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Daniel Ortega, Rosario Murillo y sus hijas Camila y Luciana

Ortega mantiene a cinco de sus hijos en cargos públicos sin que sus nombramientos hayan sido oficiales

Daniel Edmundo Ortega Murillo es el más reciente de los hijos de la pareja gobernante que ostenta un cargo público. Con estos, analistas señalan que Ortega fortalece "su dinastía" y le asegura a su familia el poder

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Daniel Edmundo Ortega Murillo, el quinto de los nueve hijos de Daniel Ortega y Rosario Murillo, apareció este 2022 con un cargo similar a uno de los que ostenta su madre: “Coordinador de Medios del Consejo de Comunicación y Ciudadanía de Nicaragua”. Ahora él, junto con sus hermanos Laureano, Rafael, Camila y Luciana, son quienes por ahora gozan de altos cargos públicos, a pesar de que la Ley de Probidad de los Servidores Públicos o Ley 438, y la misma Constitución Política del país lo prohíbe. Ninguno de sus cargos han aparecido en La Gaceta, diario oficial.

El nuevo funcionario, director del oficialista Canal 4 —una de las televisoras nacionales que maneja y administra la familia Ortega Murillo—, participó de forma virtual en la primera edición del “Foro de Innovación de Medios Globales” que tuvo lugar en Beijing, capital de la República Popular de China, el gigante asiático con quien hace mes y medio el régimen orteguista restableció relaciones diplomáticas, tras romperlas con Taiwán. Fue ahí donde estrenó su cargo.

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El origen del Consejo de Comunicación y Ciudadanía

El nuevo cargo de Daniel Edmundo es similar al que ostenta Murillo, quien desde el retorno de Ortega al poder en 2007 ha ocupado el cargo de coordinadora del Consejo de Comunicación y Ciudadanía, un consejo nacional que fue anunciado el 10 de enero de ese año, durante la toma de posesión de Ortega, según constata el Decreto Ejecutivo No. 03-2007, Reformas y Adiciones al Decreto No. 71-98, Reglamento de la Ley No. 290, Ley de Organización, Competencia y Procedimientos del Poder Ejecutivo y su Reforma Decreto No. 25-2006.

El documento estableció el origen del Consejo de Comunicación y Ciudadanía, que tendría alrededor de 13 funciones, desde asistir al presidente en lo que requiriera, hablar en su nombre, hasta llegar a estar presente siempre en las apariciones públicas de Ortega. Y según el inciso “a” del artículo 12, quien coordinaría el Consejo de Comunicación es “un delegado del Presidente de la República”. En la práctica es todo lo que Murillo hace, además de ser la vicepresidenta designada desde 2017.

Captura de pantalla del 19 Digital. LA PRENSA

A partir de ese momento desaparecieron: la Oficina de Desarrollo y Asistencia Social, brazo social del despacho de la primera dama, la Dirección de Coordinación de la Comunicación y la Secretaría de Prensa, donde se ubicaban los voceros del presidente, y también la Oficina de Ética Pública y sus dependencias establecidas en los departamentos y regiones del país.

Los hijos de Ortega con cargos públicos

Daniel Edmundo hasta ahora es el quinto hijo de la pareja dictatorial con un puesto público en Nicaragua.

Otro de los hijos que tras el retorno de Ortega ocupó un alto cargo es Laureano, quien en octubre de 2009 se estrenó como asesor en el área de promoción de inversiones para el sector turismo en Pro Nicaragua y tres años más tarde, en 2012, fue nombrado asesor presidencial para Inversiones y Comercio Internacional, con rango de ministro, poniéndose al frente de Pro Nicaragua.

En la foto, sentados, de izquierda a derecha: Rosario Murillo y Daniel Ortega. Atrás y de pie, aparecen Camila, Rafael y Luciana, ellas fungieron como “asesoras presidenciales”.

En enero del 2015, Camila junto con dos hermanos más viajó con su padre y madre a San José, Costa Rica, para participar en la cumbre de la Celac (Comunidad de Estados de Latinoamérica y el Caribe), en ese momento Camila y Luciana fueron acreditadas como “asesoras presidenciales”. Y, de la misma manera Rafael —el mayor— fue acreditado como asesor presidencial con rango de ministro.

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Cabe destacar que el común denominador en la designación de Laureano y Rafael es atender relaciones estratégicas con aliados internacionales del régimen, en representación personal del propio Ortega, en la mayoría de ocasiones por encima del Ministerio de Relaciones Exteriores, y su principal funcionario, en este caso el canciller Denis Moncada. Actualmente son cuatro los hijos de la pareja presidencial que figuran como asesores, aunque no nombrados oficialmente bajo este cargo.

De izquierda a derecha, Daniel Ortega, Rosario Murillo y Camila Ortega-Murillo. LA PRENSA

Luciana y Camila aparecen públicamente asesorando a Murillo, pero particularmente, Camila ejerce el rol de la hija atenta con su madre en todos los actos públicos, prácticamente es la sombra de la vicepresidenta.

¿Dónde fueron publicados sus nombramientos?

El 9 de junio de 2016 Ortega publicó un decreto (Decreto No. 09-2016) para reformar la Ley de Organización, Competencia y Procedimientos del Poder Ejecutivo (Ley 290), con el objetivo de añadir a la estructura de la Presidencia los cargos de asesores para políticas y asuntos internacionales, según La Gaceta.

Tras la reforma de 2017, el dictador por medio del Acuerdo Presidencial 01-2017 nombró asesores y delegados con rango de ministros a más de una veintena de funcionarios, entre ellos el exvicepresidente Moisés Omar Halleslevens Acevedo, como ministro delegado del presidente de la República para Asuntos Específicos. En la actualidad, ostenta el cargo atendiendo el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conicyt).

En ese mismo paquete aparece el nombramiento de Bayardo Arce Castaño como asesor del presidente de la República para Asuntos Económicos y Financieros, con rango de ministro. Arce ha sido sancionado por la Unión Europea, Canadá, Suiza y Reino Unido.

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De los más de 20 asesores que han sido fungido desde 2017, se ha producido únicamente el retiro del científico Jaime Íncer Barquero, quien dimitió como asesor medioambiental tras el estallido social de 2018. Hubo además dos fallecidos entre los asesores: Juan Delgado Romero y Edén Pastora, asesor del presidente de la República para la Participación Ciudadana, con rango de ministro y delegado de la Presidencia de la República en la comisión para el Desarrollo del Río San Juan.

En los últimos tres años, el régimen orteguista ha recurrido a nuevos nombramientos de “asesores” después de que algunos funcionarios fueran sancionados por Estados Unidos. Ese es el caso de Francisco López, de la Empresa Nicaragüense de Petróleos y Albanisa; así como la exministra de Salud, Sonia Castro, y la vicecanciller Arlette Marenco, quien en 2019 fue nombrada asesora presidencial para relaciones internacionales.

Laureano y Camila Ortega Murillo, hijos del dictador Daniel Ortega. Foto tomada de los medios de comunicación oficialistas

Entre tantos nombramientos de funcionarios no figuran los nombres de los hijos de Ortega-Murillo: Laureano, Rafael, Camila, Luciana y Daniel Edmundo, por lo que oficialmente no fueron publicados ni en La Gaceta.

No obstante, en septiembre de 2019, Camila se estrenó con otro nuevo cargo, en esta ocasión como coordinadora de la Comisión Nacional de Economía Creativa de Nicaragua, una plataforma conformada por instituciones del Estado y las plataformas Nicaragua Diseña y Nicaragua Emprende, que Camila dirige.

Además de ellos, está Juan Carlos —otro de los hijos de Ortega Murillo—, quien a pesar que no ostenta un cargo público se caracteriza por tener mayor protagonismo en las redes sociales debido a su alta interactividad.

Los otros hijos de la pareja presidencial que residen en El Carmen son Carlos Enrique o como se le conoce ‘Tino’ y Maurice, este último junto a sus hermanas Camila y Luciana dirigen el Canal 13, y está a cargo de las producciones audiovisuales de los actos públicos de Ortega Murillo. Mientras que Tino se ocupa de la parte técnica de Canal 4 y de las transmisiones de las ligas locales de beisbol. 

La otra hija de los Ortega-Murillo, es Zoilamérica, quien en 1998 denunció a su padrastro Daniel Ortega por abuso sexual. En la actualidad se encuentra exiliada en Costa Rica.

Junto a Murillo, cuatro hijos sancionados

Donde sí se han publicado los nombres de Laureano, Rafael, Camila y Juan Carlos es en la listas de los funcionarios que han sido sancionados por Estados Unidos, la Unión Europea, Suiza, Canadá y Reino Unido.

Laureano fue sancionado por EE. UU. el 17 de abril del 2019 junto al Banco Corporativo (Bancorp), el 21 de junio de 2021 fue castigado por Canadá, el 10 de enero de 2022 por la Unión Europea, y este 24 de enero por Suiza.

Rafael fue sancionado por EE. UU. el 12 de diciembre de 2019, junto a las empresas DNP Petronic y El Goliat.

Camila fue añadida a la lista de sancionados de EE. UU. el 9 de junio de 2021, en la de Canadá el 14 de julio de 2021, de la Unión Europea el 10 de enero de 2022, y de Suiza este 24 de enero.

Juan Carlos fue sancionado por EE. UU. el 17 de julio del 2020, por la Unión Europea el 2 de agosto de 2021, y por Suiza el 13 de agosto de 2021.

¿Nombramientos de facto?

Analistas políticos coinciden en señalar que Ortega pasa sobre todas las leyes y reglamentos para designar a sus hijos, por tal razón sus nombramientos son considerados de “facto”.

“En realidad, Ortega lo que hace es designar a sus hijos en puestos que no requieren de su publicación en La Gaceta. Los hace de facto. Son nombramientos que no deberían tener validez alguna”, indica un abogado, internacionalista y exfuncionario nicaragüense, quien solicitó no revelar su nombre.

El abogado añade que las leyes del país son claras y por ende los nombramientos realizados por Ortega a sus hijos y no publicados en La Gaceta no se pueden considerar reales. “No tiene validez alguna la designación en un cargo público de un pariente dentro del segundo grado de afinidad y el cuarto grado de consanguinidad. Entonces por eso es que Ortega no los oficializa en La Gaceta. Son nombramientos de facto. No es como en el caso de Honduras en que la presidente Xiomara Castro nombró a su sobrino como ministro de Defensa y a su hijo como secretario privado, pero los hondureños no tienen restricción para ello; en Nicaragua sí”, aseguró.

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Óscar René Vargas, analista político y sociólogo, coincide con la opinión del abogado y agrega que esos nombramientos “no se publican en La Gaceta para no dar elementos de críticas a nivel internacional, son nombramientos de hecho y no nombramientos de ‘jure’. A la dictadura no le importa no publicarlos en La Gaceta”.

El abogado internacionalista aclara que si Ortega llegase a publicar en La Gaceta los nombramientos de sus hijos “estaría violentando la Ley expresa que lo prohíbe. Por eso es que no los pública, pero Ortega no confía —en los últimos tiempos—, ni en sus funcionarios de confianza y por ello de hecho, nombra a sus hijos como asesores o enviados especiales, en nombramientos que no tienen ninguna legalidad”, indica.

La Gaceta es el Diario Oficial del Gobierno de la República de Nicaragua, en él se publican las leyes, decretos, acuerdos, resoluciones, y demás actuaciones de interés general, dispuestas por los poderes del Estado y sus entes autónomos.

¿Nepotismo y dinastía familiar?

Partiendo de la creación del nuevo cargo de Daniel Edmundo, los analistas consultados por este Diario señalan que una vez más evidencia el nivel de “nepotismo” que el régimen ha alimentado desde su retorno al poder y a la vez, valoran que además es una forma de “constituir su dinastía” que asegure el atornillamiento de los Ortega-Murillo en el poder.

Vargas ve que este cargo es una “muestra más que la estrategia de Ortega-Murillo es crear una dinastía, poniendo, desde ahora, a los hijos en cargos que le aseguren ser los sucesores. Preparando la sucesión para que todo esté amarrado y al mismo tiempo que está construyendo los pilares para una dinastía al darle poderes de decisión a sus hijos”.

Por su parte, un experto nicaragüense en relaciones y derecho internacional, quien también pidió no ser citado por temor a represalias, indica que el puesto es “inventado” con el único fin de manejar las relaciones con China, porque considera que es una relación de la familia Ortega-Murillo con los chinos. Y añade que Daniel Edmundo “se suma a la lista de cargos familiares, a la corrupción dinástica y que también es conocido como nepotismo, que ya alcanza a la mayoría de hijos de Ortega y Murillo, a sobrinos, primos, y las esposas y esposos de los hijos”.

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“Seguro en todo lo de China solo los Ortega estarán. Ortega está buscando copar puestos existentes, o inventan puestos para que su familia sea la única que tenga acceso a la información y manejo de lo que deberían ser cuestiones públicas, que todo el pueblo nicaragüense debe conocer, y que sin embargo, solo la familia Ortega-Murillo conoce para cuidar sus bienes mal habidos y seguir creciendo en puestos de poder”, refiere el experto en derecho internacional.

Sobre este particular, el abogado internacionalista sostiene que para que fuera “legalmente válido el restablecimiento de relaciones diplomáticas entre China Popular y Nicaragua” que firmó en nombre del país Laureano en China, “debería haber tenido un nombramiento como embajador extraordinario y plenipotenciario y poder así oficializar las relaciones con el vicecanciller chino”.

Además explica que en relaciones diplomáticas, el canciller, el vicecanciller o el embajador residente en el Estado receptor goza de la plenipotencia para hacerlo, es decir “para proceder en nombre del Estado nicaragüense, por lo que estrictamente en derecho internacional, Laureano no estaba facultado para ello y si hubiera un estado de Derecho, cualquier ciudadano podría recurrir ante los tribunales de justicia para que se desconociera el acto por no reunirse en el firmante las calidades para ello”, asevera.

¿Qué dice la Constitución y la Ley 438?

Desde que Ortega regresó al poder en 2007 ha sido constantemente criticado por el protagonismo de sus hijos en el Gobierno como asesores y delegados en funciones públicas. Además, su esposa Murillo fue impuesta como vicepresidenta del país en las cuestionadas votaciones de 2016, cuando Ortega se reeligió para un tercer periodo consecutivo.

Estas acciones son prohibidas en la Ley de Probidad de los Servidores Públicos o Ley 438, y en la misma Constitución Política.

La Ley 438 prohíbe y sanciona el nepotismo en el Estado. El capítulo III, sobre el régimen de restricciones al ejercicio de la función pública prohíbe en el artículo 8, inciso C que “en todos los poderes e instituciones del Estado y sus dependencias, no se podrá recaer nombramiento en personas que tengan parentesco dentro del cuarto grado de consanguinidad y segundo de afinidad con la autoridad que hace el nombramiento, y en su caso, con la persona de donde hubiera emanado esta autoridad». El inciso A de ese artículo 8 también prohíbe “utilizar la función pública en provecho de cualquier persona natural o jurídica en perjuicio del Estado”.

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Sobre el nepotismo, la Constitución Política en su artículo 130 señala que “en todos los poderes del Estado y sus dependencias, así como en las instituciones creadas en esta Constitución, no se podrán hacer recaer nombramientos en personas que tengan parentesco cercano con la autoridad que hace el nombramiento y, en su caso, con la persona de donde hubiere emanado esta autoridad. Para los nombramientos de los funcionarios principales regirá la prohibición del cuarto grado de consanguinidad y segundo de afinidad”.

Los hermanos Ortega Murillo

Los hijos que se han criado con Daniel Ortega y Rosario Murillo son Maurice Facundo quien nació en 1985, Juan Carlos en 1981, Rafael Antonio en 1968, Laureano Facundo en 1982, Carlos Enrique en 1977, Daniel Edmundo en 1980, Camila Antonia en 1987 y Luciana Catarina en 1989.

Esto sin contar a Zoilamerica en 1967, a Anuar Joaquín Hassan Murillo (el niño que Rosario tuvo con el periodista Anuar Hassan y que murió en el terremoto de 1972) y a Camilo Ortega Herrera nació en 1978, el primer hijo de Daniel, concebido con la guerrillera Leticia Herrera.

Entre ellos hay músicos, asesores, modelos, comunicadores y sociólogos.

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