14
días
han pasado desde el robo de nuestras instalaciones. No nos rendimos, seguimos comprometidos con informarte.
SUSCRIBITE PARA QUE PODAMOS SEGUIR INFORMANDO.

Varios jóvenes universitarios no saben qué pasará con sus estudios después de que fue ilegalizada su universidad. Óscar Navarrete/ LA PRENSA.

“¿Y ahora qué?”: La incertidumbre de los estudiantes de universidades ilegalizadas por Ortega

Cientos de jóvenes vieron sus sueños truncados en segundos cuando la Asamblea Nacional, controlada por Daniel Ortega, ilegalizó sus universidades. Ahora no saben si podrán terminar los estudios por los cuales hicieron sacrificios por años.

Contenido Exclusivo CONTENIDO EXCLUSIVO.

Además de incertidumbre, cientos de jóvenes estudiantes que se vieron afectados con la cancelación de la personalidad jurídica a sus universidades, tienen miedo. “Las cosas están tensas en la universidad”, dice una de las estudiantes consultadas que solicita anonimato.

“Alejandra” es el seudónimo con el que la llamaremos. Tiene 24 años y estaba por iniciar el quinto año de la carrera de medicina en la Universidad Católica del Trópico Seco (UCATSE), pero ahora, ya no sabe si seguirá estudiando.

“No nos han dicho nada. Hay mucha confusión. Ni los profesores saben qué va a pasar con la universidad”, dice la joven, que el pasado dos de febrero, en menos de un minuto vio como el régimen de Daniel Ortega truncaba sus sueños al ilegalizar la universidad en la que estudia.

Aunque el Consejo Nacional de Universidades (CNU) ha dicho que “garantizará” la continuación de los estudios de los jóvenes afectados, para muchos todavía no es claro cómo es que se realizará esto.

“Fernando”, es otro joven afectado. A él solamente le faltaba un semestre para terminar su carrera, defender su monografía y recibir su título universitario como graduado de la carrera de Derecho de la Universidad Politécnica de Nicaragua (UPOLI).

“Uno de mis sueños era ser académico aquí en Nicaragua. Me hubiese gustado ser parte de mi universidad”, lamenta el joven de 23 años, que tampoco sabe si podrá continuar estudiando porque nadie les ha dado información sobre qué va a pasar con su caso.

“Me genera bastante tristeza e incertidumbre porque si bien el CNU dijo que iba brindar seguimiento, nada es certero. Como esto es político puede cambiar en cualquier momento”, dice Fernando.

LEA TAMBIÉN: Por qué las cancelaciones de personería jurídica a universidades son “confiscaciones encubiertas”

Arremetida orteguista

Un día después que la Asamblea Nacional canceló la personería a jurídica a las universidades UPOLI, UCATSE, además de la Universidad Popular de Nicaragua (UPONIC), la Universidad Nicaragüense de Estudios Humanísticos (UNEH) y la Universidad Paulo Freire (UPF), la Policía se apostó en los recintos de dos de ellas, la UPONIC y la UPOLI.

Esta última fue una de las universidades que fueron tomadas por manifestantes opositores a Daniel Ortega en 2018. En ella, se dieron enfrenamientos en donde hubo estudiantes y policías fallecidos, según la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).

En los alrededores de la UPOLI se notó presencia de policías y de antimotines un día después de que fue ilegalizada. LA PRENSA

“Creo que la razón más allá de lo jurídico, tiene que ver con lo sucedido en 2018. Como sabemos todos la UPOLI fue un bastión de la lucha estudiantil”, dice Fernando, estudiante de la UPOLI afectado por la medida.

El cierre de estas universidades fue aplicado porque supuestamente “han incumplido con la entrega de los informes financieros al Departamento de Registro y Control de Asociaciones Civiles Sin Fines de Lucro” del Ministerio de Gobernación, o porque su “Junta Directiva se encuentra acéfala”, según la exposición de motivos del decreto aprobado por la Asamblea Nacional, controlada por diputados afines a Ortega.

Con el mismo pretexto, a otras siete organizaciones universitarias les fueron canceladas sus respectivas personalidades jurídicas. Se trata de la Asociación Universidad Thomas More (UTM), Asociación Universidad Centroamericana de Ciencias Empresariales (UCEM), Universidad Internacional de la Florida, Universidad Estatal de Michigan, Corporación Universidad de Mobile, Fundación Universidad Particular en Ciencias del Mercado y la Wake Forest University.

Estas medidas han afectado las aspiraciones profesionales y personales de varios estudiantes que todavía no saben si podrán terminar sus estudios.

Cuando “Ricardo”, que también estudia en la UPOLI, se enteró de la noticia dice que lloró. Lleva cuatro años despertándose a las 4:30 de la mañana para tomar bus a las 5:30 y poder llegar a tiempo a clases desde Tipitapa. “Vulneran y juegan con todo el sacrificio de uno como estudiante”, relata.

El joven tiene 22 años y está en la recta final de la carrera de Ingeniería en Computación. Días atrás le entregaron su carta de egresado, pero no pudo inscribir su culminación de estudios ni tramitar su título.

“Fue un baldazo de agua fría. La generación en que yo inicié la universidad fue en 2018. Ha sido una generación bastante atropellada. Primero las protestas, luego la pandemia, las clases virtuales y ahora esto”, dice Ricardo.

Lo mismo sucedió con “Michael”, estudiante de administración de empresas de la UNEH. Estaba en su trabajo cuando vio la noticia. “Ahora ya no sé qué hacer. No sé si el CNU realmente nos va a resolver, si nos van a mandar a la UNAN Managua o cómo va a ser” dice el joven.

Lo que más le golpeó a Michael de 25 años fue que había conseguido una beca para estudiar una maestría y solamente necesitaba su título universitario para poder cumplir con todas las exigencias que le hacen. Solamente le faltaba un semestre para empezar a tramitarlo.

Todos los consultados coinciden en que ser estudiante universitario es un gran sacrificio en Nicaragua. Se trata de noches de desvelo, para algunos son horas de aguantar hambre, dejar de compartir con su familia en momentos importantes, y para otros pueden ser días o semanas de frustración, sacrificio y mucho trabajo para poder profesionalizarse.

“Mi mamá tuvo que endeudarse para poder comprarme una computadora porque yo no tenía al inicio”, dice Michael, mientras que Alejandra, comenta que por la naturaleza de su carrera hasta desarrolló gastritis porque pasaba horas sin comer. “Es injusto que todo el sacrificio que una hace se vaya así como que nada. Le quitan la autorización (Personería jurídica) a la universidad, pero ¿y ahora qué? ¿Quién nos resuelve?”, dice la joven que aspira a especializarse en pediatría.

estudiantes
Estudiantes de la UCATSE también se vieron afectados por la cancelación de la personería jurídica de su universidad. LA PRENSA/ARCHIVO

Sin información

Algunas de las universidades ilegalizadas se han puesto a la disposición del CNU para facilitar toda la documentación que sea necesaria para que los estudiantes puedan finalizar sus carreras.

La Universidad Paulo Freire a través de un comunicado, informó que se dedicará “a preparar la información del estado financiero, académico y administrativo de las carreras y sus áreas de trabajo para su debida entrega a las autoridades del CNU”.

Lo mismo dijo la UNEH en un pronunciamiento donde se mostró dispuesta a facilitar “todo el proceso de traspaso de calificaciones y expedientes académicos a quien las autoridades del CNU indiquen”, de tal manera que los estudiantes puedan culminar sus estudios.

A pesar de la anuencia de algunas autoridades universitarias por colaborar con el CNU para que los estudiantes puedan culminar sus estudios, hay otras que no han informado absolutamente nada a su comunidad universitaria.

LEA TAMBIÉN: Se exilia Adrián Meza, rector de la cancelada Universidad Paulo Freire

En el caso de la UPOLI, Fernando dice que este fin de semana se suponía que iban a iniciar clases las carreras en modalidad dominical, pero ahora no sabe si todo seguirá su curso y tampoco cuál es la solución que les dará el CNU.

Ni siquiera los trabajadores de esta universidad tienen claro el panorama. Un trabajador administrativo de la UPOLI en condición de anonimato dice que la mayoría de colaboradores de la casa de estudios no está de acuerdo con lo sucede, pero que por temor a perder sus empleos, están dispuestos a acatar órdenes del CNU.

Por ahora, lo único que han sabido es que el pasado jueves el CNU “nombró a un interventor para la universidad y la persona llegó ya con una comisión de trabajo. Ya se apropiaron del registro académico de todos los estudiantes. Notas, trámites académicos” y demás. Las labores de los trabajadores están paralizadas y que no hay nada claro por ahora.

Fernando, dice que está a la expectativa de lo que diga el CNU para culminar sus estudios. No quiere tirar a la basura los cinco años que lleva estudiando. “Por cuestión de necesidad no tendría otra opción que terminar mi carrera como diga el CNU. Aunque mi título me lo acredite otra universidad, yo soy UPOLI de corazón”, dice el joven.

Los estudiantes de la Universidad Centroamericana UCA también temen que esta casa de estudio sea ilegalizada por el régimen de Daniel Ortega. LA PRENSA/ARCHIVO

El pasado viernes, el CNU publicó en sus redes sociales que los estudiantes de estas universidades podrán concluir sus estudios en los mismos recintos, y sobre sus notas dijo que “toda la información de los registros académicos quedan en poder de la autoridades del CNU, lo que garantiza que los estudiantes puedan acceder a la información en cualquier momento”

Para los estudiantes que están en proceso de tramitar su título, el CNU también dijo que garantizará la emisión de estos, pero no detalló cuál es el proceso que los estudiantes deben seguir para realizar el trámite.

Temen por la UCA

Lo que ha sucedido con estas universidades también ha despertado el temor de jóvenes estudiantes de otras casas de estudios como la Universidad Centroamericana (UCA), quienes temen que esta sea la siguiente en ser ilegalizada.

La UCA es una de las universidades más presionadas por el régimen de Daniel Ortega, a la cual, desde el 2018 le ha recortado el presupuesto que le corresponde. Esto ha obligado a la institución a realizar recortes a jóvenes beneficiados con becas, personal académico y administrativo, e incluso a incrementar los costos de sus aranceles y servicios.

Los estudiantes de la UCA fueron quienes iniciaron las protestas contra Daniel Ortega en 2018 por la respuesta tardía que dio el régimen de Ortega al incendio forestal en la reserva Indio Maíz. Los manifestantes fueron reprimidos y jóvenes de otras universidades como la UPOLI, la Universidad Nacional Agraria (UNA), la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI) y los distintos recintos de la UNAN a nivel nacional, se sumaron a las protestas.

Puede interesarte

×

El contenido de LA PRENSA es el resultado de mucho esfuerzo. Te invitamos a compartirlo y así contribuís a mantener vivo el periodismo independiente en Nicaragua.

Comparte nuestro enlace:

Si aún no sos suscriptor, te invitamos a suscribirte aquí