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Archivo/LA PRENSA

Régimen de Ortega confirma su alta dependencia de la inversión extranjera de EE. UU., con el que mantiene una relación hostil

Estos son los países de origen de los inversionistas que aún siguen aumentando sus capitales en Nicaragua, pese al alto riesgo político e institucional

Nicaragua captó el año pasado en inversión extranjera neta 1,220.1 millones de dólares (64.3 por ciento más que 2020), siendo Estados Unidos el principal origen de esos recursos, lo que confirmó una vez la alta dependencia de la economía nicaragüense de ese país, con el que el régimen de Daniel Ortega mantiene una relación hostil.

Del total de flujos invertidos, en su mayoría reinversión, el capital estadounidense ascendió a 444.3 millones de dólares (36.41 por ciento del total), lo que fue mayor en 180.7 millones de dólares comparado con lo ingresado en el 2020, reconoció el Gobierno en el informe final de inversión extranjera divulgado por el Banco Central de Nicaragua.

“Al igual como lo sucedido en el resto de los países de la región de Centroamérica, Panamá y República Dominicana, en 2021 Nicaragua presentó una tendencia de recuperación económica y de la IED, alineada con la recuperación de la actividad económica mundial”, dijo Ovidio Reyes, presidente del BCN, durante la presentación del reporte a cuyo evento asistió el hijo de Ortega, Laureano Ortega Murillo.

De esta manera, la inversión extranjera aportada por empresas de Estados Unidos experimentó en el 2021 un incremento de 68.55 por ciento cuando se reportaron 263.6 millones de dólares, según las cifras oficiales.

Otro dato curioso del reporte es que detrás de EE. UU., el capital de Canadá también tuvo un comportamiento clave en el desempeño de este indicador. De ese país, que también reclama a Ortega institucionalidad y democracia, se obtuvieron 213.8 millones de dólares, por encima de los 91.3 millones de dólares en el 2020.

Es decir, que pese a que la Administración de Joe Biden ha advertido a los empresarios del riesgo de traer sus capitales a Nicaragua por el deterioro de la institucionalidad, la seguridad jurídica y la falta de democracia, los inversionistas de esos países han optado por mantener o traer sus flujos, lo que ayuda a mantener a flote la economía orteguista.

Lea además: New Fortress, la planta de gas que promueve Ortega, teme que las sanciones de EE. UU. dañen sus operaciones en Nicaragua

Entre las inversiones de capital estadounidense que se conocen hasta ahora solo se sabe de la construcción de una planta de gas, cuya inversión se estima en 700 millones de dólares y ya está finalizada a la espera del primer cargamento de gas. Las autoridades de New Fortress, la planta de gas que promueve Ortega, ha expresado su temor de que las sanciones de EE. UU. dañen sus operaciones en Nicaragua.

El 21 de julio del año pasado, el gobierno de Joe Biden advirtió que invertir en Nicaragua es sumamente riesgoso, tomando en cuenta la aprobación de leyes represivas, la falta de transparencia en la publicación de datos, el aumento de la corrupción, la ausencia de vuelos comerciales, los antecedentes de expropiación, las reformas fiscales que dañan los márgenes de ganancia de los inversores, entre otras cosas.

“Los inversionistas deben ser extremadamente cautelosos al invertir en Nicaragua bajo el gobierno autoritario del presidente Daniel Ortega. Han pasado casi tres años desde que la crisis político-económica de 2018 dejó más de 300 manifestantes pacíficos muertos, 2,000 manifestantes heridos y más de 100,000 nicaragüenses desplazados y solicitando asilo fuera de Nicaragua. El régimen de Ortega continúa suspendiendo los derechos civiles garantizados constitucionalmente, deteniendo a presos políticos y haciendo caso omiso del Estado de derecho, creando un clima de inversión impredecible plagado de riesgos para la reputación y regulación arbitraria”, señaló el gobierno norteamericano.

Detrás de Estados Unidos y Canadá destaca el capital extranjero de Panamá, con 185.2 millones de dólares, superior a los 90.2 millones de dólares observados en el 2020. Igualmente México, con el que el gobierno de Ortega tiene una relación más o menos llevadera, aportó 167.5 millones de dólares en los flujos de inversión, por encima de los 110.3 millones de dólares.

En el caso de la inversión canadiense se está destacando principalmente inversiones en la extracción minera, donde el capital estadounidense también tiene importante participación. Este sector se ha visto dinamizado por los altos precios del metal a nivel internacional.

Y finalmente de España y Costa Rica totalizaron 108.0 y 41.8 millones de dólares, respectivamente, siendo superiores en 74.6 y 31.1 millones de dólares con respecto a 2020, según detalló Reyes.

Un reciente estudio divulgado en Madrid, España, sobre las perspectivas de la inversión española en América Latina este año, reveló que los inversionistas de ese país no tienen planes de aumentar sus capitales en Nicaragua como sí lo planean en la mayoría de países del hemisferio.

Los sectores

¿A qué sectores están llegando estos recursos? Según el Gobierno el sector de energía y minas captó 466.5 millones de dólares (38.2 por ciento del total), industria manufacturera con 263.4 millones (21.6 por ciento), comunicaciones con 174.8 millones (14.3 por ciento) y comercio y servicios con 146.4 millones de dólares (12 por ciento).

Solo en la segunda mitad del año pasado, cuando el régimen arreció su ataque contra los opositores y encarceló a los aspirantes presidenciales, los inversionistas inyectaron 500.3 millones de dólares en términos netos, inferior a los 719.8 millones de dólares en el primer semestre de ese año. El monto, no obstante, es superior que los 408.7 millones de dólares observados en igual periodo del 2020.

En términos acumulados, en 2021 los ingresos brutos de inversión extranjera totalizaron 1,470.1 millones de dólares, equivalentes al 10.5 por ciento del PIB, lo que se tradujo en un incremento del 52.7 por ciento respecto de 2020 o de 507.2 millones de dólares con respecto a lo registrado en 2020 que acumuló 962.9 millones (7.7 por ciento del PIB), según detalló Reyes.

El funcionario dijo que “en años recientes, los flujos de IED en Nicaragua se han visto afectados por diferentes perturbaciones y recientemente, durante 2020, por la pandemia mundial de covid-19”.

Lea además: Nicaragua queda fuera de los planes de los inversionistas españoles de ampliar sus capitales este año en América Latina

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