Chlamydia Trachomatis, una infección de transmisión sexual silenciosa

Chlamydia trachomatis es la infección de transmisión sexual ocasionada por bacterias más común, se estima que alrededor del mundo existen 50 millones de casos. Su presentación es más frecuente en paciente jóvenes, generalmente menores de 24 años sin embargo puede presentarse en cualquier momento de la vida. 

Toda persona sexualmente activa puede infectarse por Chlamydia, ya que esta bacteria se disemina por contacto sexual que incluye contacto de pene con vagina, recto y otras estructuras mucosas; otra forma menos frecuente de transmisión es cuando la madre durante el embarazo o parto transmite la infección al recién nacido. 

La presentación clínica mas frecuente, es asintomática; hombres y mujeres pueden cursar con la infección por Chlamydia y simplemente no tener ninguna manifestación lo cual favorece que se siga diseminando la infección entre las parejas sexualmente activas. Los signos y síntomas que pueden desarrollarse incluyen:

  • Dolor al orinar
  • Flujo vaginal en mujeres
  • Secreción a través del pene en hombres
  • Dolor durante las relaciones sexuales en mujeres
  • Sangrado entre periodos menstruales
  • Sangrado posterior a las relaciones sexuales en mujeres
  • Dolor en testículos en los hombres

Esta infección también puede afectar el recto, ya sea asintomático, o con dolor, secreción o sangrado rectal. Otra área del cuerpo que es susceptible de infección son los ojos, causando conjuntivitis a través del contacto con líquidos corporales infectados. 

Se recomienda una prueba en búsqueda de la infección en personas menores de 25 años, y en aquellas mayores de 25 años que tengan: una nueva pareja sexual, más de una pareja sexual, una pareja sexual con otras parejas sexuales o una pareja sexual con alguna infección de transmisión sexual confirmada. 

Se han reportado múltiples secuelas relacionadas a la infección en las mujeres, las mas severas son la enfermedad pélvica inflamatoria, embarazo ectópico e incluso infertilidad. Algunas mujeres que reciben el diagnostico de una infección cervical no complicada ya tiene una infección del tracto genital superior subclínica. 

El diagnostico de la infección se puede lograr primero con una historia clínica detallada, examen físico realizado por ginecólogo familiarizado con estas infección y se confirma mediante toma de pruebas de secreción vaginal, cervical o incluso con muestras de orina en dependencia de la prueba solicitada. El análisis molecular ha demostrado ser superior a los cultivos en relación al diagnostico de la infección. 

El tratamiento busca prevenir los efectos adversos en la salud reproductiva, así como interrumpir el ciclo de transmisión. Por esta razón, es importante que nuestra pareja también reciba el tratamiento antibiótico recomendado para evitar la reinfección. El tratamiento debe ser administrado ante la confirmación del diagnostico y no debe ser retrasado bajo ninguna circunstancia dada su asociación a complicaciones. 

Ante la presencia de infecciones vaginales recurrentes que no mejoran con el tratamiento usual, es importante descartar estas infecciones que pueden comprometer tu salud ginecológica. Siempre consulta con tu ginecólogo si tienes dudas en relación a los síntomas, diagnostico o tratamiento de esta infección.

Vida Chlamydia Trachomatis Transmisión Sexual archivo
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