanentemente, lo que puede representar un obstáculo para el acceso de los profesionales de la salud las veces que lo necesiten. “Hay que investigar caso por caso porque hay unos que no se le ha permitido el acceso a médicos de manera abierta, pero no podemos generalizar porque no tenemos la información de todos”, explicó.
Para los familiares de los privados de libertad que se encuentran con serios problemas de salud, como Violeta Granera, han solicitado el arresto domiciliario como una opción para poder atender a su pariente y evitar que su condiciones se agraven. “Como familia solicitamos se le cambie su régimen penitenciario a arresto domiciliario, el cual está estipulado por ley debido a su condición de persona valetudinaria, queremos expresarles que tenemos temor de que pueda agravarse su salud y que no sea atendida como es debido”, aseveró la familia de Granera luego de conocer que a la presa la diagnosticaron con vitiligio.
El pasado sábado 30 de abril, las autoridades trasladaron de la DAJ a su casa de habitación al preso político Pedro Joaquín Chamorro Barrios, por sus problemas de salud, según informaron fuentes extraoficiales. Otros opositores que les han cambiado la medida cautelar han sido al excanciller Francisco Aguirre Sacasa, al analista José Pallais, al exembajador Arturo Cruz, al exembajador ante la OEA Edgard Parrales y al exembajador de Nicaragua en Costa Rica, Mauricio Díaz.
Irregularidades persisten
Otros presos también presentan condiciones que preocupan a sus familias. Los parientes de Pedro Vásquez señalaron que su condición de salud y estado emocional han decaído de manera drástica. Vásquez le dijo a su familia que el próximo preso en fallecer podría ser él.
El cronista deportivo Miguel Mendoza continúa recluido en una celda de castigo. El gerente general de LA PRENSA, Juan Lorenzco Holmann Chamorro también está en una celda de castigo con luz permanente, moho en las paredes, sin ventanas y con puerta de hierro.