Thelma Prego
Por haber sido irrespetada su memoria, escribo estas líneas, en nombre y representación de mi familia y de mi Partido Conservador. El General Emiliano Chamorro Vargas, nació en Acoyapa, Chontales, su madre doña Gregoria Vargas Báez, su padre don Salvador Chamorro, ambos de Granada; doña Gregoria Vargas Báez fue una dama ejemplar, de un altruismo incomparable, todavía es recordada con inmenso cariño en el pueblo de Comalapa, donde con toda sencillez vivió al lado de su esposo, don Evaristo Enríquez, donde procrearon una gran familia de ciudadanos honorables, una anécdota de doña Gregoria es que jamás quiso recibir de Emiliano mientras fue presidente ninguna ayuda, ni siquiera consintió le reparara su casa, sencilla, de piso de barro, porque para ella el funcionario público debía ser honrado y demostrar su honradez, cuidando el erario de la nación.
Toda la familia Enríquez Vargas está ligada muy de cerca de doña Gregoria Vargas y al General Emiliano Chamorro, por eso hoy en estas líneas expreso lo que ha sido motivo de reproche unánime, por todo el que en este país respeta la memoria de Emiliano Chamorro y por todas las personas allegadas a la honorable y numerosa familia Enríquez Vargas.
Emiliano tiene una trayectoria de honor y de gloria, en tres ocasiones fue presidente de Nicaragua y por medio siglo jefe máximo del Partido Conservador. También Emiliano fue un auténtico cristiano, cuando regresó del exilio (15 largos años en México), sometió en el Senado la moción de implementar de nuevo la religión católica, hasta entonces abolida en las escuelas públicas de Nicaragua; trajo de nuevo la congregación de los padres Jesuitas, que habían sido expulsados de Nicaragua.
Cuántos en Nicaragua quisieran haber sido Emiliano Chamorro, cuántos quisieran tener el caudillismo, la historia, el arrastre, las glorias del General Emiliano Chamorro Vargas. Es un gran desacierto profanar la memoria de un ciudadano insigne, orgullo de la Patria, ex Senador de la República, irrespetar la memoria del último Caudillo de América. Emiliano Chamorro, jefe perpetuo del Partido Conservador, un partido limpio, con historia de honradez y decencia, ejemplo y opción de las presentes y futuras generaciones. Un partido y un Caudillo, que siempre estuvieron y están en pie de lucha contra todas las dictaduras acaecidas o por venir en este país. Emiliano Chamorro seguirá siendo el símbolo de la valentía y el honor, el ejemplo y el orgullo de los conservadores y de su familia.
El grito de viva el General Emiliano Chamorro, viva el Partido Conservador de Nicaragua, viva Chamorro, seguirá siendo un grito de oposición y hoy es un grito de esperanza, para los nicaragüenses, que será demostrado con el voto en las casillas verdes del Partido Conservador el 5 de noviembre, y la memoria de Emiliano Chamorro, también, estaría presente en los comicios presidenciales.