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Edición de LA PRENSA del Miércoles 2 de Noviembre de 1932. REPRODUCCIÓN YURY SALVATIERRA

LA PRENSA: 95 años de cuestionar el poder en Nicaragua

Al menos 20 presidentes han pasado por las páginas del "Diario de los Nicaragüenses" desde el 2 de marzo de 1926, cuando circuló su primera edición.

La primera edición de LA PRENSA, publicada un martes 2 de marzo de 1926, informó sobre los conflictos político-militares de la época, durante el segundo gobierno de facto del caudillo del Partido Conservador (PC), Emiliano Chamorro Vargas.

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Por un valor de cuatro centavos, los nicaragüenses se informaron por primera vez con el “Diario de los Nicaragüenses” sobre los levantamientos y conflictos contra Chamorro, que surgieron tras la toma de la Loma de Tiscapa, donde estaba el Palacio Presidencial Nacional y lo que significó el golpe de Estado que apartó del poder al presidente oficial Carlos José Solórzano Gutiérrez.

Este hecho histórico, conocido como “El lomazo”, ocurrió dos meses antes de la primera publicación de LA PRENSA, pero sus repercusiones fueron registradas por el Diario cuando entró en circulación.

Chamorro usurpó el cargo presidencial por nueve meses, pero se vería obligado a dejar la silla presidencial siete meses después, el 11 de noviembre de 1926.

De esa manera, LA PRENSA nació con el ocaso de un presidente y en los siguientes noventa y cinco años que han seguido hasta hoy, se puede afirmar que ha contado la historia de 20 gobernantes más, algunos de ellos aferrados al poder igual que Chamorro Vargas o igual que Daniel Ortega, el dictador de turno en este momento en el país.

Pero el deber de informar de manera veraz y crítica de un medio de comunicación, muchas veces provoca enfrentamientos con el poder.

Tres años después de la fundación de LA PRENSA, el presidente José María Moncada desterró a uno de los codueños del Diario, Adolfo Ortega Díaz. Según los registros históricos, Moncada dijo que no quería volver a ver a Ortega Díaz y lo mandó al exilio el resto de su vida.

“El Lomazo” desencadenó la “Guerra Constitucionalista”, encabezada por Moncada y Luis Beltrán Sandoval contra Chamorro Vargas. El conflicto armado terminó con el “Pacto del Espino Negro”, llamado así porque se dio bajo la sombra de un frondoso árbol de esa naturaleza en Tipitapa, el 4 de mayo de 1927, entre Moncada y el coronel Henry L. Stimpsom.

Ese pacto permitió a Adolfo Díaz Recinos concluir el período del presidente derrocado por Chamorro y acordaron llamar a elecciones supervisadas por las tropas estadounidenses. También, gracias a este pacto Moncada gobernó durante el período 1929 a 1933.

Durante el período de la “Guerra constitucionalista” hubo dos presidentes interinos más: Sebastián Uriza, por tres días tras “El lomazo”, y Julián Irías Sandres también por tres días en junio de 1936, cuando entró a la historia política del país el fundador de la dinastía somocista, Anastasio Somoza García.

Otros presidentes de esa época fueron Rosendo Chamorro Oreamuno, interino por 15 días; Bartolomé Martínez González, de octubre 1923 a 1925; Carlos José Solórzano Gutiérrez, que fue a quien Chamorro Vargas le arrebató el poder en 1925.

Juan Bautista Sacasa, el vicepresidente del mandatario derrocado por Chamorro Vargas, llega a gobernar formalmente en 1933, pero su gobierno es truncado por otro caudillo y emergente dictador, Anastasio Somoza García, quien además es su sobrino político. Curiosamente, los gobiernos de Bautista fueron saboteados por dos caudillos, Chamorro cuando estaba de salida, y Somoza García cuando comenzó a hilar su dictadura.

Sentados, Emiliano Chamorro Vargas (izquierda) y Anastasio Somoza García, en 1950. LA PRENSA/ARCHIVO

Aunque han transcurrido más de 100 años desde que Chamorro Vargas llegó al escenario político de Nicaragua, las prácticas de algunos de sus sucesores no cambiaron.

Chamorro incluso, cuando ya era un político veterano de más de 90 años (pero siembre caudillo del Partido Conservador) llegó a pactar con el caudillo emergente del Partido Liberal, Anastasio Somoza García, quien fue otro presidente de Nicaragua que marcó la historia del país hasta el punto que las consecuencias de su dictadura todavía están causando estragos.

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El 3 de abril de 1950, Chamorro y Somoza firmaron un pacto político para celebrar elecciones, que se le conocería como “El pacto de los Generales”, porque ambos tenían ese rango ambos. LA PRENSA lo registró.

La era Somoza

Somoza García llega al poder oficialmente el primero de enero de 1937, comenzando su era de corrupción, autoritarismo, nepotismo y la instauración de una dinastía que llevó a una guerra civil dolorosa.

Este presidente también trató al Diario LA PRENSA como uno de sus enemigos por el carácter crítico de este medio de comunicación. En 1940, Somoza García le declara la guerra abierta y frontal al ordenar su cierre por tres días y el encarcelamiento de su director, Pedro Joaquín Chamorro Zelaya.

Otros presidentes con menos protagonismo durante esa época fueron Carlos Alberto Brenes Jarquín por al menos seis meses antes del primer mandato de Somoza García. Y después de la primera presidencia de Somoza: Leonardo Argüello Barreto por menos de un mes; Benjamín Lacayo Sacasa por menos de tres meses; Víctor Manuel Román y Reyes de agosto de 1947-mayo de 1950; Manuel Fernando Zurita por un día en funciones.

Somoza García vuelve oficialmente a la presidencia el 7 de mayo de 1950 y es asesinado el 29 de septiembre de 1956. Luego de su muerte, entra en escena su hijo mayor Luis Somoza Debayle, quien gobernó siete años. Entrega el poder a René Schick Gutiérrez, y después a Lorenzo Guerrero Gutiérrez, personajes que fueron considerados por los críticos de la época como títeres del somocismo.

El último de la dinastía somocista que gobernó fue Anastasio Somoza Debayle, el hijo menor de Somoza García. Somoza Debayle huyó del país el 17 de julio de 1979, dejando atrás un país en guerra, lleno de dolor, muerte, odio, venganza y sufrimiento que al día de hoy no se ha superado.

“Tacho” Somoza, al igual que su padre, fue enemigo frontal del Mártir de las Libertades Públicas, Pedro Joaquín Chamorro Cardenal, asesinado el 10 de enero de 1978. LA PRENSA denunció la corrupción y represión del último Somoza. El diario destapó el vergonzoso comercio de sangre, que indigentes vendían a la empresa Plasmaféresis, donde la dictadura tenía intereses económicos.

El 11 de junio de 1979 el rotativo sufrió bombardeo aéreo y ataque de tanques, en los últimos días de la dictadura somocista.

Somoza Debayle dejó al mando a Francisco Urcuyo Maliaños, quien un día después de asumir la presidencia, también partió al exilio.

En julio de 1979 Nicaragua sale del somocismo y entra a la era de los comandantes del Frente Sandinista Sandinista de Liberación (FSLN). A partir de ese año, comienza a escalar el poder Daniel Ortega, el actual dictador de Nicaragua.

Ortega es nombrado coordinador de la Junta de Gobierno de Reconstrucción Nacional (JGRN), al tiempo que junto a ocho de sus compañeros de armas conformaban una estructura de toma de decisiones conjunta y vertical definida como Dirección Nacional.

En medio de la guerra civil de los años ochenta, se realizan unas elecciones donde Ortega es electo Presidente, asume el 10 de enero de 1985, hasta que él y su círculo de poder no puede sostener al país destruido económicamente por la guerra y el despilfarro.

El nuevo gobierno revolucionario también se vuelve contra LA PRENSA. En 1980, el Diario es paralizado por 35 días bajo un supuesto conflicto laboral de sindicatos sandinistas.

Un año más tarde los comandantes sandinistas cierran por 48 horas este medio escrito, y el 25 de junio de 1986, el gobierno de Daniel Ortega ordenó “un cierre indefinido” del rotativo que duró hasta el primero de octubre de 1987.

Los sandinistas se someten a elecciones en 1990, las que Ortega pierde ante Violeta Barrios de Chamorro, con quien Nicaragua tuvo un nuevo comienzo.

Barrios es la viuda del Director Mártir de LA PRENSA, Pedro Joaquín Chamorro Cardenal.

Luego llega al poder Arnoldo Alemán Lacayo, quien sobresalió por las acusaciones de corrupción durante su período de gobierno entre 1997 a 2002. LA PRENSA lideró sendas investigaciones periodísticas sobre el uso del erario en esta administración. Alemán, en más de una ocasión la emprendió rudamente con los periodistas del rotativo.

Y el gobierno de Enrique Bolaños Geyer trató de cambiar el ciclo de corrupción, pero su gobierno fue superado por la alianza entre los expresidentes Alemán y Ortega, lo que facilitó el regresó al poder de este último.

Ortega regresó al poder en 2007, pero esta vez de la mano de su esposa, Rosario Murillo, a quien designó como presidenta en las elecciones de 2016. Ambos se lo logrado mantener en el poder catorce años consecutivos que siguen corriendo, período en el cual se han realizado acciones directas contra LA PRENSA en los ámbitos fiscales y retenciones de insumos importados, como el papel, lo que ha puesto en jaque la circulación del diario.

En el actual régimen de Ortega, LA PRENSA está contando de nuevo la historia de un presidente con una trayectoria parecida a la del mandatario que estaba en el poder cuando inició sus publicaciones en 1926.

Ortega, al igual que Chamorro Vargas, es caudillo de un partido político, aferrado al poder y curiosamente ambos oriundos del departamento de Chontales, además de otras similitudes que parecieran caprichos de la historia si no fuera porque son producto de la ambición humana y de las oportunidades que tuvieron estos personajes para llegar al poder.

Política LA PRENSA Nicaragua presidentes archivo

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