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Turbas sandinistas pintaron las instalaciones del DIARIO LA PRENSA en junio de 1989 /LA PRENSA/Archivo

A cuatro años de su centenario, LA PRENSA mantiene la resistencia contra la censura sandinista

A través de la Dirección de Medios de Comunicación del Ministerio del Interior, el primer régimen del FSLN en los años ochenta, impuso la censura a LA PRENSA. Ayer se cumplieron 200 días de la toma de las instalaciones por la Policía

Las instalaciones del Diario LA PRENSA cumplieron este martes 1 de marzo 200 días de estar tomadas por la Policía, por órdenes del régimen de Daniel Ortega, que también tiene cautivo al gerente general de este medio de comunicación, Juan Lorenzo Holmann Chamorro. Sin embargo, aunque esta es una de las acciones más brutales que ha enfrentado LA PRENSA, no es la primera vez que “El Diario de los Nicaragüenses” soporta ataques y censura del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), que ha encabezado Ortega desde los años ochenta.

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Este 2 de marzo LA PRENSA cumple 96 años resistiendo la segunda dictadura sandinista, y aunque el periódico no circula en su tiraje impreso por la brutal censura del orteguismo, su labor social sigue intacta en su versión digital.

Los sandinistas, que llegaron al poder por la vía armada en 1979, impusieron un régimen de censura mediática en el país en los años ochenta, en el que LA PRENSA era su blanco por su línea crítica ante las arbitrariedades del gobierno.

A través de la Dirección de Medios de Comunicación del Ministerio del Interior, todos los medios eran sometidos a una revisión de contenido antes de publicar sus noticias, lo que provocaba deliberadamente que el Diario atrasara su tiraje; además que los militares encargados de realizar este escrutinio tenían la potestad de exigir al medio el cambio de título, suprimir palabras, oraciones o párrafos enteros, e incluso, mandar a quitar una noticia si no les parecía favorable al gobierno sandinista.

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El entonces editor de LA PRENSA, Pedro Joaquín Chamorro Barrios —quien actualmente es uno de los presos políticos por su oposición a la actual dictadura de Ortega—, llamó en los años 80 a los miembros de la Dirección de Medios “los sabios que querían leer nuestras mentes y saber qué queríamos decir detrás de cada palabra escrita”.

En abril de 1980, por medio del sindicato, trabajadores de simpatía sandinista en LA PRENSA presionaron para que la línea editorial se plegara a la ideología de turno, lo que al final concluyó en la división del personal y la fundación de El Nuevo Diario, a cargo de Xavier Chamorro Cardenal, quien se separó de su familia para hacer un periodismo amable con la revolución sandinista.

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Solamente en 1981, LA PRENSA fue objeto de 14 sanciones, desde amonestaciones hasta cierres de 72 horas, según un recuento de la Revista DOMINGO en el reportaje Déjà vu: así eran las turbas sandinistas en los años ochenta y noventa”, publicado el 29 de junio de 2019. DOMINGO también confirmó que la censura causaba serios atrasos a la hora de cierre.

“En 1983 el atraso fue de tres horas, en 1984 hasta tres horas y media, y en 1985 llegó incluso a tomarse seis horas y 50 minutos”, destaca el reportaje FSLN: con vocación de represión, publicado en 2005.

Desde su llegada al poder en 1979, la dictadura del FSLN ha venido atacando con todo su odio a LA PRENSA. LA PRENSA/ARCHIVO

El 25 de junio de 1986, el gobierno de Ortega ordenó “un cierre indefinido” del rotativo que duró hasta el 1 de octubre de 1987. Esta clausura de 16 meses se dio en el contexto de las represalias sandinistas contra la aprobación de 100 millones de dólares en apoyo a la Resistencia Nicaragüense (llamada Contra), de parte del Congreso de Estados Unidos, lo que fue usado como pretexto para cerrar las instalaciones del Diario, según un historiador que pidió no revelar su identidad por motivos de seguridad.

En esos tiempos, los dirigentes sandinistas repetían con frecuencia que “LA PRENSA era un instrumento del imperialismo y la contrarrevolución”.

Los Acuerdos de Paz de Esquipulas II que se dieron en 1987, obligaron a los sandinistas a quitar el bloqueo a LA PRENSA.

El periódico dejó de editarse 40 veces entre 1982 y 1986, solamente por falta de material debido a la extensa censura.

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Además, LA PRENSA recibía visitas de las turbas del FSLN. En 1986, en el aniversario número 60 de LA PRENSA, las turbas sandinistas mancharon las paredes del periódico con las siglas del FSLN y frases como: “Somos el pueblo organizado, fuera los traidores”.

Esta clase de ataques también fueron dirigidos contra doña Violeta Barrios de Chamorro, esposa del Director Mártir de LA PRENSA, Pedro Joaquín Chamorro Cardenal, asesinado el 10 de enero de 1978.

La viuda de Chamorro pasó a dirigir el Diario en los años ochenta, luego de retirarse de la Junta de Gobierno de Reconstrucción Nacional, de la que había sido miembro entre 1979 y 1980. Años después Barrios sería la presidenta de Nicaragua.

En 1990, Violeta Barrios de Chamorro gana la Presidencia de Nicaragua frente a su principal rival que era Daniel Ortega, candidato presidencial del FSLN que venía de su primer período en el Ejecutivo (1985-1990).

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Pero Ortega regresó al poder en 2007, trayendo consigo otro período de autoritarismo, violencia y represión contra sus opositores, y censura contra los medios de comunicación independientes.

En septiembre de 2018, en medio de un contexto de represión armada contra las protestas civiles que surgieron en abril contra el régimen de Ortega, LA PRENSA comienza a reportar el bloqueo de papel, tinta y otros insumos necesarios para imprimir el periódico, de parte de la Dirección General de Aduana (DAG), entidad bajo el control del régimen, lo que les impedía en ocasiones circular con normalidad.

Esta situación se mantiene hasta el 12 de agosto 2021, cuando la dirección del Diario se ve obligada a anunciar que LA PRENSA no circulará más en su versión impresa, debido a la retención del papel. Al día siguiente, las oficinas del rotativo fueron allanadas por la Policía y su gerente general, Juan Lorenzo Holmann Chamorro, fue detenido y encarcelado en el nuevo Chipote, donde se encuentra hasta el día de hoy.

Las instalaciones de LA PRENSA fueron allanadas el 13 de agosto y permanecen tomadas por la Policía.

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