Con más de un año de retraso, las autoridades del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) inaugurarán esta semana su nueva sede en Managua, para lo cual el régimen de Daniel Ortega espera la llegada del presidente del banco, Dante Mossi y los directivos del mismo, anunció este mediodía la portavoz del régimen, Rosario Murillo, sin brindar muchos detalles.
“Estamos listos también para esta semana inaugurar el nuevo edificio del Banco Centroamericano de Integración Económica y recibir a los directivos, al presidente hermano Dante Mossi, de ese banco tan importante para nuestra región mesoamericana”, dijo Murillo en declaraciones a medios de propaganda de la dictadura.
El nuevo edificio está en el Distrito Uno de Managua, específicamente en Camino Viejo a Santo Domingo, cerca del centro comercial Galerías Santo Domingo y en su momento se informó que la obra tiene un costo de 16.5 millones de dólares.
El edificio fue empezado a construir en octubre del 2019, cuando Mossi vino a Managua y junto con el sancionado y titular del Ministerio de Hacienda y Crédito Público, Iván Acosta, colocaron la primera piedra. En ese momento, el banco informó que esperaba que el mismo estuviera funcionando a finales del 2020, año en que la pandemia azotó a Centroamérica.
La nueva edificación tiene un área aproximada de 4,456.70 metros cuadrados de construcción distribuidos en salones de reuniones, oficinas, estacionamientos, bodegas, entre otros. Cuenta con seis niveles (1 sótano y 5 niveles adicionales) e integra sistemas de la más alta tecnología incluyendo el sistema BMS y con un auditorio de capacidad de 200 personas, detalló en su momento el BCIE mediante un comunicado.
Mossi llegará a Managua en momentos en que el régimen de Ortega tiene en prisión a más de 40 reos políticos y los está condenando con penas de hasta 13 años, en juicios donde los principales testigos con policías y pruebas fabricadas, y donde la dictadura considera un delito pertenecer a grupos de WhatsApp, entre otras violaciones de derechos humanos.
En medio de las críticas, Mossi y el BCIE se han declarado apolíticos y han defendido que el Gobierno se encuentra al día con sus pagos y contribuciones. Este es el único brazo financiero que ha optado por mantenerse a flote mientras el Fondo Monetario Internacional (FMI), Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Banco Mundial (BM) han soltado recursos a cuentagotas a la dictadura, con excepción del año pasado por la pandemia y su impacto.