Este miércoles, 16 de febrero, le tocó el turno de ser juzgado por la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo al exdiplomático Mauricio José Díaz Dávila, a quien el Juez Noveno de Distrito Penal de Juicios, Luden Martín Quiroz García lo declaró culpable de conspiración para cometer menoscabo contra la integridad nacional. El Ministerio Público (Fiscalía) pidió una pena de nueve años de prisión y la inhabilitación para ejercer cargos públicos.
El Juez Quiroz García tomó en cuenta las opiniones y explicaciones que Díaz daba a los medios de comunicación sobre diversos temas, entre ellos los desaciertos en política exterior que comete el régimen Ortega Murillo, para declararlo culpable.
Díaz fue embajador de Nicaragua en Costa Rica entre el 2000 y el 2004. Actualmente es directivo del partido Ciudadano por la Libertad (CxL), al que la dictadura despojó de su personería jurídica el pasado 6 de agosto, en pleno proceso electoral que concluyó con las votaciones del 7 de noviembre, en las que Daniel Ortega consolidó su tercera reelección para un cuarto periodo presidencial continuo.
El 9 de agosto pasado, a Díaz lo entrevistaron en el Ministerio Público y cuando se dirigía a su casa la policía lo interceptó. Luego de golpear a su hijo y abogado que lo acompañaban, lo trasladaron al Complejo de la DAJ, conocido como nuevo Chipote.
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Díaz intentó salir del país antes de que lo capturaran
Desde ese día permanece en las celdas del nuevo Chipote. Como el resto de presos, enfrenta condiciones extremas que han deteriora aún más su ya quebrantado estado físico y de salud. El exdiplomático, de 71 años, es uno de los diez reos políticos mayores de 65 años que padece enfermedades crónicas y no ha recibido la atención especializada que requiere.
Su familia denunció que el pasado 9 de septiembre, día en que cumplía 71 años, se desvaneció y permaneció internado durante dos días en la clínica de la DAJ. Además, durante las cuatro visitas que han permitido a los detenidos que permanecen en ese centro, les han informado que tiene infecciones en los oídos y la piel y ha bajado más de veinte libras de peso.
El 3 de septiembre, el Ministerio Público acusó al exdiplomático del delito de conspiración para cometer menoscabo a la integridad nacional, en perjuicio de la sociedad nicaragüense. La acusación se hizo de conformidad a los artículos 410 y 412 del Código Penal.
Tres días antes de que lo capturaran, Díaz intentó trasladarse a Costa Rica. Sin embargo, funcionarios de migración lo retuvieron en el paso fronterizo de Peñas Blancas; además, les retuvieron el pasaporte a él y a su esposa Dina Medrano y los enviaron de regreso a Managua.
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